LA VIOLENCIA AVANZA

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En las últimas semanas Salta ha sido escenario de lamentables manifestaciones de todo tipo de violencia por parte de quienes se embarcaron en la función pública con la obligación de tener que servir a la ciudadanía que los votó y no a cometer actos sistemáticos de violencia contra la Prensa, la cual no “opera” sino que “opina”. Pero ese es un concepto que está muy lejos del entendimiento de los elementos que hoy componen La Libertad Avanza, como Pablo López, Emilia Orozco o Rodrigo Quinteros.

El miércoles 6 de agosto a las 18:30 esta producción entrevistó en CADENA INFINITO al presidente de la Asociación de Periodistas de Salta en el programa POLITICA PARA TODOS del Dr. Carlos Colmenares. Allí el periodista Darío Illanes brindó conceptos acerca de la violencia que padece la prensa a manos de Emilia Orozco contra tres trabajadores de los medios, entre ellos Daniel Murillo.

Al momento de publicar la nota con video incluido de lo hablado con el titular de APES, la noticia de la inexplicable agresión que sufrió Murillo en los estudios de la misma radio, ya se había “desactualizado” la entrevista con Illanes por los hechos de público conocimiento.

 

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Esta es una pequeña muestra de lo frenética que se convertido esta persecución absolutamente irracional hacia la prensa salteña. Resulta inconcebible que después de las agresiones sufridas por tres periodistas –Samuel Baldivieso de CANAL 10, Moisés Koss de CABLEVISIÓN y Daniel Murillo de INFINITO–  a manos de la diputada Orozco; aparezca Rodrigo Quinteros, concejal electo de Salta y asesor dentro del Congreso de la Nación, cual patotero y acompañado por una banda de cobardes que filmaban todo tal como en esas secuencias de bullying, donde otros presencian y graban las golpizas al tiempo que el abusón de turno agrede a su víctima. La misma escena se vivió en los estudios de la radio Infinito.

No es una novedad que dos referentes del oficialismo como el Gordo Dan y el propio Javier Milei adoctrinen a los seguidores del partido libertario a perseguir a los periodistas y crear una especie de psicosis, culpando a la Prensa de banalidades que nada tienen que ver con la realidad de un país en crisis social y económica desde hace 40 años. Pero eso dista mucho de llevar esta violencia al terreno de lo personal y ejecutar prácticas execrables, tales como tomarse el trabajo de dejar un paquete con mensajes amenazantes conteniendo un kilo de harina y un consolador, dirigidos al conductor Daniel Murillo en la puerta de la radio.

 

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Se supone que Quinteros es un funcionario público y que fue elegido para trabajar para el Concejo deliberante y no dedicarse a llevar consoladores a una emisora de radio, donde se emiten opiniones que a él no le agradan. Ni hablar de los payasos que lo acompañaban y que filmaban todo el vergonzoso sainete.

De hecho este sujeto que se presentó en la radio a grito desmadrado, profiriendo epítetos y puteadas, contra el periodista, además de concejal electo figura como planta temporaria en el Congreso de la Nación, para el bloque político de La Libertad Avanza. Es decir que cumple dos funciones públicas y se dedica a este tipo de prácticas absolutamente repudiables, desde las cuales llama a “temer a la Libertad Avanza” y acusar livianamente de “pauteros” a los trabajadores de prensa, quienes por Ley pueden dar a conocer los actos de gobierno.

Esta clase de “concejal” anida en la función pública y pertenece al mismo color partidario del denunciado por violencia de género, Pablo López. El ex concejal que está denunciado en la Fiscalía de Violencia de Género por violentar a su pareja de forma física, emocional y económica.

Este grupo de iracundos políticos son los que acusan de “ensobrados”, golpean a mujeres en el caso de López, agreden a periodistas que hacen su trabajo en el caso de Emilia Orozco, e incluso ahora redoblaron la apuesta y se apersonan en los medios a violentar a los trabajadores de prensa.

Para agravar la situación, Rodrigo Quinteros hace uso de un espacio radial en la misma Infinito, donde se presentó a agredir a Murillo y según lo que se escuchaba en la acalorada discusión, ni siquiera paga el espacio que generosamente se lo estarían cediendo sin obligación económica. Esto quedó consignado después del intercambio de acusaciones, cuando Murillo le reprochó que era “tan rata” que ni siquiera pagaba el espacio.

Preocupante escalada de violencia y ejemplos perturbadores en el mundo

El Ku Klux Klan como paradigma de adoctrinamiento es una figura muy puntual para darse una idea de lo incontrolable que se torna la violencia cuando configura el adoctrinamiento como eje. El KKK representa uno de los ejemplos más claros de cómo líderes carismáticos pueden manipular a seguidores para cometer actos de violencia sistemática.

Fundado en 1865 por veteranos confederados en Tennessee, el Klan pasó rápidamente de ser un grupo social a una organización terrorista que empleaba violencia para imponer la supremacía blanca.

Otro ejemplo son los Neonazis con la evolución moderna del supremacismo blanco. Los grupos neonazis y el movimiento Alt-Right representan una adaptación contemporánea de estas dinámicas con estrategias digitales en uso de redes sociales para reclutar y radicalizar. Suena parecido a los “trolls libertarios”. Retórica pseudointelectual con figuras como Richard Bertrand Spencer acuñaron términos como “derecha alternativa” para enmascarar ideologías racistas

Investigaciones revelan vínculos preocupantes entre fuerzas policiales y grupos supremacistas. El FBI ha alertado que estos grupos “suelen tener vínculos activos con la policía”. Casos documentados en Alabama, California, Florida y otros estados muestran cómo agentes participan en actividades racistas, a menudo con impunidad. Tampoco es casualidad las golpizas que reciben los jubilados todos los miércoles, en otra de las similitudes que se observan con la derecha violenta que anida entre las líneas del gobierno argentino, con Bulrrich a la cabeza, a quien Milei había acusado de poner bombas en jardines de infantes en los 70 y que luego de darle el Ministerio de Seguridad de la Nación, todo aquello quedó en el olvido.

Quizás parezca exagerado comparar a la escalada de violencia libertaria con estos grupos extremistas, sobre todo en el sur norteamericano, pero lamentablemente si no se disminuye o ralentiza estas manifestaciones públicas de violencia extrema manifiesta, podemos peligrosamente acercarnos a este tipo de situaciones indeseables.

Por ahora existen tres elementos preocupantes en esta comparativa. Uno de ellos es el adoctrinamiento; la otra es la intolerancia; y la última es la ideología que siempre en estos casos aparece amalgamada con la Derecha. Algo de lo que estos grupos incluso alardean con eventos como “La Derecha Fest”, sin necesariamente demonizar a la ideología, la cual con grises o tratándose de una “centroderecha”, puede cohabitar perfectamente con el socialismo, que funciona en democracias nórdicas con economías pujantes, obvio en un contexto de primer mundo.