CUANDO OLIVER PANIS HIZO LA GRAN SENNA EN MÓNACO

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El 19 de mayo de 1996, el circuito de Mónaco vio nacer una de las victorias más improbables de la historia de la F1. Olivier Panis, un francés discreto al volante de un humilde Ligier JS43, emuló la grandeza de Ayrton Senna en las calles del Principado. Pero esta no fue una victoria cualquiera: fue un triunfo tejido con lluvia, caos y solo tres autos en la meta.

El escenario fue un domingo de locos en Mónaco. Aquella carrera de 1996 en las calles del principado ya prometía ser caótica desde la formación de la parrilla. Damon Hill, con Williams, salía desde la pole, mientras que Michael Schumacher, con Ferrari y Jean Alesi, en Benetton, eran los otros favoritos. Panis, por su parte, calificó en un modesto 14º puesto.

Pero la lluvia, esa gran igualadora, apareció para trastocarlo todo. El asfalto mojado convirtió las estrechas calles del circuito en una pista de patinaje. Uno tras otro, los grandes nombres fueron cayendo: Schumacher chocó en la primera vuelta, Hill perdió el control en la curva de la Rascasse y Alesi abandonó por problemas mecánicos.

Panis celebra un triunfo impensado mientras la realeza lo aplaude

Panis, el zorro de la lluvia

Mientras los demás sufrían, Panis comenzó a tejer una remontada magistral. Con un Ligier JS43 impulsado por un motor Mugen-Honda (lejos de la potencia de los Mercedes o Renault de la época), el francés manejó con precisión quirúrgica. Su estrategia de neumáticos mixtos (intermedios al inicio, luego slicks) fue clave.

A diferencia de Senna, que en 1984 casi gana con un Toleman en condiciones similares (aunque aquella vez la carrera fue detenida prematuramente), Panis sí pudo cruzar la meta. Pero no lo hizo solo: increíblemente solo tres autos terminaron la prueba. David Coulthard (McLaren) y Johnny Herbert (Sauber) completaron el podio, pero ambos a más de un minuto del francés.

El último ganador francés… y el último de Ligier

La victoria de Panis fue histórica por múltiples razones: Fue el último triunfo de un piloto francés en la F1 hasta que Pierre Gasly –el actual compañero de Franco Colapinto– ganó en Monza 2020; fue la última victoria del equipo Ligier que luego se convertiría en Prost Grand Prix; y fue la única carrera en la historia de la F1 con solo tres autos en la meta.

¿Una hazaña comparable a la de Senna?

Ayrton Senna, en 1984, estuvo a punto de lograr lo imposible con un Toleman en Mónaco, pero la carrera se detuvo cuando estaba a punto de superar a Alain Prost. Panis, en cambio, sí completó la faena. Aunque su Ligier no era un monoplaza competitivo, su conducción impecable lo llevó a la gloria.

Como el propio Panis dijo años después: “Ese día, todo salió bien. En Mónaco, si sobrevives, puedes ganar”. Y vaya si sobrevivió. Hoy, 28 años después, aquella victoria sigue siendo recordada como un milagro en las calles de Montecarlo. Un día en el que Olivier Panis, sin ser una estrella, brilló más que nadie y quedó en la historia del deporte motor.