EN LA PERVERSA MENTE DE PABLO EMANUEL LÓPEZ Y UNA “INTERNA” COMO EXCUSA

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Tras ser echado del Concejo deliberante el ahora ex edil libertario afronta una grave denuncia penal, la cual evidencia en algunos pasajes del relato de la víctima detalles escabrosos llegando a inquietantes revelaciones tales como que López la obligaba a tener relaciones con otros hombres. Incluso cita un caso en Brasil donde la habría filmado. Todo consta en el expediente que tramita en la Fiscalía de violencia de género. Mientras tanto López culpa de todo a una “interna” en LLA de Salta.

Hace unos días los salteños hemos asistido a uno de los mayores papelones que se recuerden en la historia política local desde que regresó la democracia. Un concejal –y no cualquiera, sino el más votado– le solicitó a su ex pareja que por cada vez que le realizara sexo oral le condonaría una supuesta deuda por haberle conseguido un puesto en su oficina del Concejo Deliberante de la capital de Salta.

Cuando el escándalo estalló tras escucharse los audios en el programa de Murillo, algunos interpretaron que a López le habían soltado la mano desde adentro. Incluso salió el histórico Indio Godoy –hoy devenido a analista político después de manejar la Cámara de Diputados por casi medio siglo– a hablar de “filtraciones” de audios, cuando la única realidad es que la víctima ya sin saber a quién recurrir por ayuda, se le ocurrió grabarlo como última medida para frenar al execrable sujeto.

Pero ya era tarde, varios se colgaron de la historia de una “interna”. Incluso el mismo López, quien con el correr de los días y ante la lenta reacción del presidente del Concejo, Darío Madile, aprovechó esa “hipótesis” que tanto les gusta a los que analizan la política desde la opinión periodística y aprovechó para colgarse de semejante charada.

Mientras tanto Estela María Fernanda Méndez Valero, la mujer que tuvo la valentía de denunciar a un violento que llegó a detentar algo de poder, ante la complicidad de sus pares y el silencio de sus compañeros y compañeras, terminó desatando una tormenta de caca de tales consecuencias, que el nombre de Emilia Orozco aparece mencionada en la denuncia como quien estaba al tanto de la pesadilla en la que se encontraba inmersa Méndez Valero.

Para cuando se conocieron los audios en la prensa, la denuncia ya había ingresado al Juzgado de Violencia Familiar y de Género, a la cual se le solicitó dicte las medidas de carácter protectorios en resguardo de la integridad de la víctima por la violencia ejercida por el denunciado.

En el terreno estrictamente judicial la denuncia es una clara manifestación de la atroz condición mental de una persona con rasgos perversos que hasta el viernes 1 de agosto de 2025, formaba parte del Concejo deliberante de la Ciudad de Salta; y sin menoscabo de las instituciones actuantes aún le falta a la Fiscalía probar todas estas acusaciones y a la Justicia la sagrada tarea de juzgar los hechos y emitir sentencia.

Hasta tanto todo eso ocurra no es un hecho menor tomar conocimiento de la cuantía mental de un perverso que anidó en el poder por un tiempo considerable hasta que su víctima lo expuso ante el ojo público y luego ante la Justicia. En este punto cabe la gran pregunta: ¿Realmente qué votamos los salteños?

Espiral de violencia

“Le enseñé a comer mejor, a manejar. Me preocupé por su salud y de todo aspecto pero casi siempre se mostraba irascible. Se enojaba si lo llamaba a las 11 de la mañana porque ´estaba durmiendo´. Se enojaba si lo hacía a las 15 o 16 porque ´seguía durmiendo´. Se negaba a salir a otro lugar porque no quería ´gastar´ o simplemente no quería dejar su comodidad”, refiere Méndez Valero ante la Justicia, en lo que es solo el comienzo de un tour por una mente perturbada.

“En 2021 ya discutíamos seguido. Ese año fue candidato a concejal y salió electo. Por alguna razón, capaz por los constantes reclamos de mi parte, me designó como asesora política. Ahí empezó el espiral de violencia que culminó años después con nuestra separación”, describe la victima del ex libertario.

La violencia no solo puede ser física, sino económica. De esto da cuenta la denuncia cuando la víctima refiere a que “López me exigió económicamente al máximo. Así, bajo la excusa de que tenía un ´sueldazo´, según sus palabras, ejerció violencia económica en contra mía requiriendo que pague toda actividad que hacía e incluso su comida. Muchas veces actué desde la impotencia contestando de igual forma ante el hartazgo y le alzaba la voz cuando algo no me gustaba o directamente lo ignoraba”, relata.

“Entre 2021 y 2022, Pablo Emanuel López me exigió que comparta el sueldo con un compañero  porque no había más contratos. Le dije que no correspondía, pero me refería que se lo debía a él por el cargo (pese a que yo cumplía mis funciones). Luego de un tiempo, porque supuestamente esta persona lo defraudó, me pidió que parte del dinero que recibía como sueldo se lo transfiriera y/o se lo entregara en efectivo directamente a él”, explica la joven.

“Si no quería hacerlo se enojaba y la violencia verbal la ejercía en contra mío. Las transferencias constan documentadas de mi cuenta bancaria del Banco Macro S.A. a su cuenta personal, en algunas oportunidades también se las entregue en efectivo. La violencia económica y la coactividad de su comportamiento hacia mí por las exigencias dineraria indebida fue una constante; por la manipulación ejercida cedí a sus injustos requerimientos”, detalla la ex pareja de López.

“Me hizo vivir un infierno”

Lo que sigue es la crónica de una pesadilla anunciada. Sucede cuando un cretino de esta calaña tiene dominada a una mujer a tal punto que hasta los que forman parte del ámbito donde todos conviven, son cómplices de un silencio ominoso. Allí es donde aparece la figura de Emilia Orozco, la diputada nacional que llevó a este perverso hasta su candidatura para luego llegar a ser elegido como concejal de La Libertad Avanza en Salta.

Empecé a buscar nuevos horizontes, encontrándolo con Virginia Cornejo y su hija. Pablo me llamó chupa medias, recibí nuevamente insultos, hasta de mal agradecida me trató, diciéndome una vez más que si no hubiese sido por él, yo no sería nadie. Aun así, a pesar de denigrarme, lo ayudé genuinamente para su reelección. Porque siempre quise que le fuera bien.

La relación en convivencia fue la peor decisión, porque en plena campaña electoral me hizo vivir un infierno. La violencia psicológica y verbal se transformó en golpes de su parte hacia mí. Me trataba de delincuente y aprovechadora.

Quiero aclarar que no es que me dejaba golpear, trataba de defenderme, pero su fuerza masculina me superaba; una vez a mediado de año 2023, en el domicilio ubicado en Barrio El Paraíso de la candelaria sobre ruta provincial 26, me agarró del cabello, me golpeó contra la pared y me arrastró hacia la habitación trasera de su casa, me rompió un buzo color lila al agarrarme cuando yo intentaba escapar.

Asimismo, en días posteriores al anterior suceso, también ejerció violencia física en mi contra en Avenida José Contreras, siendo tal secuencia vista por vecinos en Villa Palacios, quienes me asistieron.

El morbo voyerista

Con estas discusiones, López me pidió que renunciara a mi contrato en el Concejo Deliberante. Me negué. Creo que eso lo hizo estallar pero en su faz de manipulación, que hoy me doy cuenta, me dijo que quería recomponerse y disculparse por lo realizado, proponiendo que viajáramos juntos a Brasil en enero de 2024

En el viaje a Brasil me enfermé. Es cierto que me cuidó, pero al mismo tiempo, me pedía tener relaciones sexuales seguido para “pagarle” lo que había gastado en mí.

Un día, incluso me propuso hacer un trío o swinger. Me negué. Insistió tanto que me dijo que no lo amaba si no lo complacía. Así que acepté. Le dije que iba solo a “chusmear”, no a participar. Pero una vez allí, me presionó con insistencia. Me dijo que su fantasía era que me “cogiera” otro y que, ya estando ahí, debía cumplir. Lo hice por él, no por mí. Estaba incómoda, me dolía. Pablo creyó que lo disfrutaba, pero no. Solo quería complacerlo. La violencia sexual sufrida que hoy dimensiono es una marca psicológica que me cuesta superar.

Las discusiones siguieron, en septiembre de 2024, viajamos a Parque Lezama con chicos del partido. López se quedó en Salta y me llamó para injuriarme nuevamente. Le colgué. Lo bloqueé.

Entonces me llamó desde el celular de un chico del partido. Lo ignoré al principio, pero tuve que desbloquearlo y atendí diciéndole: “Me volvés a joder, te denuncio”. Me escucharon dos personas. De ahí, la gran mayoría de los participantes partidarios se enteraron, hasta Emilia Orozco, donde en reuniones privadas, decía “hay que tenerla cortita porque es una loca”, según palabras del propietario del celular. Se resguarda su identidad.

Después nuevamente, por insistencia de él volvimos a intentar que la relación mejorara, una nueva oportunidad. Sin embargo, en enero del presente año el quiebre se da por que nuevamente en un viaje a Misiones -al que también fueron (se cita a dos testigos de quienes se resguarda su identidad) en un momento me presionó nuevamente a complacerlo con relaciones sexuales porque le debía dinero, con una persona de origen brasilero, mientras el observaba -habiendo filmado la situación sin mi consentimiento según me entere tiempo después-.

En abril de 2025 el Sr. López continúo realizando las exigencias indecentes, coactivas a mí entender, en el que me refería que podía descontar deuda a cambio de mantener algún tipo de relación sexual o decir que la relación no se terminaría hasta que le pague.

Finalmente, en fecha 07/07/2025, continuó el hostigamiento al cruzármelo en la calle Zuviría antes de llegar a Santiago del Estero. En dicha oportunidad, pese a tratar de esquivarlo busco contactos refiriendo a que tiene “poder”, me refirió que “me arruinaría la carrera política”. Ya previamente en otros contactos me dijo: “yo tengo poder”, “yo voy a hablar”, “yo voy a inventar”, “le voy a decir a Emilia Orozco”. El acoso constante y lesivo para mi persona, genera miedo hacia mi integridad personal física y psíquica, lo cual busco que encuentre fin.

Encuadre legal

Cabe destacar que este caso se trata de conductas por parte de un funcionario público, que ha violentado y violenta de modo palmario la Leyes Provinciales N° 7.403 y 7.888, Ley Nacional N° 26.485, y en particular la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.

En el marco de lo expuesto precedentemente varias de las conductas desplegadas por el denunciado podrían encuadrar en delitos penales tipificados por la ley penal, tales como lesiones leves agravadas por la relación de pareja (art. 89 en función de art. 92 del C.P.), amenazas y/o coacción (149 bis primer y segundo párrafo del C.P.), Exacciones ilegales (art. 266 y 268 del Código Penal).