Lo declaró un enfermero en la justicia de Córdoba. “Me di cuenta con el tiempo, tengo mucha experiencia en salud, trabajé 10 años en terapia intensiva. Me di cuenta que estos no sabían nada”, le dijo al canal C5N
John F. Kennedydijo alguna vez: “Cada sociedad tiene la clase de criminal que se merece”. Al parecer en Corrientes pasa eso y esa frase emblemática explique a la perfección lo que sucedió en el caso del pequeño Loan, quien desapareció sin dejar rastros rodeado de algo tan extraño como lo es, su familia pobre almorzando con funcionarios de la policía. Algo rarísimo.
Fue el exmarino Carlos Pérez, quien le había enviado a un contacto poco después de la desaparición del nene, en el que pronunció una curiosa frase: “Estamos hasta las manos”. Pérez es uno de los principales acusados del caso, ya que el rastro odorífero de Loan fue identificado por perros entrenados en los autos que comparte con su esposa, la exfuncionaria de 9 de Julio Victoria Caillava.
“Yo estuve con él (con Loan), estuvimos hablando todo, compartimos el almuerzo, así que estamos hasta las manos”, le dijo a un contacto agendado como “Tri Tri”. “Si esto sigue escalando y no aparece el cadáver o el nenito vivo, o lo que sea, y se hace más fuerte la hipótesis del secuestro, es probable que nosotros tengamos que entregar la camioneta para ser peritada, la casa, ir a declarar”, dijo luego.
“En función de los trascendidos, de las cosas que estamos viendo con todo este tema del niñito desaparecido, le iba a pedir si usted puede designar una custodia acá en la casa”. Y agregaba: “Evidentemente mucha gente del pueblo, no sé por qué motivos totalmente infundados, nos están acusando a mi esposa y a mí ahora”, le pidió al excomisario Walter Maciel por temor a que le plantaran pruebas.
Por otro lado apareció una nueva prueba altamente comprometedora para los imputados –el matrimonio Pérez-Caillava– cuando, un enfermero llamado Carlos Martín Ramírez declaró en Córdoba bajo juramento aduciendo que trabajó con los dos acusados en plena pandemia: ambos se hacían pasar por pediatras y atendían a niños.
“Me di cuenta con el tiempo, tengo mucha experiencia en salud, trabajé 10 años en terapia intensiva. Me di cuenta que estos no sabían nada”, le dijo a C5N, al tiempo que agregó: “Esto era una asociación ilícita, son como 15 entre ellos Pérez y Caillava. Integraban una banda. Robaban los medicamentos, le robaban la leche a los chicos, comían asado, tomaban vino, metían adolescentes a la cama”.
Cabe recordar que todo esto lo denunció en la Fiscalía de Córdoba, donde también detalla que: “Cuando descubrí que eran médicos truchos, los denuncié. Eso fue el 2 de noviembre del 2023. Hasta el día de hoy quedaron en llamarme para que amplíe la declaración y nunca me llamaron”, dijo y concluyó: “Cuando quedan detenidos en Corrientes, ahí los reconocí”. En ese centro de salud en las afueras de Córdoba, según Ramírez, los falsos pediatras “atendían a 10 personas por día, tenían contacto directo con menores, durante un año aproximadamente y trabajaban en otro centro de salud a unos kilómetros de ahí”, enfatizó.