¿SE ACABÓ EL “PSEUDO-PROGRESISMO” EN LA ARGENTINA?

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Feministas empedernidas, artistas y actores comprados por el poder de turno, intelectuales obedientes con poses de socialistas, periodistas que no hacían periodismo sino propaganda, docentes de carreras humanísticas dispuestos a fomentar el odio en las universidades, y cuanto fanático se subió al carro, al calor del populismo más recalcitrante en América Latina; concurrieron a una de las épocas más oscuras de la comunicación y la prensa infame institucional que se recuerden en tiempos de democracia. ¿Los pseudo-progres se despiden el 10 de diciembre con la llegada de Javier Milei al poder? Foto: Amparo López

Hubo que soportarlos durante dos décadas. Hipócritas que se creyeron el verso “progre” de un matrimonio presidencial venido de la Patagonia. Pero habría que remontarse mucho más atrás para comprender el fenómeno del progresismo en un mundo que en algunas sociedades no están preparadas para tenerlo. La sociedad argentina es una de esas.

¿Quién puede dudar de que la igualdad de género es el andamiaje principal para que toda sociedad funcione? Solo un necio podría entrar en esta categoría de antisocial y pararse frente a un cambio que comenzó allá por los siglos XVIII y XIX en Europa y América del Norte, cuando durante la Ilustración se discutieron ideas sobre la igualdad y los derechos humanos, influyendo en el pensamiento feminista. Mary Wollstonecraft, con su obra “Vindicación de los derechos de la mujer” (1792), es a menudo considerada una precursora del feminismo al argumentar a favor de la educación y los derechos de las mujeres.

En la Convención de Seneca Falls en 1848, Estados Unidos, se celebró la primera cumbre de derechos de las mujeres, liderada por activistas como Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott. Se redactó la Declaración de Sentimientos, que incluía demandas de igualdad para las mujeres.

Durante las primeras décadas del siglo XX, las sufragistas lucharon por el derecho al voto en varios países, destacando el movimiento sufragista en el Reino Unido y las activistas como Emmeline Pankhurst. En la Argentina Eva Perón es un referente de tal envergadura que tras su muerte alcanzó la categoría de mito.

La segunda ola feminista que tuvo lugar en la década de 1960 en adelante, se centró en cuestiones como la igualdad en el trabajo, la autonomía reproductiva y la eliminación de la discriminación. Feministas prominentes incluyen a Betty Friedan, Gloria Steinem y Simone de Beauvoir.

Las asesinas del pañuelo verde

El caso de las asesinas Magdalena Espósito Valenti y Abigaíl Páez es emblemático. Violaron al hijo de la primera de ellas durante años con un elemento que ellas usaban para sus apetencias sexuales. Lo golpearon y lo mataron. Fueron condenadas a la pena máxima por el horroroso crimen. Ambas pertenecían a un grupo de feministas radicalizadas quienes marchaban en su provincia cada vez que habían manifestaciones a favor del aborto o en el día de la mujer.

El salvajismo con el que fue asesinado el pequeño conmovió a todo el país y despertó el clamor social en busca de justicia. En febrero de este año, la mamá de Lucio, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja Abigail Páez, fueron condenadas a prisión perpetua. Ambas están presas en un penal de San Luis, después de que la Justicia comprobara el maltrato al que sometían al niño.

Cuando se conocieron las atrocidades que cometieron con el pequeño Lucio durante el juicio, ni una sola de las referentes del pañuelo verde a nivel nacional, llámese Florencia Peña, Mayra Mendoza, Anabel Fernández Sagasti o Cristina Álvarez Rodríguez, ni siquiera Cristina Fernández de Kirchner dijeron una sola palabra aunque sea para despegarse de semejantes energúmenos. Ni siquiera la feminista por antonomasia, Thelma Fardin, quien montó un circo para acusar a Juan Darthés, después de vivir un infierno fue absuelto por la justicia.

Facultades tomadas por hipócritas

Por desgracia para la vapuleada educación universitaria el falso progresismo también invadió facultades de carreras humanísticas. El caso más patente es Comunicaciones sociales en la Universidad nacional de Salta, la cual arrancó en 2005 con buenas intenciones.

Allí un hato de pseudo progresistas pretendieron hacer de esa alta casa de estudios el coto de caza para mentes débiles con facilidades para ser manipuladas por docentes que solo se dedicaron a meterle en la cabeza a los alumnos audios de Víctor Hugo Morales y notas paupérrimas de C5N.

Estos despropósitos eran habituales en los talleres para enseñarles cómo se hacia la comunicación al mejor estilo “678”, donde el adoctrinamiento era la forma más básica de lograr soldaditos que terminasen votando por un gobierno que les hizo creer a los “zurdos” que ellos eran socialistas. Al final el tiro les salió por la culata y el vote joven fue a parar a las arcas del que sostenía la motosierra en los actos proselitistas.

El punto más álgido se alcanzó en 2017, cuando una banda de desquiciadas ingresaban a las aulas al grito de “¿dónde esta Maldonado?”. Resulta que una de esas impresentables tiene a su merced la catedra de Comunicación comunitaria, donde sabrá Dios que les enseñarán pero de seguro nada con una utilidad práctica.

Hace poco una graduada en Comunicaciones sociales en la UNSA le dijo a MUY CRITICO que para ella había sido una gran decepción haber perdido años estudiando una carrera que en nada le ha servido para su desempeño laboral.

La década perdida

Fueron lo suficientemente inteligentes como para montar una propaganda tan aceitada como la de Joseph Goebbels. Utilizaron todos los canales de comunicación que estuvieron a la mano y montaron una autentica persecución contra aquellos que no comulgaban con sus ideas.

¿Pero que fue lo que les permitió meterse al bolsillo a la gente? simple: tomaron unos paliativos que Duhalde utilizó para mitigar la resaca de la crisis del 2001 y los convirtieron en herramientas para ganar elecciones; como contrapartida y lamentablemente en eso hay que darles la razón, ningún otro gobierno implementó las medidas sociales; pero a costa de ello le dejaron a la Argentina índices escandalosos de pobreza, indigencia, inseguridad y sobre todo inflación.

No aprovecharon el boom de la soja, en caso de haberlo hecho hoy Argentina sería un pais emergente como lo si lo es Brasil, India, Rusia y China. No invirtieron en Educación, Salud y Tecnología, por lo que al día de hoy la realidad es lo que muestran los escandalosos números que dejaron Alberto, Cristina y Massa. Los tres presidentes en funciones a los que los argentinos tuvieron que padecer hasta el día de hoy.

¿Cómo sigue el pseudo progresismo en épocas de Milei?

El electo presidente dijo que haría volar por los aires el Ministerio de la Mujer en aquel recordado video viral de Tik tok. El mencionado ministerio no ha servido en ningún aspecto más que para publicar las alarmantes cifras de femicidios que en la Argentina no disminuyen sino que aumentan.

Salta no escapa de esa hipocresía con el Observatorio de la Mujer, que poco y nada le aporta el drama de la violencia machista en la provincia, siendo una de las que mayor índice de femicidios tiene a la fecha, mientras sus flamantes funcionarias cobran más que José García por no hacer nada más que montar puestas en escena donde salen de vez en cuando a brindar cifras que ya todos conocen.

El pseudo progresismo ha fracaso estrepitosamente en la Argentina con un gobierno que se despide entre sombras y que nada le ha brindado a una sociedad sedienta de justicia y harta de las hipócritas que solo aparecen para la foto, como el ultimo dia del juicio por el asesinato de Cintia Fernández.

En cuanto a las que manejan el Ministerio de la Mujer, desde donde no tienen idea de que la muerte de Lucio Dupuy ha dejado como legado una ley que de seguro ellas no tuvieron ni la más mínima injerencia, porque claro, para lo único que sirven es para alentar a violentas que gritan como mandriles embravecidos por la calle: “Muerte al macho”.