“Prosiguen las diligencias en el caso de la muerte de una mujer en su domicilio”, titula el impersonal portal de noticias del MPF. “La UFEM continua con las actuaciones en el marco del hecho acontecido el pasado domingo. Se realizan pericias adicionales, mientras se espera el informe ampliatorio de los estudios forenses”. Esto es lo que se dignaron a publicar tras casi una semana de la aparición de la señora Paola Vega sin vida en su domicilio.
Un silencio estremecedor rodea el caso en el que el juez de Impugnación, Marcos Ezequiel Molinati, avisa al Sistema De Emergencias 911 que su pareja apareció muerta en una vivienda de calle Belgrano de la ciudad de Salta.
El cuestionado funcionario judicial fue fiscal cuando ya había sido denunciado en dos ocasiones por violencia de género. Aun así el “Sheriff” García Castiella hizo caso omiso a las denuncias y dio paso al nombramiento aun cuando su predecesor, el Dr. Abel Cornejo, se había opuesto a la designación, porque es lógico que alguien que fue denunciado por su pareja y por otra mujer ostente un cargo en el MPF.
Habría que preguntarle al procurador general de la provincia de Salta porque tuvo de fiscal a Marcos Ezequiel Molinati cuando pesaban sobre su persona sendas denuncias. Lamentablemente esta y muchas otras preguntas quedarán en la nada ya que la procuración se maneja con un hermetismo total en todos los casos, y más aun tratándose de uno en que un funcionario que pasó por la misma procuración está en el ojo de la tormenta por la muerte de su pareja.
Las preguntas que deberían responder
Obviamente que las 72 primeras horas son vitales para una investigación de estas características, pero a casi una semana no sabemos absolutamente nada de lo que le pudo suceder a la señora Paola Vega, lo que se supone que la fiscal Poma tendría que estar investigando.
Los peritajes de los teléfonos de ambos, tanto de Molinati como de la señora Vega, deberían ser sometidos a un minucioso análisis. También la actividad de ambos en sus redes sociales y sobre todo como fueron los últimos minutos de la probable víctima. Con quién estuvo, con quien compartió esa clase de Tango que trascendió y en la que había participado.
Otro dato alarmante que circuló entre los periodistas y que fue compartido por algunos cronistas de judiciales es que Molinati habría tocado el cuerpo y también habría contaminado la escena del hallazgo, cuestión que reviste una gravedad enorme ya que Molinati no podría ignorar estos protocolos habiendo sido fiscal y ahora juez.
Se espera algo más que un raquítico, impersonal y fútil parte de prensa donde se habla de “muerte de una mujer” y no de probable femicidio; tampoco se nombra a nadie y no se provee de la más mínima referencia en tiempo y espacio de lo que hace a un caso que debería ser atendido con la mayor celeridad y seriedad posibles.