TRIPLE CRIMEN: QUIÉNES ERAN, POR QUÉ LAS MATARON Y LAS DOS HIPÓTESIS QUE INVESTIGAN POR EL ASESINATO DE LAS TRES JÓVENES

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Un informe de LA NACION recorre los rincones más oscuros del caso que sacude al país por su inusitada crueldad y violencia contra tres mujeres jóvenes en absoluto estado de vulnerabilidad.

La investigación por la desaparición de tres jóvenes de La Matanza terminó con un hallazgo estremecedor en Florencio Varela. Los cuerpos de Brenda Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Gutiérrez (15) fueron encontrados descuartizados en una vivienda vinculada a una organización narco, menos de una semana después de haber sido vistas por última vez en una estación de servicio de La Tablada.

El caso, que sacude a la provincia de Buenos Aires, se encuentra bajo secreto de sumario y ya dejó un saldo de 12 detenidos. Según la hipótesis oficial, se trató de un ajuste de cuentas ordenado por un traficante prófugo, en el marco de una venganza narco que incluso habría sido transmitida en vivo por redes sociales para un grupo reducido de cómplices.

Quiénes eran las víctimas

Las tres mujeres fueron identificadas como Brenda Castillo, madre de un niño, Morena Verri, ambas de 20 años, y Lara Morena Gutiérrez, de 15. Eran oriundas del partido de La Matanza y se desempeñaban como trabajadoras sexuales.

Cuándo desaparecieron

Según la reconstrucción oficial, las jóvenes fueron vistas por última vez el viernes 19 de septiembre, a las 21.29, cuando abordaron una Chevrolet Tracker en la rotonda de una estación de servicio YPF, ubicada en el cruce de Monseñor Bufano y la avenida Crovara, en La Tablada. Allí habían llegado juntas desde la casa de Verri, en Ciudad Evita.

Vecinos señalaron que las cámaras de seguridad de la rotonda estaban fuera de servicio. El último contacto con las víctimas se registró durante la madrugada del sábado 20. A las 3 de la mañana, los tres teléfonos celulares se apagaron de manera simultánea.

Los familiares de Lara explicaron que el sábado hicieron la denuncia en la comisaría de Ciudad Evita y no se la quisieron tomar. Les dijeron que esperen 24 horas. “Estamos hablando de la desaparición de una menor, nunca activaron la alerta Sofía, nos dijeron que era hasta los 12 años que se aplicaba”.

Las primeras pistas

Los investigadores lograron obtener imágenes de la camioneta Chevrolet Tracker blanca, que luego fue incendiada. También detectaron la última señal del celular de Lara a las 23.14 del viernes en una antena ubicada en Malta al 400, barrio Santa Rosa, Florencio Varela.

El rodado, que circulaba con patente duplicada y pedido de captura por robo desde agosto, fue rastreado hasta perderse en el cruce de Crovara y General Paz. Días después, el 23 de septiembre, los investigadores secuestraron una camioneta con esa chapa, pero se comprobó que no correspondía al vehículo en el que habían viajado las víctimas.

Dónde encontraron los cuerpos

En una primera instancia se especulaba que las jóvenes habían acordado un encuentro con un cliente en la estación de servicio. Presuntamente, esta persona les iba a entregar una suma de dinero que, según una versión, ascendía a USD$300 para cada una. Esta información, declarada por uno de los familiares, es el eje sobre el cual trabajaron, en una primera instancia, los investigadores para intentar identificar a la persona que las recogió en la Chevrolet Tracker blanca.

El miércoles 24 por la mañana, la investigación dio un giro trágico: los cuerpos de las tres jóvenes fueron hallados en una vivienda situada en Jáchal y Chañar, Florencio Varela, a 37 kilómetros de la rotonda de La Tablada, donde habían sido vistas por última vez.

De acuerdo con el parte oficial, los restos estaban desmembrados y ocultos bajo tierra, dos de ellos descuartizados dentro de bolsas de residuos. La zona coincidía con la última activación del teléfono celular de Lara.

Según fuentes oficiales, a Lara, la más joven de las víctimas con 15 años, le amputaron los cinco dedos de la mano izquierda y una oreja, antes de cortarle el cuello. Sobre ella, los asesinos aplicaron la mayor saña.

A Brenda, de 20 años, le asestaron varios puntazos en el cuello para torturarla, la golpearon en la cara y la asesinaron de un fuerte golpe que le provocó aplastamiento macizo facial. Después de matarla, los asesinos le abrieron el abdomen.

En tanto que Morena, también de 20 años, fue sometida a una golpiza en el rostro antes de quebrarle el cuello para matarla.

Luego de revisar las livideces, la fauna cadavérica y las temperaturas corporales, los forenses concluyeron que los homicidios se habrían concretado entre 90 y 96 horas antes del hallazgo de los cuerpos. Esto significa que Brenda, Lara y Morena habrían sido asesinadas el 20 de septiembre entre las 3 y las 6, (seis y diez horas después de que fueron vistas por última vez), en la rotonda de La Tablada, en el partido de La Matanza.

La investigación

La causa quedó radicada en la UFI Descentralizada N° 2 de Laferrere, a cargo del fiscal Gastón Duplaá, con la carátula de “homicidio agravado”. El expediente se encuentra bajo secreto de sumario.

En los operativos participaron detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Matanza y se realizaron múltiples rastrillajes. En el lugar del hallazgo, el miércoles detuvieron a un hombre y a una mujer encargadas de limpiar la vivienda, donde había manchas hematicas, fuerte olor a cloro y tierra removida en el fondo. Posteriormente, fueron arrestados los dueños de la propiedad, presuntamente ligados a una organización narco.

En total, 12 personas fueron detenidas, aunque los investigadores advierten que aún hay más involucrados. Algunos fueron identificados: Maximiliano Andrés Parra, de 18 años; Daniela Ibarra, de 19; Miguel Ángel Villanueva Silva, de 25, y Magalí Celeste González, de 28. Los dos últimos son de nacionalidad peruana.

Supuestos vínculos narco

De acuerdo con el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el crimen estuvo vinculado a un ajuste de cuentas narco. Según precisó, el asesinato fue transmitido en vivo por Instagram para un grupo reducido de unas 45 personas relacionadas con la organización: “Esto le pasa al que me roba drogas”, habría dicho uno de los líderes durante esa transmisión.

La principal hipótesis sostiene que la orden provino de un traficante peruano prófugo, señalado como jefe de la banda que opera en la villa 1-11-14 de la Ciudad de Buenos Aires y que controla varios puntos de venta en el sur del conurbano.

En conferencia de prensa, Alonso explicó: “Es una organización criminal con comando en un barrio de emergencia en la Ciudad y puntos de venta en el sur de la provincia de Buenos Aires. Todo da cuenta de una venganza narco, de una organización narco que las liquidó. Trabajamos con esa hipótesis: ellas vieron algo, dijeron algo, algo pasó. No se les fue de la mano, desde el primer momento hubo una estrategia planificada”.

El funcionario agregó que las víctimas habrían tomado contacto con uno de los líderes en la zona de Flores y que, el mismo viernes a la tarde, un grupo de hombres cavó un pozo en la casa de Florencio Varela donde luego fueron asesinadas.