Las plataformas ondemand no han logrado mitigar la resistencia de un auténtico clásico del arte y el entretenimiento en Salta. MUY CRITICO realizó un tour nostálgico junto a Juan Ángel Sánchez, el operador del proyector y primer empleado de la emblemática sala de cine.
Juan es veterano de Malvinas y es el primer empleado del Cine Opera. En un plano secuencia de algo más de 8 minutos –una eternidad para los tiempos de streaming y milenials ansiosos– nos adentramos en la magia donde nos mostró como está la sala en la actualidad. Su relato arranca a fines de la década de 1970, cuando se estrenaron películas clásicas como Superman, Fantasy o Star Wars, entre otras.
“Onorio Abdenur fue quien me empleó. Entré en el año 1979 como peón de limpieza”, arrancó contando Juan, al tiempo que agregó que luego fue ayudante de operador. “Se habían enterado que yo sabía manejar maquinas”, detalló. Cabe recordar que para ese momento se inauguraba en Tucumán el Cine Atlas, lo cual Juan aclaró que le pusieron ese nombre por “Salta al revés”, por lo que fue llevado a inaugurar aquella sala.
Para entonces se estrenaba Superman de Richard Donner protagonizada por con Christopher Reeve, que se convertiría en el primer largometraje que Juan tuvo la oportunidad de ver. Mientras tanto trabajaba en el Cine Hogar Escuela pero su corazón inevitablemente le hacía sentir más pertenecía por el Opera, donde finalmente se quedaría hasta la actualidad.
Contaba con 700 butacas, una confitería en la parte superior con mozos y ventanas a la calle, la que era utilizada en el intervalo entre las dos películas. Es importante recordar que en esa época se exhibían dos films. En lo que además de cine originalmente fue inaugurada como “sala teatro, la cual contaba con platea y pulman, y un palco lateral con 6 butacas”, cuando asistía alguna “persona invitada especial”, tal como lo describe Juan.
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“Gracias por la magia”
Obviamente que el estreno mundial de Star Wars no podía pasar desapercibido y menos aún afuera de la presente nota. En 1977 se estrenó en EE. UU., pero llegó a las salas argentinas un año después. Una locura de la época si se piensa en el desfasaje temporal que ello generaría al día de hoy, pero en aquella década era parte de la vida cotidiana.
El western espacial de George Lucas llenó las salas de todo el mundo y el Opera no fue la excepción. Allí fue cuando los salteños de aquella época conocieron a los emblemáticos Darth Vader, Luke Skywalker, la princesa Leia Organa y el caza recompensa Han Solo. Pero los que se llevaron todas las miradas fue la pareja de robots C3PO y R2D2, de quien el público se enamoró y bautizarían al primero de ellos como “Arturito”, en una curiosa y simpática confusión gramatical.
“La magia sigue intacta”, dice el popular dicho que se aplica a cualquier contexto y si bien ya pasaron más de 45 años desde que Juan puso la cinta de Superman en el proyector; el paso del tiempo, el feroz modernismo, la digitalización impiadosa de nuestras vidas y los brutales cambios generacionales, no han podido con el Cine Opera. Un auténtico e inoxidable clásico de Salta.