El 2024 estuvo atravesado por un caso emblemático en cuanto a escandalo institucional, cuando el operador político Darío Monges, tras aparecer ejecutado en su camioneta de cinco balazos en la cabeza, se lo vio en un video junto a narcos armados hasta los dientes y durante el juicio de su propio asesinato, nombrando a altos funcionarios del Ejecutivo Provincial. Mientras en Diputados y Concejo deliberante hubo dos peleas estelares entre funcionarios –mujeres contra mujeres y hombres contra hombres– que hicieron las delicias de toda la prensa rabiosa y famélica de contenidos de esta cuantía
Como un fantasma que vuelve de su tumba para ajustar cuentas con el mundo de los vivos, el inefable Darío Monges, aun con los balazos en la cabeza apareció por el edificio de los tribunales federales de Salta en un video que parece sacado de una serie de narcos, de esas para maratonear en Netflix. Rodeado de matones fuertemente armados, señalando a Benjamín Cruz –el funcionario estrella de Bettina Romero–, lo que le valió la eyección inmediata del Tribunal de Faltas y tener que aguardar por un juicio por el delito de tráfico de influencias, entre otras calamidades.
Aunque el muerto no se quedó solo con Cruz, también menciona a Abel Cornejo, a Pablo Outes y al mismo gobernador.
Para peor ese video no fue producto de las infames redes sociales. Se trata de una prueba que se exhibió en El Tribunal Oral Federal N° 1 que juzgó y condenó a los hermanos David y Santiago Bejarano por el homicidio agravado por alevosía y el uso de arma de fuego de Darío Monges, ocurrido en septiembre de 2022.
Como si eso no fuera poco el caso seguirá en Casación. Es decir que como lo adelantaron las partes, tendrá más etapas y eso significa que la noticia no muere allí, aunque Monges ya esté mas muerto que Julio Cesar, seguirá hablando en esos videos que le queman al gobierno. Cabe recordar que en la audiencia anterior Catalino Bejarano –el padre de los asesinos– fue absuelto por el beneficio de la duda. Por ello es que la Fiscalía y la querella consideran que Catalino, también tuvo participación en el crimen de Monges y van a casar el fallo obviamente.
Un implantólogo por favor
Justo cuando el Dr. Carlos Colmenares, el mejor implantologo de Salta está a punto de jubilarse, se puso de moda entre diputados y concejales prometerse bajadas de dientes en riñas entre pasillos o en el mismo recinto, denotando un bajísimo vuelo intelectual que se le suma a un año para el olvido en materia de debates que pudieran enriquecer la calidad institucional en Salta.
Prueba de ello fue el duelo feroz entre la libertaria Griselda Galleguillos y la diputada Socorro Villamayor. Relatar la crónica de aquella riña es sobreabundante ya que el bizarro episodio se repitió hasta el hartazgo en redes sociales, convirtiéndose en uno de los momentos más virales del año. Sobre todo cuando la Galleguillo huyó despavorida de la escena y botitas al ruido se piró del palacio legislativo presa de un pánico que luego se tradujo en una explicación que causó más ruido aun: dijo temía que la arrojaran escaleras abajo.
“Auxilio, socorro”
Esas escaleras son bien altas y una caída de allí sería incluso más doloroso que dejar los dientes en el piso producto de puñetazos por parte de Socorro; que dicho sea de paso menos mal que la concejal libertaria quien juró en traje de novia, no se le ocurrió gritar “auxilio, socorro” aquel martes, por razones obvias podría haberle ido peor.
Es justo decir que Villamayor bajó el tono al otro día y aunque herida en su orgullo por la figura de su padre, le dijo a la periodista Marcela Jesús que la promesa de los dientes por el piso era una expresión metafórica muy lejos de lo literal, pero el cagazo que de agarró la Galleguillo fue bien “literal”.
Milhouse el buchón
El otro delirante episodio fue protagonizado por el irritante y también libertario Pablo “Milhouse Van Houten” López. Ese que agarra el Tiktok y se pone a darle a los concejales del saencismo como bacalao en semana santa, molestando incluso a Güemes abajo del monumento que lleva el nombre del héroe gaucho. Pero todo tiene un límite y el cantante devenido en concejal José García, según sus propias palabras lo llamó al orden en un pasillo. Pero lejos estuvo de amenazarlo con enviarlo al consultorio del ”Caballo” Colmenares.
Obvio que “Milhouse” agotó el manual del escándalo de la A a la Z, denunciándolo en el recinto de avenida del Líbano y luego en la comisaria. Para peor justo en ese momento (oh casualidad), el presidente del Concejo, el forastero Darío Madile no estaba y como García es el número dos, la promesa de “cagarlo a piñas” literales palabras de un asustado Lopéz, fue cuando el ganador de Operación Triunfo lo hizo en calidad de presidente interino del Concejo.
Como para completar el cuadro al otro día el escandalo siguió en las radios y medios televisivos, cosa que luego se refrita febrilmente en las redes sociales, allí García dio su versión que dista mucho del desafío de pugilato pero si admitió que lo llamó al orden y no es de extrañar que el Milhouse libertario despierte este tipo de pulsiones, sobre todo en un sujeto como García que se ve que es de pocas pulgas a la hora de los bifes.
…Y a todo esto ¿las soluciones para los vecinos dónde están? El trabajo de estos ediles millonarios que ganan unos tres palos y se la pasan en discusiones inútiles para ver quien la tiene más larga o quien es más obsecuente con sus jefes políticos. Como sea, las sesiones del Concejo del porteño Madile son cada vez peores en cuanto a lo poco y nada que ese cuerpo deliberativo le aporta a la ciudadanía.
Dicho esto y ante la mediocridad reinante entre estos influencer, pseudo-periodistas o cantantes, a la rabieta protagonizada por el binomio García y López, se le suma el papelón del bufonesco Víctor Lamberto, cuando quiso hacerle una cama al diputado de LLA, Carlos Zapata y le salió el tiro por la culata. Ese mismo que baila en la pantalla del Once a la mañana junto al Guillo Kripper, otro para el decálogo de beneficiados por la política de cotillón, ahora deberá afrontar un juicio por el delito de falsificación de documento público.
Mientras el votante se pregunta ¿Qué le aportan al estado provincial y municipal estos funcionarios módicos?
Que el 2025 sea mejor, quiera Dios en materia de calidad institucional porque evidentemente tendremos que volver a votar a abogados y contadores, en vez de esta runfla de mediáticos de dudosa cuantía académica.