Un perito describió las roturas que presentaba el vestido de Jimena Salas, confirmando el brutal ataque. Además con la recepción de nuevas declaraciones testimoniales se reanudó la audiencia de debate por el femicidio ocurrido el 27 de enero de 2017. Durante la jornada comparecieron dos peritos y tres investigadores del CIF.
El primer testigo, licenciado en Criminalística, tuvo varias intervenciones en el marco de la causa. Entre otras tareas, se le encomendó la inspección ocular de las prendas que vestía Jimena Salas al momento de su muerte. Precisó que el vestido presentaba cuarenta roturas producidas por elemento con punta y filo: cinco en la parte delantera y treinta y cinco en la parte posterior.
Aunque la cantidad exacta de puñaladas que recibió la victima fueron 48. Muchas en la parte del cuello, otras de la parte posterior cerca de la cintura y muchas en las manos, en lo que evidentemente se puede notar los movimientos defensivos de la víctima.
El perito señaló que también efectuó inspección ocular de la ropa que llevaba el viudo de la víctima. En este caso –aseveró- no se encontraron signos de interés criminalístico.
Posteriormente, en una ampliación de la pericia con utilización de luces forenses, analizó las prendas que llevaban las hijas de la víctima la mañana del 27 de enero de 2017. En ellas se observaron varias manchas sanguinolentas de contacto.
En la segunda etapa de la investigación, el perito realizó inspección ocular de tres vehículos secuestrados a la familia Saavedra: un Volkswagen Vento marrón, un Renault Clío azul y un Renault Logan oscuro.
Por otro lado, en marzo de 2023, al perito se le solicitó una comparación fotográfica de calzados. Se trataba de imágenes que mostraban unos mocasines color marrón claro. Cotejó fotos extraídas de las redes sociales de Javier Saavedra, fotos aportadas por testigos y las recuperadas del celular de Jimena Salas. La conclusión del profesional fue que existían características similares entre los mocasines de las imágenes: color, forma (punta cuadrada), costuras, caña, elásticos laterales y manchas. Aclaró no obstante que el estudio no permitía arribar a conclusiones categóricas.
Otro de los testigos que comparecieron hoy fue un funcionario policial de la Unidad de Investigaciones de la UGAP que intervino en un allanamiento realizado en 2022 en el domicilio de la familia Saavedra, en barrio Parque Belgrano. En la oportunidad fue detenido el imputado Guillermo Saavedra y se secuestraron varios elementos de interés para la causa. Indicó que en la habitación de Javier Saavedra (quien en ese momento no residía en el lugar) se encontraron una mochila de tela camuflada estilo militar, una tarjeta bancaria a nombre de una mujer, y una tarjeta de Saeta y un DNI a nombre de otra mujer.
La lista de testigos también incluyó a una perito en papiloscopía que, durante la primera etapa investigativa, analizó muestras tomadas en el lugar del hecho. Sostuvo que fueron consideradas no aptas por no reunir la cantidad de puntos característicos para una identificación.
En la segunda etapa de la investigación se le encomendó el cotejo de las muestras recolectadas con las huellas papilares de los hermanos Saavedra y de 33 de sus familiares: el resultado fue negativo.

Finalmente declararon dos funcionarios policiales más, de la Unidad Especial de Investigaciones del CIF.
Uno de ellos dijo haber intervenido en el allanamiento realizado en septiembre de 2022 en un domicilio en barrio Pereyra Rosas donde, entre otros elementos, se secuestró un automóvil Renault Clío azul con cédula verde a nombre de Adrián Saavedra.
El otro efectivo hizo lo propio en un inmueble abandonado sito en calle Mendoza al 600, perteneciente a la madre de los acusados. En el lugar se secuestró una camisa celeste.
Concluida la ronda de testimoniales fijada para hoy, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta mañana a las 8.30.
Los imputados en la causa son los hermanos Adrián Guillermo Saavedra (38) y Carlos Damián Saavedra (40). Están siendo juzgados por homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa por el concurso premeditado de dos o más personas, femicidio.
El tribunal está integrado por los jueces José Luis Riera (presidente), Mónica Faber y Maximiliano Troyano (vocales). Por el Ministerio Público interviene una unidad fiscal conformada por Mónica Poma, Gabriel González y Leandro Flores. La defensa de los dos imputados está a cargo de Marcelo Arancibia y la querella esta representada por Pedro Arancibia.
La muerte de Jimena Salas ocurrió el 27 de enero de 2017 en barrio San Nicolás de la localidad de Vaqueros.