Antes de las elecciones en la provincia más grande de la Argentina –como le gusta decir a la prensa europea– los libertarios estaban tan seguros de su triunfo en las legislativas en Salta que celebraban cada exabrupto de Milei como si fuera un gol de Messi; mientras el peronismo en Salta aparecía agazapado con un Urtubey reciclado que ahora parece seguro de aprovechar el triunfo del peronismo bonaerense y la caída de los libertarios, tras el efecto Spagnuolo. ¿Podrá el peronismo salteño replicar el gran triunfo en Buenos Aires?
Mientras los Milei intentan maquillar la apabullante derrota en las urnas bonaerenses el peronismo en Salta parece haber encontrado un segundo aire que podría bajar a Emilia Orozco del lugar de “favorita” para su candidatura a senadora. Allí reconfigura su estrategia un Urtubey renovado y seguro de su candidatura, en un contexto de peronismo intervenido y sobreviviente de una crisis incluso de internar con el Oso Leavy. Pero tras el batacazo del peronismo de Kicillof en el bastión más grande de la Argentina, el peronismo parece que seguirá aprovechando los errores no forzados de los libertarios para asegurar un triunfo que antes del último domingo parecía una utopía.
No solo Urtubey se regodeó del triunfo bonaerense, también los candidatos de Sáenz están en una posición que antes parecían no percibir, la de contar con un escenario que parecía impensado hace un año atrás: el desgaste libertario. Ese que se fue erosionando con cada insulto, con cada pelea, con cada miércoles de protestas con los jubilados, médicos y familiares de personas con capacidades diferentes.
Es una situación inmejorable para la oposición, esa misma que aparecía dividida y con internar irreconciliables. Pero todo cambió el domingo cuando apareció una brecha de más de 14 puntos y un Milei golpeado reconociendo la paliza pero redoblando la apuesta de su postura.
Aun así, el dilema acerca de, si las elecciones en Buenos Aires “traccionan” en Salta, la respuesta parece que obedece a una lógica tan pragmática que encuentra su respuesta en la fagocitación de la violencia con la que los libertarios en Salta celebraron cada bravuconada de las fuerzas del cielo que resultaron ser las fuerzas del infierno.
Más allá de la interna con los Menem y Karina Milei de un lado y Toto Caputo del otro, aquí en Salta la estupidez solo reconoció una sola marca: la de seguir la lógica de la violencia, la del destrato a la Prensa y la de reunirse con un nefasto como el Gordo Dan, el mismo troglodita que insultó a la hija discapacitada de Luis Juez y que por cierto Milei no se pronució nunca para repudiar al influencer estrella del gobierno nacional.
Según muchos analistas fue la frutilla del postre en el decálogo de horrores y errores que abonaron una derrota humillante a manos de un oportunista Axel Kicillof, quien con su “madre política” presa, ahora se abre camino hacia una probable presidencia en 2027 que podría dejar a Milei afuera de una soñada reelección.
Fue tan naif lo hecho por los libertarios que incluso parecía una réplica de lo que pasaba en Buenos Aires. Si hasta audios les aparecían. Mientras Diego Spagnuolo hacía temblar los cimientos del ejecutivo nacional, aquí en Salta aparecían audios con denuncias de diezmos libertarios.
La denuncia fue presentada el 13 de junio por Cristian Achaval, director de la oficina de la ANSeS en la ciudad de Metán, quien aportó un audio que compromete al entorno libertario. En la grabación, difundida originalmente por radio Infinito el 12 de junio, se escucha a Ortega reclamarle al funcionario el cumplimiento del “aporte obligatorio”, fijado en un 5% del sueldo.
El Ministerio Público Fiscal de Salta, a cargo del fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio, confirmó que se abrió una averiguación preliminar tras recibir la denuncia en la Oficina de Orientación y Denuncias. Aunque aún no se identificó formalmente a los imputados, los nombres de Orozco, Zapata y el siempre polémico Alfredo Olmedo aparecen de forma directa en el material registrado. Olmedo, conocido por su postura negacionista y ultraconservadora, no está involucrado formalmente en esta etapa de la investigación. Como decían las viejas en el campo: “No hay opa sin suerte”
Pero Orozco y Zapata tuvieron un alivio cuando el mismo Ramos Ossorio inexplicablemente desestimó la denuncia realizada por Achával. En el fallo se considera que la extorsión a la que Achaval hizo referencia no es tal. “No basta con el sentimiento personal y subjetivo de sentirse ´amenazado´, pues si así fuera la discrecionalidad del tipo penal quedaría sujeta a los filtros personales de cada individuo, y sus parámetros acerca de aquellos que le resulte un compromiso en su ánimo personal, por el contrario para que se configure una figura tapioca de tales características es menester identificar la presencia de dicho o actos que ´objetivamente´ constituyan amenazas”, dice el fiscal en su desestimación de la denuncia.
Ramos Ossorio fue consultado repetidas veces por MUY CRIUTICO para que responda ante esta “desestimación” pero el funcionario judicial se negó sistemáticamente a brindar una entrevista y responder preguntas.
De todos modos el incendio alcanzó a los libertarios salteños cuando en el canal América 24, los periodistas Nicolás Wiñazki y Santiago Fioriti, expusieron que detrás de ese entramado ilegal, la principal acusada era la diputada Orozco. Aunque Ramos Ossorio en nombre de la justicia de Salta diga otra cosa, el daño ya está a la imagen de Orozco en vistas a las elecciones próximas ya está hecho. Es la prensa nacional y no un medio local el que da a conocer esos audios.
Insultos, violencia, malicia, audios humeantes y una payada de antología
Ergo, la cabeza visible de la derrota libertaria sigue siendo Milei, aunque venerado por Orozco y sus acólitos salteños, está claro que los votos le han dicho claramente al Ejecutivo Nacional que no se puede gobernar así, ya que no se salvó nadie.
Desde Victoria Villarruel a quien llamó “burra y traidora”; a Kicillof le dijo “enano comunista” y “pichón de Stalin”; insultó a un niño con TEA; tildó de ensobrada a toda la Prensa opositora; llamó “viejos meados a los jubilados”; humilló a los médicos mandándolos a estudiar otra cosa; y la lista sigue y sigue.
En medio de esa ostentación de poder le aparecieron los audios de su amigo Spagnulo, mencionando que su hermana se quedaba con el 3% de las coimas, en lo que configura como el mayor escándalo de corrupción de los últimos años; y que Milei insiste con señalar como “opereta” a algo que claramente no lo es, o sino como se explica que vengan de una persona que ingresó 41 veces a Olivos en horas de la noche y madrugada a escuchar opera con el mismo presidente.
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Hasta Mario Pergolini lo humilló con una payada de antología en su programa de Canal 13, con poncho al hombro y toda la mística CQC, destruyó poéticamente al mismísimo Milei. Una verdadera ironía que el rebelde que hizo hocicar a Carlos Menem en los 90, esté de vuelta como una pesadilla recurrente recordándole al poder de turno que meterse con la prensa es el peor error que se podría cometer.
Porque como alguna vez dijo el querido Marcelito Arancibia: “Cuidado con la prensa, que no es el cuarto poder sino el primero”.
