BIENVENIDOS A DERRY O LA OBSESIÓN DE ANDY MUSCHIETTI CON EL PAYASO PENNYWISE

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La serie tiene ocho episodios que se estrenan cada domingo, con el final de temporada previsto para el 14 de diciembre de 2025. Todos los capítulos están disponibles en el servicio de streaming HBO Max y por el canal HBO. Creada por los argentinos Andy y Barbara Muschietti, junto con Jason Fuchs, la serie profundiza en los ciclos de terror que azotan Derry y en la naturaleza cambiante de Eso, quien demora en aparecer con forma de payaso. NO CONTIENE SPOILER

REPP (*)

Cuando terminé de leer las 1.138 páginas de la novela original de Stephen King me llevé una enorme desilusión ya que la película de 1990 me pareció magnifica. No creo que alguien pueda llegar a superar la inigualable interpretación de Tim Curry en el papel principal de Pennywise. Menos aún Bill Skarsgård, el nuevo payaso que convengamos que asusta pero no seduce, como el de la primera película, aquella de Tommy Lee Wallace que tan fascinado me dejó.

Antes de adentrarnos en las entrañas de la serie de los hermanos Muschietti, debo hacer una aclaración que no tuve tiempo de hacerla por los acotados tiempos de la televisión. A una semana de la publicación de la presente nota escribí un editorial titulado “El psicópata encantador”, el cual refiere a la persona de Javier “El Chino” Saavedra, el principal sospechoso de asesinar a Jimena Salas y que terminó matándose en la alcaidía de Salta a solo 12 horas de iniciar el juicio.

Tim Curry en la magnifica versión de 1990

Resulta que Fedra, la conductora del programa de televisión donde fui invitado hizo mención a la nota que había escrito y mencionó la referencia a “It”, el payaso asesino de la novela en cuestión. Resulta que mi intención en esa nota era comparar la capacidad de Saavedra para camuflarse en una sociedad que llegó a considerarlo un ser encantador. De hecho los que lo conocieron jamás podrán aceptar que fue autor de aquella masacre en 2017, en Vaqueros, aunque las pruebas en su contra sean contundenetes.

Puntualmente refiero a tres famosos asesinos en serie que se hicieron celebres por su capacidad para seducir a sus víctimas: Jeffrey Dahmer, Ted Bundy y John Wayne Gacy, justamente este último es a quien me refería. Ese asesino tiene particularidades muy especiales y la que coincide con Javier Saavedra es la capacidad de seducir a sus víctimas, confundirlos con un ardid como el que utilizó El Chino para engañar a Jimena Salas ese trágico mediodía.

Pero resulta que no lo comparo con el payaso del libro It, sino con el asesino que inspiró a Stephen King a escribir su exitosa novela, la que a mí no me gustó nada, pero a muchos si y especialmente a mi compatriota Andy Muschietti, con quien comparto otros gustos como ser hincha de Independiente y fan en los 90 de la banda NKOTB. Incluso en las películas aparecen referencias directas y hasta se dio el gusto de poner al autor de la novela a tomar de un mate con el logo del club de Avellaneda, en un divertido cameo del escritor, quien aprobó largamente las adaptaciones de los Muschietti.

Stephen King apareció en una escena de la película «It, capítulo 2» tomando mate con el escudo de Independiente

A propósito de Stephen King, para inspirarse y escribir su novela –y no basarse en esa historia– solo le bastó una alcantarilla y las noticias en los diarios de las enigmáticas desapariciones de jovencitos entre 1972 y 1978. Simplemente se desvanecían y sus familias los buscaban incasablemente durante años, hasta que se conoció la noticia de que un perverso había enterrado a 33 cadáveres debajo de su casa, después de secuéstralos, torturarlos y matarlos.

Obvio que se tomó unas cuantas licencias, tales como que Gacy hacía desaparecer jóvenes, casi adolescentes, mientras que Pennywise hace desaparecer niños.

La horrorosa faena de Gacy también conocido como Pogo el Payaso o El Payaso Asesino, ya que disfrazarse para entretener a los niños en los hospitales era parte de su estrategia para engañar a las autoridades, se terminó el 23 de diciembre de 1978, cuando la policía comenzó a sacar los cuerpos del sótano de la casa de Gacy.

El libro

El origen de lo que al día de hoy se ha convertido en una franquicia es la novela publicada en 1986 y que ha tenido aquella adaptación de 1990 y las de los Muschietti en 2017 y 2019; más la serie de HBO que acaba de estrenar dos capítulos.

La memoria y el trauma infantil aparecen de forma recurrente a lo largo de la narrativa que alterna entre dos épocas: cuando los protagonistas son niños en 1958 y cuando regresan como adultos en 1985. Gran parte del poder de la criatura reside en hacer que la gente olvide los horrores del pasado.

A grandes rasgos la novela evoca la pérdida de la inocencia donde captura la transición de la niñez a la adolescencia y cómo los traumas de esa época pueden persistir en la vida adulta. Además del poder de la unidad y la creencia ya que siete niños marginados, autodenominados “El Club de los Perdedores”, descubren que solo uniéndose y enfrentándose juntos a sus miedos pueden tener esperanza de derrotar a “It”.

Obvio que el mal y el miedo son parte importante de la estructura narrativa ya que se trata de un ente antiguo y cambiante que se alimenta del terror de sus víctimas, apareciendo frecuentemente en la forma de Pennywise el Payaso para atraer a los niños.

Pero el libro es tan extenso que divaga entre apariciones del citado ente en las formas más variadas. La que más recuerdo del libro es cuando se trasforma en un pájaro gigante de plumas doradas; para luego retomar capítulos enteros con sucesos tales como el incendio donde mueren muchas personas de raza morena. Aunque debo admitir que lo más ingenioso es el asesinato debajo de un puente, cuando unos homofóbicos arrojan a un adolecente al agua. Allí abajo lo está esperando el payaso, quien mata al chico y la culpa recae en la pandilla de intolerantes, quienes en el juicio argumentaban que ellos habían visto incluso cuando la víctima sale del agua y hasta ese momento está vivo. Igualmente son condenados por el crimen del payado, siendo inocentes.

Allí aparece un común denominador con Gacy, que es la homosexualidad, ya que la mayoría de las víctimas eran jóvenes gays. Muchos habían trabajado en la empresa de venta de artículos para el hogar que tenía y que usaba de tapadera para cooptar a estos muchachos. Incluso Gacy era un homosexual reprimido que se había casado y tenía dos hijas. De hecho su esposa lo abandona cuando descubre en el sótano de los horrores, aparatos sexuales pertenecientes a su marido, con los que torturaba a sus víctimas.

Otro elemento que toma Andy Muschetti de la novela y lo adapta muy bien en la película es el enorme muñeco leñador de Derry, cuando inesperadamente toma vida y comienza a perseguir a uno de los personajes.

De todos modos el libro me pareció demasiado extenso aunque Andy Muschietti detectó algo que a mí me pasó por alto. “Desde el principio, fuimos claros con él (Stephen King). Le dijimos: ‘Tu libro es un misterio. Es un rompecabezas que se deja sin resolver a propósito. Y vamos a crear muchos elementos para desentrañar esos enigmas y también para llenar los huecos del rompecabezas. Al final, esto crea una historia que no está en el libro. Es una historia oculta’”.

Quizás esto elevó aún más la complejidad en el relato en la cual lo único que me quedó en claro al final es la presencia del mal en sus diferentes vertientes. Ese mal que vemos en cada  fotografía de una escena de un crimen, de ese mal que señalamos cuando sabemos que alguien es perverso o perversa, y los conocemos. Aceptamos que son malvados pero dejamos que recién sean señalados cuando quebrantan la ley porque en definitiva ser malo no está prohibido, solo es moralmente reprochable.

Lo que concluyo es que “It” nos muestra de forma criptica como puede ser representado el mal en sus más diversas dramatizaciones.

Andy Muschietti con los actores de la versión de 2017

El universo Pennywise

“Una nueva pesadilla está en tu pantalla ¡y tú también flotarás! La serie It: Bienvenidos a Derry revela el origen de Pennywise y los horrores que marcaron a la ciudad mucho antes de los sucesos vistos en las películas de Andy Muschietti, la mente detrás de It (2017) e It: Capítulo Dos (2019)”, anuncia uno de los tantos portales que leí de la nueva serie.

En esa misma nota se consigna que “en la esperada precuela del payaso It, ambientada en 1962, ahora conocemos a Teddy, Phil, Lilly y Ronnie, un grupo de jóvenes que comienza a investigar la desaparición de varios niños en Derry, mientras enfrentan fenómenos sobrenaturales. Paralelamente, el Mayor Leroy Hanlon llega a la Base Aérea local, donde descubre que el miedo se extiende más allá de las calles del pueblo”.

Tuve la oportunidad de ver los dos primeros capítulos a pesar de que las películas de Muschetti no me gustaron. Quizás la de 2017 tenga sus aciertos como lo que apunté antes, lo del crimen del chico gay debajo del puente y el muñeco gigante de Derry, que lo vi por ahí en algún tráiler de la nueva serie. Pero la de 2019 me pareció pésima, me aturdió, es un griterío sin sentido que no se termina más y que al fin de cuentas el payaso no es más que una presencia con golpes de efecto entre planos y contra-planos que solo buscan exaltarnos. Nada nuevo.

De todos modos no se le pueden quitar méritos a Andy Muschietti ya que tuvo la mayor recaudación de una película de terror, de todos los tiempos, con más de 700 millones de dólares de ganancia y una inversión de solo 35. Lo que convirtió al director argentino en el nuevo gurú de los films de horror.

Ergo, más importante que eso quizás sea la aprobación del mismo King, quien es recordado por sus críticas contra Stanley Kubrick tras el estreno de “El Resplandor”, cuando le achacó que había tenido una falla garrafal aquella película, ya que el disparador de su inspiración fueron los problemas de alcoholismo que sufría Stephen King por entonces y que lo llevaron a escribir esa novela.

Con respecto a Muschietti, King no ha parado de alabar sus dos adaptaciones al cine aunque todavía no ha hecho ninguna declaración de la nueva serie.

(*) Redactado en primera persona