El ex Gobernador de Salta visitó a la ex presidenta en el departamento de San José 1111, donde cumple prisión domiciliaria. Estuvo junto a Emiliano Estrada, candidato a diputado nacional por Fuerza Patria. A Urtubey se le sacó en cara los 10 años de distanciamiento y las peleas con Cristina, pero el objetivo es frenar a los libertarios en Salta, cueste lo que cueste.
La dinámica política en la Argentina parece ser más caótica que el universo mismo. La foto hubiera sido una atopia hace un años atrás, Juan Manuel Urtubey con Cristina en su prisión domiciliaria. Esa última oración tiene tantas capas argumentales que habría que analizar una por una, pero no hay tiempo ni siquiera para detenerse a pensar que incluso Emiliano Estrada tuvo su capítulo judicial por “espionaje” según la fiscal Sofía Cornejo; y que Urtubey habló pestes de Cristina, pero podría decirse que “los unió el espanto”. El espanto en el sentido lato de la palabra.
Ese “lato sensu” abarca a los libertarios montados en el poder desde el Grand Bourg (en un futuro distópico) y desmadrando todo a su paso, a furia pura. Como la de Rodrigo Quintero montando una violenta escena en radio Infinito contra el periodista Murillo; como Emilia Orozco destratando al movilero de canal 10; como Pablo López pidiendo que su ex novia le chupe el pito por 10 mil mangos; que Julio Moreno les pida a los hijos de los jubilados pagarles la medicación; como Orozco y Zapata apareciendo en un audio por los diezmos liberatrios, denuncia que el anodino fiscal Ramos Ossorio miró para otro lado y desestimó la denuncia de Cristian Achaval, responsable de la UDAI Metán de ANSES. Todo este decálogo de desafortunados acontecimientos con los que LLA (versión Salta) viene erosionando su imagen hace algo más de un año, sin mencionar a Orozco frente al Burj Khalifa de gira con los fondos del Estado.
Ese Estado que su jefe quiere aniquilar, mientras ella vota por desfinanciar la universidad que le dio el título de licenciada en comunicaciones sociales o ir contra el sistema de salud y los médicos que salvan miles de vidas en el país.
Un golpe de suerte y el peronismo con K de Kicillof
El dirigente salteño visitó a Cristina Kirchner en el departamento ubicado en San José 1111, donde la ex presidenta cumple la prisión domiciliaria por su condena en la causa Vialidad. Condena que además la inhabilitó de por vida a ocupar cargos públicos. Urtubey fue uno de los dirigentes distanciados del núcleo K que cuestionó el fallo de la justicia federal en la causa.
“El aleteo de una mariposa en Japón podría causar un tsunami en las costas de Vancouver” afirma metafóricamente la novela de Ruth Ozeki. Su narrativa es de rabiosa actualidad de un modo tal que podría aplicarse a la política en la Argentina.
¿Quién se hubiera imaginado que el gobierno de Milei tras bajar la inflación mensual de 30 puntos a menos 2, se encontraría atravesando un tsunami llamado Spagnuollo? ¿Y que Urtubey recargara su campaña con una foto que vale muchos votos? los votos K, paradójicamente con K de Kicillof, el “Frankenstein” que dejó Cristina y que resultó más hábil de lo que parecía cuando le dio mal el vuelto al Club de Paris o empiojó la repatriación de YPF. Su peronismo bonaerense le ganó a los libertarios por 14 puntos haciendo saltar las alarmas por los aires y cambiando todo el mapa geopolítico con vistas a las próximas elecciones.
Ante este escenario Urtubey fue al departamento de Monserrat junto a Emiliano Estrada, el primer candidato a diputado nacional de la lista peronista. Ambos afrontarán una elección muy compleja donde, según marcan la mayoría de las encuestas, la expresión libertaria tiene grandes chances de quedarse con los dos senadores de la mayoría, mientras que el peronismo compite por el segundo lugar con la expresión del oficialismo local, del gobernador Gustavo Sáenz, que lleva como candidata a Flavia Royón.
Esa tendencia parece querer ceder ante los audios de Spagnuollo, porque le han perforado el piso del barco a Milei de tal forma que parece quebrar todo a su paso, incluso las chances de los libertarios de las provincias del interior, quienes antes del escándalo de las coimas en Andis, parecían seguros de un triunfo fácil producto del sello libertario, algo así como darles un auto ganador a cualquier asno y que gane campeonatos sin el menor esfuerzo, como pasa en la F1.
Pero todo cambió tras el escándalo de Andis. Fue como un termómetro que reventó de tanta presión, aunque resistía insultos e improperios, pero fue demasiado el hecho de quedar expuestos como coimeros, como corruptos, como desalmados que le roban a los discapacitados.
Resulta increíble que con un peronismo partido al medio e intervenido, las chances de ganarle a Orozco estén a la vuelta de la esquina. En ese contexto CFK bajó su pedido de que sea Urtubey el candidato a senador, lo que generó que Sergio “Oso” Leavy, cercano al kirchnerismo, se enojara por perder ese lugar en la contienda de candidaturas, pegara el portazo y presentara una lista propia.
Siempre en contacto con el líder del Frente Renovador y con Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los nexos concretos con la ex presidenta y el núcleo K, el salteño inició el regreso al lugar donde estuvo una década atrás, convencido de que hay que construir un gran frente anti Milei y que ese espacio debe contener al kirchnerismo, pero también a las expresiones con perfil más conservador del interior.
Otro personaje que increíblemente aparece en el horizonte para frenar a los libertarios es Lilita Carrió, quien en una entrevista televisiva dijo el día después de las elecciones, sentirse “feliz” con el resultado y que no tiene ninguna duda de la autenticidad de los audios de Spagnuollo. “En el 2027 tenemos que ir en un frente en el que estén desde Cristina hasta Carrió”, enfatizó Urtubey en esa sintonía.
Lilita Carrio y Cristina en la misma línea de combate. “La política es el arte de los posible”, sin dudas.