Agustina Gallo Puló fue jefa de Gabinete, y Valeria Capisano fue secretaria de Prensa y Comunicación, durante la nefasta administración municipal de Bettina Romero. Se fueron dejando un tendal de deudas y un municipio chocado. Tras la dimisión de ambas a sus lucrativos cargos no dieron ni una explicación de que se hizo con el dinero de todos los salteños que pagaron sus impuestos durante los 4 años en los que reinó Bettina y este par.
Lamentablemente las noticias envejecen con una vertiginosidad alarmante y lo que pasó hace 24 horas ya no lo recuerda nadie, menos aun lo que sucedió durante los últimos 4 años. La otra mala noticia es que cuando dos funcionarias renuncian o se van entre las sombras, tal el caso de este par, es como si un manto de olvido tapara todo lo que hicieron y en una ciudad como Salta, gente que no da explicaciones de sus actos públicos, caminan por las calles sin ni siquiera recibir un escrache, tal como si lo hacen porteños, cordobeses o tucumanos, indignados.
Pero Salta es la ciudad de los silencios y el culto a la genuflexión, donde durante 4 largos años la señora Romero, siguiendo el mandato familiar, tuvo que formar parte de un experimento político en el cual los salteños quedaron enredados viendo como el municipio se caía a pedazos y nadie decía nada.
Mientras la ciudad se desvencijaba ya que no se hacía la más mínima inversión en obras, más que ponerle cuentas regresivas a los semáforos y llenar de ridículos cubos de cemento amarillos las calles como para imitar las bicisendas de los porteños, puertas adentro se iba el dinero de los contribuyentes como agua entre los dedos.
Obviamente que antes de asumir a la intendencia, en la declaración jurada de bienes que Bettina Romero presentó ante la Escribanía de Gobierno de la Provincia, revela un patrimonio “muy modesto”. Según el portal SALTA TRASNPARENTE, en efecto, en aquella oportunidad la hija de Juan Carlos Romero declaró como sus únicos activos $ 129.426.08 depositados en una caja de ahorro y cuotas sociales en Salta Wine SRL, adquiridas el 10 de mayo de 2005 por $ 10.000.
Bettina Romero declaró al asumir como Intendenta de la Ciudad que no tiene bienes inmuebles, ni rurales ni urbanos, ni tampoco autos u otros bienes registrables. Tampoco declaró si posee bienes muebles que superen el valor de $ 5.000 que es obligación declarar de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 2 de la Ordenanza 11.895.
Tampoco declaró si desarrolla actividades privadas y en su caso, si ellas le reportan algún ingreso. Por último en el rubro “Créditos y Derechos”, Bettina Romero declaró retenciones del impuesto a las ganancias por un valor de $25.056,66.
El feroz faltazo al Concejo Deliberante
Cuando la municipalidad ardía entre las protestas por falta de pagos de sueldos a los empleados durante junio de 2023, se realizaban reuniones puertas adentro con la directiva de la Unión de Trabajadores Municipales (UTM), donde los dirigentes sindicales se quejaban de ofertas “irrisorias” y continuidad del paro; pero algo más oscuro asomaba en el firmamento de la administración Bettina Romero.
Esto tuvo su rebote cuando la edil de Salta Independiente, Paula Benavides, presentó una moción en el recinto del Concejo Deliberante para que Gallo y Capisano dieran las explicaciones sobre el pago de los 74 millones de pesos a una consultora. Las funcionarias no se presentaron aduciendo problemas de agenda.
Para aquella reunión Agustina Gallo y Valeria Capisano mandaron sólo a unos asesores legales. “Molesta mucho que hayan faltado nuevamente. Vemos un desfiladero de funcionarios cada vez que la intendenta Bettina Romero tiene algún acto protocolar pero sin embargo no son capaces de venir a dar explicaciones”, dijo Benavides a ARIES en una entrevista.
Visiblemente molesta por entonces, Benavides dijo que “Bettina desconoce la carta municipal que establece que somos cogobierno y de esa forma buscamos trabajar desde el Concejo Deliberante. Hablan de la necesidad de diálogo pero sin embargo hacen esto; en caso de no asistir, tomaremos otras medidas más estrictas”.
La consultora de la discordia
“La relación comercial entre la Municipalidad de Salta y Gustavo Buchbinder, titular de varias consultoras radicadas en Buenos Aires arrancó en septiembre de 2022. Desde ahí hasta acá se llevó más de 65 millones de pesos de los salteños. Hasta ahora nadie explicó en concepto de que. Ante las faltas de respuestas asoma una denuncia penal a funcionarios municipales”, planteaba CUARTO PODER en una nota publicada el 4 de marzo de 2023.
Cabe recordar que se venían las elecciones y Bettina buscaba quedarse 4 años más en el ejecutivo municipal, por cierto la segunda caja más lucrativa de la provincia de Salta. En ese informe detallaban que “los gastos se imputaron a Publicidad y Propaganda a cargo de la licenciada Valeria Capisano quien en las próximas horas sería citada por el Concejo Deliberante”. Justamente ese fue el faltazo que pegó junto a su compañera de desventuras, Agustina Gallo.
“Se desconoce hasta ahora el trabajo llevado adelante por las consultoras que conduce Buchbinder. Concejales plantearon la posibilidad de que dichos especialistas trabajasen para la campaña de reelección de la intendenta cuestión que también sería irregular al tratarse de fondos públicos”, reza otro párrafo de la nota que denuncia estos aberrantes desmanejos.
Es perentorio recordar que antes de las elecciones nunca se vio una campaña de desprestigio tan furiosa como las que arrancaron en redes sociales contra el Gustavo Sáenz y Emiliano Durand. De nada sirvió y los pagos para los quioscos de Buchbinder fueron tan estériles que la paliza que se comió Bettina en las urnas fue humillante.
De ultima hubiera sido más beneficioso que Bettina le pidiera a “Horizontes S.A.” que realizara una honesta campaña y que todo ese dinero tirado como un vil manchancho hubiera ido a parar a los merenderos de Salta, donde diariamente asisten niños hambrientos por una taza de mate un bollo.
¿Pensarán en el hambre de los niños la Gallo y la Capisano o simplemente se defecan de la risa en la cara de todos santeños? Porque claro, Bettina ya fue, su aventura política acabó de la peor manera y en la Justicia local jamás va a ir contra quienes han operado para los poderosos de turno.