En mayo de 1980 el Lole ganaba el GP de Mónaco con Williams y el relato emocionado de Héctor Acosta completan una historia inolvidable. El portal CURVA1 publicó un artículo que narra aquella épica del Lole.
El 18 de mayo de 1980, el santafesino ganó una carrera memorable por varios hechos, el primero fue el choque en cadena entre los dos pilotos de Tyrrell de entonces, Derek Daly y Jean-Pierre Jarier, cuando se aproximaban a la primera curva (St. Devote) se montaban sus ruedas y el irlándes volaba por encima de su coequipier y de sus rivales, en la misma secuencia quedaban involucrados Bruno Giacomelli (Alfa Romeo) y Alain Prost (McLaren), todos resultaron ilesos, también Jan Lammers (ATS) se vio afectado, pero pudo continuar.
Y el final de carrera, con una fina llovizna que mojó el callejero y que obligó a Reutemann a tomar extremos cuidados para poder continuar en pista con gomas lisas y ganar en Mónaco por primera vez con el Williams.
En la largada, Didier Pironi (Ligier) mantuvo la punta, Reutemann estaba segundo, pero al entrar por primera vez al túnel, quien sería campeón a fin de ese año, su coequpier Alan Jones, lo superó y dejó tercero al “Lole” delante del otro Ligier de Jacques Laffite.
El desarrollo del gran premio tuvo en Pironi un dominador contundente, pero una falla de caja lo complicó y lo sacó de carrera en la vuelta 55, por el percance del malogrado francés y el anterior abandono de Jones, Reutemann heredó el segundo lugar y luego la punta, pero todavía faltaba un veintena de drámaticas vueltas en un trazado que no perdona el más mínimo yerro.
Reutemann mantuvo el pulso firme y transitó cada uno de los giros que faltaban haciendo equilibrio en el asfalto húmedo de Montecarlo hasta llegar a la meta y ganar por única vez frente a sus Altezas Rainiero III y la Princesa Grace que lo aguardaban en el Palco Real para entregarle el trofeo.
Todos los que vimos y recordamos esa victoria argentina que transmitía ATC “Vía Satélite” unimos automáticamente la imagen de Reutemann ganador y el relato quebrado por el llanto incontenible del recordado Héctor Acosta y una y otra vez sentimos ese: “Va a ganar Carlos… va a ganar. ¡Ganoooooó, ganó Carlos Alberto Reutemann…por fin…!!!