El 1 octubre de 2022 el Procurador General de la Provincia, Pedro García “El Sheriff” Castiella junto a los integrantes de la Unidad Fiscal, brindaban detalles de cómo habían cazado a los asesinos de Jimena Salas, crimen ocurrido el 27 de enero de 2017 en la localidad de Vaqueros. Hace unos días apareció sin vida la señora Paola Vega quien había realizado denuncias contra su pareja por violencia de género; y los mismos funcionarios apenas se dignaron autorizar dos partes de prensa que poco y nada informan. ¿Por qué una conferencia por Jimena Salas y no una conferencia por Paola Vega?
“El acceso a la información pública es un derecho fundamental para la participación ciudadana y la rendición de cuentas.” – Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Se cumple exactamente una semana desde que apareció sin vida en calle Belgrano al 1700, Paola Mercedes Vega, esposa del juez del Tribunal de Impugnación, Salta IV, Marcos Exequiel Molinati.
Por su parte la fiscal Poma dispuso el trabajo del personal del CIF para realizar las tareas de rigor en el lugar y el traslado del cuerpo al Servicio de Tanatología Forense del CIF. En la autopsia realizada “no se encontraron signos evidentes de criminalidad”. Y eso es todo. No hay más información y este sería un caso más de no ser porque la señora Paola Vega no hubiera denunciado a su marido por violencia de género.
En un contexto donde hasta hace no mucho tiempo se oía el grito de “muerte al macho” por las calles todos los días 8 de marzo de cada año en los que reinó Cristina Kirchner, en una Argentina que tenía reclutadas a las fanáticas del “Ministerio de la mujer”, quienes no lograron evitar una sola muerte a manos de un violento y ni hablar del “Observatorio de la mujer” en Salta, que tuvo su edad dorada mientras el “Chirete” Herrera masacraba a su novia durante una visita dominical en la cárcel, y las funcionarias de ese observatorio solo aparecieron el ultimo día del juicio por el crimen de Cintia Fernández, vestidas de punta en blanco para la foto.
En la última década las desigualdades de mujeres ante la violencia machista se convirtió en un auténtico curro estatal y cada funcionaria de esos inventos para conseguir voluntades durante épocas de elecciones, ganaron fortunas al calor de las estadísticas que seguían creciendo. Uno de los nombres que pasó a engrosar esas lamentables estadísticas fue el de Jimena Salas, asesinada en el interior de su casa el mediodía del 27 de enero de 2017. Por cierto un caso que se convirtió en un fetiche para la parte acusadora de Salta.
Tras un juicio fallido con dos imputados que nada tuvieron que ver con el caso, empezó otro capítulo en lo que hace a una de las muertes más enigmáticas producidas en territorio salteño, además del caso de las turistas francesas.
Desde aquel 1 octubre de 2022, el Sheriff utilizó todos los recursos de la Procuración, fiscalías y CIF, para “resolver” el caso y mostrarle a la sociedad salteña de una vez y para siempre quien mató a Jimena Salas.
Después de una bizarra IPP con indicios que más se parecen a los de la famosa novela de Eduardo Sacheri, los tres Saavedra tendrán su juicio el cual será otro lamentable circo para la prensa amarillista y que tendrá su correlato en aquella conferencia de prensa de 2022.
Cabe preguntarse y no desde la óptica de las feministas sino del sentido común, ¿Por qué una conferencia por Jimena Salas y no una conferencia por Paola Vega? Con el agravante de que su marido, el que había sido denunciado por la misma Paola, trabajó en la fiscalía.
Entonces la Procuración General de la Provincia de Salta tiene la obligación de informar a la comunidad de que es lo que le pasó a la señora Paola Vega, tanto como la actividad de teléfonos móviles y dispositivos del juez Marcos Exequiel Molinati, antes y después del domingo pasado cuando encontró a la señora sin vida en la vivienda de calle Belgrano y todas las pericias correspondientes. Las mismas que la fiscalía manda por lo general a hacerle al pobre diablo que caiga en sus horizontes de sucesos, sean culpables o no.
Otra entidad que tiene obligaciones es APES, la Asociación de periodistas de Salta, quien debería emitir un comunicado urgente en guarda de la información publica, de que la Procuración con García Castiella a la cabeza, así como tuvieron los recursos y la voluntad de organizar una conferencia de prensa para avisar que “habían” resuelto el caso Salas, deberían estar haciendo exactamente lo mismo con el caso de Paola Vega.
Por último, el Observatorio de la Mujer también debería estar tomando cartas en el asunto ya que se trata de una mujer que había hecho denuncias por violencia de genero contra su pareja, las cuales obviamente fueron desoídas.