UNA MOTOSIERRA PARA MENTIR, LA OBSCENIDAD DE ROBARLE A LOS DISCAPACITADOS Y LA ETERNA PARADOJA ARGENTINA 

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Sobre el final de la peor semana del gobierno de Javier Milei donde ha quedado desnuda una trama de coimas y confesiones sobre prácticas miserables de corrupción, la única conclusión a la que se llega es a que este gobierno no es más que otra banda de ladrones que aterrizaron en el poder con la inconfesa idea de enriquecerse a costa de lo que sea. Parece ser que jamás la Argentina va a poder escapar de la hipocresía de las falsas promesas y la misma fórmula repetida de siempre: robarle el Estado y mentirle descaradamente al pueblo. Foto: BAE 

En Land of the Blind (Tierra de ciegos) de 2006, el director Robert Edwards muestra una obra satírica política realizada en un tono oscuro, pues pretende transmitir una sensación de desencanto. Está basada en varios incidentes históricos en los cuales los gobernantes tiránicos fueron derrocados por nuevos líderes que luego probaron ser tan malos, o incluso peores, que sus inmediatos antecesores. Durante el film se visualizan escenas que remiten, de forma implícita, a tales casos. El título fue tomado del dicho “En la tierra de los ciegos, el tuerto es rey”.

En la Argentina parece suceder exactamente lo mismo. Sobre todo en las últimas experiencias democráticas, en cada caso que llegaron prometiendo ser mejores que los anteriores y terminaron siendo solo una banda de delincuentes. Desde Menem hasta los primos Menem parece un perfecto loop que dio una vuelta desde allá por los 90 y termina cerrando con el mismo y nefasto apellido.

Aunque las recetas se repiten con el mismo tufo de un José Alfredo Martínez de Hoz, el  ministro de economía de las juntas militares; o un Álvaro Alsogaray aduciendo que “hay que pasar el invierno”, o tantos ejemplo ominosos que transitaron por la historia reciente de nuestro país; hasta llegar a Javier Milei, el “catalizador” oportunista que aprovechó los últimos 20 años de desatinos populistas y convertirlos en la campaña política más efectiva del nuevo milenio.

El nivel de improvisación de un gobierno que ya no se sostiene sobre la base de una baja de la inflación, es alarmante. Desde la aparición de los audios de un tal Diego Spagnuolo, abogado y amigo personal de Milei, quien dice abierta y explícitamente que la hermana del presidente está robando descaradamente, se ha mantenido un silencio mortal que ha dejado al gobierno en un estado de shock peor que el de Cristina, cuando mandaron a matar al fiscal Nisman.

Esa sensación de no saber qué hacer ante el huracán, de quedarse paralizado ante la adversidad es lo que el gobierno de Milei muestra y no es más que un preludio de que se avecinan nuevas calamidades y que aún falta la mitad del periodo por transitar, porque el 2027 queda cada vez más lejos.

“Bienvenidos al desierto de lo real”

El filósofo Slavoj Žižek publicó en de 2002 un análisis marxista y lacaniano de las respuestas ideológicas y políticas a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, allí incorpora diversas influencias psicoanalíticas, posmodernistas, biopolíticas y universalistas (cristianas) en un marco dialéctico marxista.

Esa obra nace tras la sensación de vulnerabilidad vivida tras los atentados, los cuales dejaron al ciudadano americano a merced de una amenaza jamás percibida. Ante un enemigo que les enseñó una aldea desierta palpable que existe y es tan real que no todo se ve detrás de enormes torres de cristal, mientras se toca una campanita en Wall Street y se enriquecen con fantasías disfrazadas de acciones en la bolsa.

Esa realidad están viviendo desde el gobierno de Milei. Esa de palpar que el cuadro del bienestar económico ya no alcanza que los deja a merced de mostrar que no son más que unos estafadores, ladrones y mentirosos, iguales o peores que la banda que gobernó antes, la cual también basaba su éxito en campañas de utilización de oportunidades a las que llamaban “conquistas sociales”. No eran otra cosa que unas migajas repartidas a las clases más bajas mientras ellos contaban fajos y fajos de dólares en “La Rosadita”. Por cierto una verdad que el periodista Jorge Lanata mostró en un video y que ni siquiera así dejaron de votarlos.

Eso fue el catalizador para que la metáfora de la motosierra funcionara como un eslogan de campaña. “No somos aquello, no somos casta, venimos a limpiar de chorros el gobierno” y los chorros eran ellos.

País de ciegos

Alfonsín ganó las elecciones recitando el preámbulo de la Constitución y después nos hizo conocer la hiperinflación; Menem pidió que lo sigan y prometió que no nos iba a defraudar, terminó rifando el país y regalándole la industria argentina a los españoles; Néstor Kirchner se metió al bolsillo a los argentinos descolgando un cuadro de Videla y después se robó todo lo que pudo; Cristina se hizo la víctima y solo por ser mujer convenció a más de una banda de crédulos que la votaron ciegamente todas las veces que se presentó; Macri le sacó el jugo al verbo “cambiemos” y terminó empantanándose en sus propia ineptitud; Alberto Fernández aprovechó la pandemia mejor que nadie en el planeta y se la pasó de fiesta, sopapos a su esposa y de putas en la misma residencia de Olivos, mientras los argentinos morían como moscas por sus abominables políticas sanitarias.

Así se llega del agobio post Alberto (post kirchnerato rancio) de la inflación incontrolable y la pobreza extrema; a un mentiroso consuetudinario que mostraba una motosierra y prometía aliviar al Estado de chorros oportunistas y crápulas que solo le robaron a la patria.

Con un discurso escatológico, apariciones mediáticas agresivas y violencia verbal, convenció a un pueblo harto de corruptos y ladrones a los que bautizó como “casta política”. Lo que no avisó fue que él mismo iba a mutar como un virus e iba a convertirse en un patógeno tan dañino como los anteriores.

El huracán Spagnuolo ya golpea las costas libertarias

En el sur de los EE. UU. a estos fenómenos climatológicos les pusieron nombres de mujeres hasta que se agotó el abecedario. Ahora usan nombres masculinos. En la Argentina depende de quién sea el detonante del escándalo. En este caso todo apunta a la persona de Diego Spagnuolo, a quien por estas horas están considerando tratarlo como un delirante o como un perverso.

El Gobierno también demora para avanzar con una postura pública o con una acción en la Justicia porque aguarda a conocer los movimientos del juez a cargo de la investigación, Sebastián Casanello (el tortuga de los Kirchner que ahora es una liebre), y el devenir de las medidas del fiscal Franco Picardi. En especial porque una de las posibilidades es que llamen a indagatoria a Spagnuolo, lo cual podría complicarlos si es que ratifica sus declaraciones.

En caso de acogerse a la figura del arrepentido, el abogado y amigo del presidente, podría desnudar toda la trama de corrupción donde los primos Menem y sobre todo Karina Milei quedaría en el centro de la escena, cosa que tendría consecuencias apocalípticas directamente en la persona de Javier Milei.