VENEZUELA: CADA PAÍS TIENE EL PRESIDENTE QUE SE MERECE

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El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) Elvis Amoroso transmitió el primer boletín con el 80% de las mesas escrutadas y una tendencia “contundente e irreversible” a favor de Nicolás Maduro con el 51,2% de los votos (5,1 millones de sufragios), frente a un 44% (4,4 millones de votos) de Edmundo González. Foto: Fernando Vergara / AP

Evidentemente a los venezolanos no les molesta que en más de dos décadas de chavismo ese país se haya hundido en un 69% de la población bajo niveles de pobreza multidimensional; tampoco les molesta que la economía haya perdido el 80% de su PIB; menos aun tener la inflación más alta del mundo –peor que la que dejó el kirchnerismo en la Argentina–; un sistema de salud colapsado; tampoco la mayor crisis migratoria de la región, con más de 7,7 millones de venezolanos desplazados que huyeron tal como lo hacen los cubanos en chalupas y gomones desde hace 66 años.

Más allá del enorme fraude que se huele a miles de kilómetros los venezolanos siguen votando al dictador Nicolás Maduro. Al parecer comulgan con el espantoso populismo como el que el matrimonio Kirchner instaló en la Argentina durante 20 años; y de hecho parece que el régimen del “colectivero”, como muchos lo tildan peyorativamente, tiene para rato.

“Soy el presidente obrero”

Durante años el conductor de ómnibus en Caracas repitió su cantilena hasta que Chávez lo convirtió en su nefasto sucesor y lo dejó instalado como garrapata en oreja de perro en el Palacio de Miraflores, centro del poder en Venezuela.

“No pudieron con las sanciones, no pudieron con las agresiones, no pudieron con las amenazas y no podrán jamás con la dignidad del pueblo de Venezuela. El fascismo en Venezuela, la tierra de Bolivar y Chávez no pasará, ni hoy ni nunca”, dijo luego de ser proclamado ganador de las elecciones.

Un reciente sondeo de la encuestadora Delphos arrojó que una cuarta parte de la población estaba pensando en migrar si el oficialismo se mantenía en el poder. Pues bien, pasada la medianoche al parecer tendrán que juntar “todos su meados”, como se dicen los argentinos y comenzar a marchar a Colombia, o a algún país que los quiera recibir para trabajar de lo que sea.

Así se cierra un capítulo más de la lamentable novela chavista en Venezuela, con una población que tenía la oportunidad de demostrarle a este impresentable dictador que no alcanza solo con regalarle parte del país a los rusos y el resto convertirlo en una villa miseria. Y aunque Gabriel Boric, presidente de Chile; el uruguayo Luis Lacalle Pou y el argentino Javier Milei, renieguen y no reconozcan el triunfo de Maduro; hubo gente que lo fue a votar aunque sea a fuerza de populismo… pero lo hicieron igual.