Este miércoles 3 de diciembre, desde las 10:00, el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta tomará juramento a los ediles electos en los comicios del pasado 11 de mayo. En esta sesión vuelve a ocupar una banca Pablo López, de La Libertad Avanza, cuyo regreso genera rechazo público por los escandalosos antecedentes que motivaron su salida del cuerpo.
Y un día López regresó al concejo de Madile. Parece una entelequia pero no lo es. Ya rozaba lo surrealista cuando el ex concejal y ahora concejal de nuevo, aducía que aquello eran audios generados por IA, como si ahora todo se redujera a una cuestión digital.
Cabe recordar que López presentó la renuncia a su banca, pero el Concejo deliberó en una sesión especial y decidió no aceptársela. Lejos de convalidar la dimisión, el cuerpo resolvió expulsarlo por “inhabilidad moral” luego de que su expareja, Estela Méndez Valero, lo denunciara por violencia laboral y sexual.
El escandalo tomó magnitudes bíblicas cuando se difundió un audio donde se lo escuchaba a López pedir favores sexuales a cambio de reducir una deuda económica que la mujer mantenía con él. La causa continúa sin resolución judicial.
Aquí no pasó nada y de la víctima nadie se acordó. Salta sigue siendo esa provincia machista donde lo único que importa es el resguardo del victimario y la indiferencia hacia la víctima. ¿Dónde habrá quedado la perspectiva de género? ¿Y la manada de feministas que paraban el transito ante cualquier nimiedad, que esperan para ir al Concejo capitalino a mostrar su rechazo a esta nueva arremetida machista? solo era ficción para la gilada.



