ZAPATA PREGUNTA…

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Desde la pantalla de Canal 10, el diputado nacional por Ahora Patria, Carlos Zapata, plantea una serie de cuestionamientos tales como: ¿Qué pasa con la plata para Salta? ¿Hice alguna denuncia? ¿Se aumentaron los sueldos los legisladores provinciales? ¿Cuánto cobran los diputados y senadores provinciales?

La palabra de Zapata

¿Qué hace la provincia con la plata que recauda? ¿Para qué nos cobra impuestos si no puede atender a los servicios que se reclamamos? En definitiva, nosotros vemos que cada día se exterioriza más la mala praxis que existe en la provincia de Salta. Una mala praxis que muchas veces estuvo rondando la corrupción. Yo les recuerdo que desde que entré en la política como concejal en 2012 que vengo denunciando la corrupción.

La primera denuncia que presenté, en el mes de junio de 2012, lo involucra al acto al gobernador. ¿Por qué por los famosos gastos reservados? Luego seguí en distintas ocasiones presenté denuncias que exteriorizan un estado corrupto y un estado que hoy conduce Gustavo Sáenz.

Lamentablemente esto pasa, la plata no alcanza porque en algún lado se roba, eso está claro. Y siguiendo con la cuestión, hay un concepto que quiero que quede bien claro. Se habla que el federalismo, en la forma en que lo transmite el Dr. Gustavo Sáenz significa que en algún lado fuera de Salta, se recauda dinero y se lo tienen que mandar a Salta para que Salta gaste.

El Federalismo es una forma de organización en la coexistencia del estado nacional y los distritos provinciales. El Federalismo es la distribución de competencia, pero en ningún momento dice que uno debe mantener al otro o mantener la fiesta o el despilfarro de otros distritos provinciales. Para tratar de llevar una distribución equitativa de la recaudación de tributos nacionales, existe la ley de coparticipación federal.

Los primeros antecedentes que he podido localizar datan del siglo XIX, donde con un acuerdo con las provincias se distribuía parte de la recaudación del impuesto interno. Eso fue evolucionando en la década del 30, en 1931 se sanciona la ley 11682, la ley de impuestos a los réditos.

Que era un impuesto directo que no podía imponer la nación, pero con un acuerdo con las provincias se creó por el plazo de dos años. En el 31 de diciembre del año 1932 por dos periodos se cobraba impuestos directos sobre los réditos.

Hasta hoy sigue vigente, o sea que la emergencia ya va durando más de 90 años. y posteriormente se fueron dando alguna circunstancia dentro de lo que estudié en la Universidad en el año 1974, hubo una ley de coparticipación federal donde enumeraba cuales  eran los tributos que se repartían entre la Nación y las provincias. Y establecían como criterios para distribuir entre las provincias en función de indicadores; la población, la generación del ingreso y la otra llamaba brechas de desarrollo. O sea que aquellos que estaban más atrasos recibían más.

¿Por qué? Porque lo que inspira de existencia de este régimen de distribución es la búsqueda de un desarrollo armónico y equilibrado en toda la nación. Lo mismo sucedió con la ley que se sancionó durante el gobierno de Alfonsín y luego en el 94 se modifica la Constitución donde se llama a modificar esa ley de coparticipación federal. Pero la ley de coparticipación federal, o sea la distribución, lo que le llega de las recaudación nacional a las provincias, lo hace con una finalidad de buscar un desarrollo armónico y equilibrado de todo el país. ¿Y a dónde va a parar, que Salta no va evolucionando y desarrollándose para equiparar a otras jurisdicciones?

Nosotros vemos jurisdicciones que han avanzado mucho como Santiago del Estado, pero Salta sigue postergada. Seguimos con alto índice de mortalidad, pobreza; el abandono que tiene el norte argentino, los problemas que tenemos en materia de educación, la falta de infraestructura; si la Nación no pone dinero, no hay obra pública siendo que en el 2007, por ejemplo, si había, en fin; una serie de falencia que nos llevan a pensar lo siguiente:

Si alguien no es apto para gobernar, es decir, para administrar el escasez, porque gobernar en un sentido económico significa distribuir recursos escasos con fines alternativos. Cuando la prioridad de la distribución de esos recursos se encuentra el “autopropagandiarse” o contratar periodistas que hablen bien de quien gobierna y mal de la oposición; perseguir opositores, utilizarla en la avión de la provincia, la avión sanitario, como si fuese un taxi; o bien, destinar partidas presupuestarias para dar empleo a amigos, y superpoblar las infraestructuras; en vez de dar empleo o contratar a personas capacitadas para mejorar la prestación del servicio, vamos mal, eso es la fiesta, es el despilfarro que se quiere eliminar con la propuesta de Javier Milei.

Por último, le quiero tocar un tema que ha sensibilizado la opinión pública estos días que es el aumento de las dietas de los legisladores. Se conoció porque hay transparencia, porque el ejercicio o la vigencia de la ley de acceso a la información pública a nivel nacional es una realidad, se conoce el aumento del personal de la administración pública, el personal del Congreso de la Nación, y como consiguiente, por un acuerdo, una resolución del año 2011, eso pasa impactar en la dieta de los legisladores.

Dieta que, como está sujeta al impuesto a las ganancias, ese 30% de aumento, se traduce en un 14,4%, pero siendo a la valoración de esto, inmediatamente conociendo esto el presidente de la Nación, llamó el presidente de la Cámara de Diputado y se dispuso revertir este incremento, y se ha presentado el proyecto a tal efecto.

Acá en salta sucedió lo mismo. Todavía no estoy escuchando al gobernador, es decir, absolutamente nada. Un senador aquí (en Salta) gana 5 millones de pesos; un diputado de 2.400.000 pesos.

Una misma situación se presentó con el tema de las autoridades superiores del Poder Ejecutivo y el presidente ya anunció que va a revertir, y no se va a pagar ese aumento de sueldo. Los razonables que es, el servidor público, también tiene que comer; entonces los efectos de la inflación también afecta al servidor público, que tienen que ser ajustados, sí, pero el asunto de cuál es el momento. En qué momento, siendo uno co responsable de lo que está pasando en la conducción del país, el ajuste debería llegar casi al último, porque primero tienen que ser distribuidos o resarcidos el resto de la población. Y cuando abundamos en el análisis de la retribución que actúan en la política, yo tengo una posición sentada al respecto, desde mi punto de vista, lo que percibe un diputado, un senador, no puede exceder en una manera abismal a lo que esa persona deja de percibir, para ocupar el cargo.

Muchos de nosotros dejamos actividades. De hecho, por ejemplo, tengo bloqueado mi título, no puedo ejercer mi profesión, y me veo limitado en colaborar en la explotación agropecuaria familiar. Bien, lo que debería percibir es lo que uno deja de recibir por el ejercicio de la actividad, para el que no cambia el nivel de ingreso de las personas, el nivel de vida, y que las personas puedan dedicarse y ejercitar y llevar a la práctica su vocación de cambio.

El sueldo público, el sueldo del diputado, la dieta del diputado, no te puede cambiar la vida, pero sí vemos personas que realmente eran “ñoqui” en algún lado o eran empleados inferiores y pasan de golpe a tener estos ingresos y otra cosa adicional, no se ve un correlato entre el ingreso que percibe y la evolución patrimonial.