Un fin de año atravesado por el conventillo en las filas de una LLA que de política de Estado no exhibe un solo logro concreto y tan solo son retazos de una ideología de ultra derecha que no se le cae una sola idea, paradójicamente. Olmedo y las dos damas que se sacaron el cuero a tiras en torno al acto libertario en Salta ha sido la lamentable crónica de un año para el olvido en lo que respecta al quiosco de Milei en Salta
“Un caballero es desmemoriado”, arrancó la frase autopercibida del sojero. “Yo no voy a hablar más nada de Alba Quintar, que haga su camino, la veo apoyada totalmente por el gobernador. Yo soy un caballero desmemoriado. Nada más que eso. Yo nunca voy a hablar mal de una dama”, expresó en Infinito FM.
Por su lado la funcionaria libertaria quien argumenta pertenecer al ministerio de Cuneo Libarona y no tener nada que ver con esa acusación de “topo saencista” que le achacan y que incluso le costó la entrada al acto donde vino Martin Menem, lanzó unos epítetos humillantes hacia la persona de Olmedo tildándolo de “viejito baboso” a quien no le dio “cabida” y como si eso fuera poco lo describió como un libidinoso que incomoda a la todas las mujeres mirándolas sin disimulo.
Al parecer la posición del “caballero desmemoriado” dista mucho de la imagen que pintó Quintar de Olmedo, quien la apunta con la inconfesa idea de pertenecer a las líneas saencistas. “Ella es funcionaria del gobernador. Nosotros no nos vamos a dejar infiltrar gente de ningún tipo a nuestras filas”.
Ver esta publicación en Instagram
En medio de estos cruces entre el sojero adepto a las horrendas camperas amarillas, se corporiza la feroz pelea entre Orozco y Quintar. Con aquello del “ego insoportable, insostenible y que no puedo lidiar” y de que “hay problemas más importantes que los celos de una minita”; denotando lo peor de la interna de un partido político que está lejos de serlo y no es más que un kiosco que se cae a pedazos, siendo satélite del ejecutivo nacional manejado por un Javier Milei que poco y nada coparticipa a la provincia de Salta.
“No nos mandan más plata (…) para que necesitan los estados provinciales que le manden plata si tienen sus cuentas ordenadas”, justificó Olmedo en esa misma entrevista radial.
Ergo, ahí no se terminan los desatinos de los libertarios de cotillón que Milei eligió para representarlo en Salta, ya que hace solo unas semanas el otro diputado nacional salteño de LLA, Julio Moreno Ovalle, se despachó con la infame frase: “No creo que los jubilados se mueran por no tomar un medicamento”, lo que fue titular de todos los portales y medios televisivos de la Argentina.
Con esto tenemos a dos contendientes como Orozco y Quintar que se están matando en público por el manejo del ala libertaria en Salta; a un Olmedo que sigue hablando de sus “752 proyectos de ley” presentados durante su tiempo en el Congreso, de los que no debe haber escrito una sola línea y que a esta altura poco y nada le importan al ciudadano de a pie que necesita soluciones inmediatas de un gobierno que prometió terminar con la casta política, y meter motosierra al desmadre que dejaron los anteriores gobiernos, incluido el de Macri, que en cuestión de desastres no tiene nada que envidiarle a los de Cristina, Alberto y Néstor.
Nada de eso se traduce en soluciones para el pobre trabajador ubicado debajo de la línea de pobreza que yuga día a día por un miserable sueldo mientras estos facinerosos se pelean por el poder de una fuerza política que apenas se sostiene en la esfera pública, con riñas que se cocinan al calor de una crisis económica y social sin precedentes, aunque los libertarios sigan festejando mes a mes el numerito (3) de inflación como piso logrado a fuerza de hambre y recesión.
