La diputada nacional que representa a Salta en el Congreso de la Nación bajo el signo de La Libertad Avanza viene protagonizando episodios delirantes y propios de una funcionaria “que no funciona”, pero si viaja a Dubai, insulta y defenestra a la oposición y se queja de que le “mutean” los videos en Instagram y le toquetearon los frenos de su camioneta. Mientras manda a comer a la prensa y dice no saber quién es Cristian Achaval.
Emilia Orozco no para de ser noticia pero no justamente por cosas altruistas que tengan que ver con su gestión como legisladora nacional. De hecho hasta la hora no se le conoce un solo proyecto que haya presentado y que sea de utilidad, o que ayude a quienes les dieron su voto.
Por lo único que Orozco es noticia es por algún hecho que nada tiene que ver con la excelentísima Cámara de Diputados de la que es empleada. Su viaje a Dubai fue un verdadero escándalo, junto a otras libertarias que nada tenían que hacer en la ciudad más cara del mundo, gastando a troche y moche del erario público.
Sumado a eso se quejó de un errático intento de silenciarla en Instagram, sabrá Dios por quien, quizás un algoritmo con malicia propia que repta por las redes y que la persigue a solo a ella. “SILENCIANDO MIS VIDEOS ME VAN A CALLAR??? mandriles llorones, ratas”, se despachó en su cuenta de esa red social.
La captura de pantalla que compartió mostraba una advertencia típica de la plataforma: la pista de audio de su video ya no estaba disponible. Un problema técnico que dista mucho de ser una trama conspirativa, nada más ni nada menos que con ella. Obvio que su ego y su analfabetismo informático no le permiten ni siquiera razonar.
Hablando de denuncias por frenos toqueteados para que pasara de largo en alguna ruta yendo a su Rosario natal, en las fiscalías no hay una sola acción judicial que dé cuenta de que quisieron atentar contra su vida. Lo que si hay es una denuncia en lo de Ramos Ossorio, por exigir el 10% de los haberes que se paga con dinero del Estado.
Antes de su gira por medio oriente hizo de la victimización un culto. La legisladora dijo que le habrían “toqueteado” los frenos de su flamante camioneta en lo que sería una trama hitchcockiana de la tertulia que vive en las últimas semanas; entre denuncias judicializadas por exigir un diezmo libertario que terminó en la fiscalía, después de que el director de la oficina de la ANSeS en la ciudad de Metán la denunciara a ella y Carlos Zapata, por una supuesta exigencia de aportes partidarios como condición para mantener la designación en cargos políticos por parte de La Libertad Avanza.
El tema es que entre frenos adulterados, videos de Instagram muteados y viajecito a Dubai, solo queda preguntarse cuando trabaja esta mujer, quien llegó al poder de la mano de un discurso declamativo, donde ella y las Fuerzas del Cielo venían a terminar con la corrupción reinante y la ostentosa “vida loca” de la que disfrutan sus –ahora– colegas y antes adversarios acérrimos. ¿No eran una casta roñosa que se tenían que ir de la Argentina? ¿Unas ratas y mandriles llorones?
