La prima que no era prima y el “chapeo” que no funciona ni en Salta. La dama se identificó como Milagros Cornejo y el bizarro episodio sucedió en calles Ameghino y Zuviría durante un control de alcoholemia
Ni si quiera a Gabriel García Márquez le alcanzarían 100 años para reflejar las bizarreadas que suceden en Salta. No somos Macondo pero quizás seamos peores en nuestras miseria humanas. Resulta que un joven fue detenido en un control de alcoholemia en Ameghino y Zuviría. Hasta ahí todo normal.
Pero el asunto se empezó a teñir de marrón caca cuando el crio dio positivo y la “femenina” que estaba a su lado en el vehículo comenzó a esgrimir una farfulla digna de los peores campeonatos de bochornos agudizados por el consumo de bebidas alcohólicas, que al parecer es la segunda pandemia después del Covid a esta altura del siglo. Sobre todo por sus consecuencias ignominiosas.
La mujer se identificó como “prima del gobernador Gustavo Sáenz”. Obvio que el servidor público acostumbrado a las estupideces para justificar el pavoroso tramite que se le viene encima al ebrio en cuestión, soportó las imbecilidades, pero esta se lleva todas las palmas.
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“Tres Alikales después”
Obvio pasadas unas horas, cuando los vapores etílicos comenzaron a abandonar a ese pobre organismo maltratado por, sabrá Dios cuantas sustancias toxicas más, no se le ocurrió mejor idea que recurrir al ominoso dios virtual de las redes sociales y pedirle disculpas a los policías, a gobernador, a Blanca nieves, a los siete enanitos y a los “Cinco locos y al collar de la reina”.
Al parecer la miseria humana subyugada por la tecnología y unos litros de alcohol, ha hecho descender a algunos actores de la sociedad salteña al nivel de bufones impresentables, los cuales están viviendo una época maravillosa para la modernidad pero olvidable para la dignidad humana.