El fracaso en el Senado que cerró el camino a la Corte para Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, la polémica por el discurso presidencial sobre Malvinas y el fallido viaje relámpago a Palm Beach para buscar una foto con Donald Trump, fueron los temas que atravesaron la agenda del ejecutivo y lo dejó muy mal parado ante el complejo panorama que asoma en cuanto a las medidas que tomó Trump.
En el boxeo hay un dicho: “Todos tienen un plan hasta que los noquean”. A Milei lo noquearon la semana pasada, cuando todo parecía que la estrategia antinflacionaria y la baja de la pobreza, eran suficientes para mantener a la rabiosa platea medianamente calmada.
Siguiendo con la metáfora boxística, si se quiere verlo de esa manera y para figurarse el round fatídico que Milei tuvo. Fueron tres golpes que –respectivamente– le quitaron el aire, le aflojaron las piernas y finalmente le hicieron visitar la lona. Primero el fracaso en el Senado que cerró el camino a la Corte para Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, la polémica por el discurso presidencial sobre Malvinas y el fallido viaje relámpago a Palm Beach para buscar una foto con Donald Trump.
Son errores forzados que denotan una fragilidad en cuanto cintura política que comienza a erosionar una imagen que, si bien no tiene su alter ego del otro lado como para buscar en las antípodas del libertarismo y la onda motosierra, a alguien que ocupe ese lugar de “oposición”. Los tiempos “K” a Dios gracias ya pasaron y nadie quiere saber nada con la “doblemente condenada”, como le gusta a Milei tildarla a la “madre espiritual de nación populista”.
En cuanto a Macri, no goza de un peso específico ya que cuando le tocó estar en el sillón de Rivadavia demostró lo tibio y errático que es, y su gobierno no terminó en catástrofe por la sencilla razón que ni siquiera hacía falta hacerlo socio del club del helicóptero. Hoy en día el PRO, es el típico equipo muleto que solo puede tener la función de albergar a funcionarios de cabotaje.
La tormenta Trump
El hombre que volvía a la Casa Blanca dispuesto a sacudir el mundo con sus medidas proteccionistas de EE. UU. y que provocó que las bolsas del mundo cerraron la semana con pérdidas multimillonarias; venía 20 minutos retrasado de jugar al golf. Ese insignificante incidente en la agenda de Trump fue malinterpretado por la comitiva de Milei, y alguno de esos brutos que lo rodean le dijeron que el presidente de EE. UU. no iba a llegar. Allí fue cuando el intempestivo mandatario argentino “levantó la carpa” y encolerizado se tomó el palo.
Pero resulta que Trump si llegó y la comitiva de Argentina quedó en una posición lamentable ante quienes organizaban el evento y obvio la foto nunca sucedió. Así que las pretensiones de “caretearla” frente al FMI y que el desembolso sea lo que se esperaba para solventar las reservas y mantener el dólar planchado, al parecer no tuvieron un resultado auspicioso.