En una grotesca representación de una parodia pseudo Mick Jagger, Javier Milei “cantó” en el Movistar Arena. La excusa fue presentar su nuevo libro “La Construcción del Milagro”, mientras trata de rearmar la tropa y recuperar algo de “mística libertaria”; mientras José Luis Espert, se vio obligado a retirarse de la elección después de verse obligado a admitir que había recibido un pago de 200.000 dólares de un presunto narcotraficante, entre otros nubarrones que taparon el firmamento libertario. Fotografía: Natacha Pisarenko/AP
Las sabias abuelas del siglo XX solían tener un magnifico dicho cuando las tenciones dominaban la casa y alguno se quería despachar con una festichola: “El horno no está para bollos”, decían. Resulta tan contradictorio que los comportamientos del presidente y su entorno, parecieran cada día superar al de sus antecesores. Esto es, cada vez que se destapa una maloliente denuncia por algún escándalo de corrupción la contracultura de inmediato es alegar que todo es una “opereta”, palabra que incluso usaban los kirchneristas cada vez que el periodista Jorge Lanata los denunciaba.
Aun no se escuchó ni una palabra del escándalo de las coimas en ANDIS, con un Diego Spagnuolo enviado al exilio libertario y escondido bajo alguna roca; hace unos días estalló el escándalo mayúsculo de José Luis Espert, admitiendo haber recibido un pago de 200.000 dólares de un presunto narcotraficante y amigo suyo.
Lejos de sacárselo de encima como a una mala costumbre, Milei protegió a Espert hasta el final, hasta que acorralado por la prensa tuvo que bajarse de la candidatura. Cabe recordar que Espert fue quien le presentó a Spagnuolo a Milei.
En una inadmisible desconexión de la realidad, Milei en medio del escándalo que significa que Espert, aun figurando en las boletas ya no va a competir; se despachó un show más grotesco de lo calculado en el mismo Movistar Arena.
En un artículo de antología que no tiene una línea de desperdicio, el medio británico THE GUARDIAN, incineró al presidente argentino. Bajo el titulo “Quemando la casa: Milei se hace pasar por estrella de rock mientras la economía argentina se desploma”, destrata al mandatario ridiculizándola y bajándolo al nivel de un verdadero payaso.
Lo que sigue son algunos párrafos de la dolorosa nota editorial:
El “presidente estrella de rock” de Argentina, Javier Milei, ha tenido dificultades para obtener mucha satisfacción últimamente, ya que su promesa de conducir al país hacia una nueva era de prosperidad se hundió en medio de una ola de conflictos económicos, escándalos y descontento público.
Pero el lunes por la noche, el populista sudamericano de pelo desaliñado, ex líder de una banda tributo a los Rolling Stones, subió al escenario en Buenos Aires con la esperanza de salir de la depresión cantando.
¡Olé, olé, olé, olé! ¡Milei! ¡Milei!”, corearon miles de incondicionales mientras el libertario de 54 años inauguraba un concierto en el Movistar Arena de la ciudad, un recinto con capacidad para 15.000 personas que anteriormente ha recibido a rockeros como Liam Gallagher, Judas Priest y Megadeth.
Milei se deleitó con la adulación, levantando los brazos enfundados en cuero y tomando un sorbo de agua antes de continuar con su repertorio de nueve canciones, compuestas principalmente por himnos del rock de los 80. “Soy humano”, dijo al estadio abarrotado. “Quizás no lo parezca, pero lo soy”.