JIMENA SALAS: EL SEGUNDO ADN AL “CHINO” SAAVEDRA DEFINIRÁ EL CASO

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Tras la audiencia multipropósito de incorporación de pruebas, y de que la defensa de los hermanos Saavedra solicitara una nueva prueba de ADN, el acusado como autor material del hecho criminal, Javier “el Chino” Saavedra, podría quedar totalmente exonerado de culpa y cargo; o bien en caso de ser coincidente su situación sería altamente comprometedora ante la inminente celebración del juicio. Jimena Salas fue asesinada en el interior de su casa en Vaqueros el 27 de enero de 2017.

Los hermanos Javier Nicolás, Adrián Guillermo y Carlos Damián Saavedra están acusados como coautores del delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, crimis causa por el concurso premeditado de dos o más personas, femicidio contra Salas, sumándose tentativa de homicidio calificado para Javier el “Chino” Saavedra.

El más comprometido de los tres sin dudas es el “Chino”, ya que la fiscalía lo señala como el autor material y tiene un ADN positivo de muestras que se encontraron en la escena del crimen, aquel ya lejano 27 de enero de 2017.

En cuanto a los otros hermanos –aunque tengan la misma calificación– no estarían tan comprometidos. De hecho ni si quiera hay pruebas de que hayan estado en ese lugar, más que la sospecha de la presencia de un automóvil en el que ellos supuestamente se desplazaban, fue captado por las cámaras de vigilancia. Incluso uno de los hermanos al momento del hecho estaba trabajando en Aguas del norte.

De todos modos y considerando que la Justicia caprichosamente envió –en otro caso– a un inocente a la cárcel por muchos años con la afirmación de que un ADN era la prueba irrefutable, y hoy esos jueces enfrentan un jury, en el caso de Santos Clemente Vera; mas las acusaciones de apremios ilegales en este caso; y en general el controversial desempeño de la Justicia local en general, es que la defensa a cargo de Marcelo Arancibia argumentó “un probable error” en el cotejo del material genético de Javier Saavedra, por todo ello se decidió aprobar una segunda prueba.

El Chino saliendo de la primera audiencia de incorporación de pruebas

Este trámite inusual en lo visto hasta aquí en la historia judicial de Salta, es decir, que se realicen dos pruebas de ADN a un mismo imputado, será prácticamente una definición del caso a pesar de que la defensa de los Saavedra asegure tener los GPS de los teléfonos para refutarlo.

Para la fiscalía Javier Saavedra entró a la casa de Jimena Salas mediante engaños con la ayuda de un caniche Toy, logrando la confianza de la víctima, a quien luego atacó y asesinó para robarle. Ante esto la defensa alega que el Chino no estuvo allí y que jamás pudo asesinar a la señora Jimena Salas en Vaqueros en 2017.

Ante esto la Procuración decidió despejar toda duda y darle la oportunidad de realizar una diligencia “costosísima”,  según dichos de las partes en la primera audiencia de incorporación de pruebas, mientras discutían quien se haría cargo de pagarla, ya que la familia Saavedra está en una situación muy comprometedora en lo económico, por obvias razones.

Esto deja un escenario que, de complejo pasaría a simplificarse. Un segundo ADN positivo al Chino sería casi una sentencia asegurada, aunque la defensa argumente que el GPS del teléfono del acusado lo ubica en otro lugar el día del hecho.

¿Quién es el “Hombre 2”?

Al momento del levantamiento de pruebas en la escena del crimen se determinó que había la presencia de dos patrones masculinos de ADN. Uno de ellos sería de Javier Saavedra y el otro es NN. Ante esto la fiscalía no tiene respuestas ya que los otros dos hermanos no tienen coincidencia en los cotejos genéticos. Entonces el Chino habría entrado a la casa de Jimena Salas con otro hombre para llevar a cabo la felonía que terminó de la peor forma.

Ergo, si los hermanos que obviamente son perejiles no estuvieron allí, ¿quién es el Hombre 2?

Quizás tengamos la respuesta pero sin identidad: es el sujeto que llevó a las hijas al baño. Este es un dato vital para la investigación y deja otra certeza: no hubo “campanas” afuera ni autos que esperaban en la puerta. Solo fueron dos sujetos con un perro, que ingresaron a la vivienda y que en caso de dar positivo, el Chino sería uno de ellos.

Esto abre muchos interrogantes y deja otro escenario servido en la investigación: el Chino tendría un cómplice y de seguro no es ninguno de sus hermanos, quienes ante la poca y nada de certeza de sus culpabilidades, aguardan con tobillera el juicio.