La diputada nacional Emilia Orozco quedó en el centro de la polémica tras afirmar que “los pobres no entienden de macroeconomía”, una declaración que generó críticas y repudio en distintos sectores.
“¿Quién asesora a Emilia Orozco?”, era la pregunta ayer en un encuentro espontaneo de movileros frente a la casa de un entrevistado. Y la respuesta parece ser obvia: “Nadie”. O quizás la pregunta sea ¿Qué le pasa a Orozco?
Quizas la soberbia de saberse al tope de las encuestas que quizás a estas alturas sean tan cofiables como las de las pasadas elecciones bonaerenses, donde Milei decía empate técnico y terminaron 14 puntos abajo, quizás la polarización con Urtubey sea solo un espejismo y que la realidad se convierta en una mala noticia para la legisladora rosarina. Habría que preguntarse porque Milei suspendió el viaje a Salta, le habrían avisado desde la Rosada que por estos valles Orozco podría perder.
El tema de candente actualidad es que Orozco atenta contra su propia imagen producto de su incontinencia verbal o de política no tiene la menor idea, ya que acaba de despacharse una bravuconada de campeonato contra una de las barriadas más populosas de Salta: “Soli”, como le dicen los ciudadanos de esa zona al barrio Solidaridad.
Las expresiones de la diputada nacional y candidata libertaria Emilia Orozco, registradas en un informe televisivo difundido en la provincia, despertaron una fuerte controversia política y social. En sus dichos, la legisladora se refirió de manera despectiva a sectores vulnerables, incluyendo barrios populares, madres solteras y comunidades originarias del norte salteño.
En el material emitido por el periodista Alexis Miranda, Orozco mencionó al barrio Solidaridad —uno de los más humildes de la zona sur de la capital salteña— para graficar que, según su visión, “no tiene sentido hablar de macroeconomía” en esos sectores, sugiriendo que sus habitantes carecen de capacidad para comprender políticas de escala nacional.
“Es very difficult”
Como alguna vez dijo el querido astro futbolístico Carlitos Tevez, lo de Orozco pareció aproximarse tangencialmente a aquella feliz humorada del ídolo del Manchester United, pero aquí no hay nada de graciosa. La polémica se profundizó con otras manifestaciones en las que la diputada describió como “difícil” explicar a los pueblos originarios cuáles son los mecanismos para progresar fuera del asistencialismo estatal. Incluso, relató que en sus recorridas recomienda a las mujeres indígenas no tener más hijos si no cuentan con recursos para criarlos.
Estas expresiones fueron interpretadas como un menosprecio hacia comunidades que históricamente enfrentan situaciones de exclusión y pobreza estructural. En el mismo informe, Orozco también hizo referencia a las políticas habitacionales, al sostener que comunidades como la wichí habrían recibido viviendas y obras públicas en exceso, lo que fue rápidamente desmentido por organizaciones locales que trabajan en el Chaco Salteño.
Desde diversos sectores sociales y políticos de Salta se cuestionó el tono de sus declaraciones, calificándolas de discriminatorias y alejadas de la realidad cotidiana de los barrios humildes y las comunidades originarias.