En el caso de que los verdaderos asesinos de Cassandre Bouvier y Houria Moumni se entregaran en 2024, aun con todas las pruebas que los condenaran ya no podrían ser enjuiciados ni encarcelados. Tampoco perseguidos por ninguna unidad fiscal.
Artículo 62 – 2º Después de transcurrido el máximum de duración de la pena señalada para el delito, si se tratare de hechos reprimidos con reclusión o prisión, no pudiendo, en ningún caso, el término de la prescripción exceder de doce años ni bajar de dos años.
Las turistas francesas aparecieron violadas y asesinadas el 29 de julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo. Pasaron 12 años, 5 meses y 5 días al momento de la publicación de la presente nota y el único condenado es Gustavo Lasi, quien claramente no pudo haber actuado solo.
Esto deja el caso con un solo condenado por la violación y asesinato de dos mujeres adultas de 29 y 24 años, quienes claramente no pudieron haber sido reducidas, golpeadas, violadas y ejecutadas por el mismo agresor. A menos que haya actuado otro atacante con el mismo ADN, tal vez su padre, quien curiosamente es el dueño de la carabina que se utilizó en los asesinatos y a quien el juez Martin Pérez exoneró inexplicablemente de toda culpa y cargo.
Aunque hay un detalle no menor a tener en cuenta ya que las víctimas tenían al menos dos patrones más de ADN masculinos y uno femenino; lo que deja el material genético de Lasi en compañía de otras tres personas más –al menos– que habrían participado del acto criminal. Pero resulta que los otros dos no son ni Daniel Vilte ni Santos Clemente Vera.
La prescripción en el Derecho argentino
“Crímenes conocidos, y otros no tanto, llevan años con causas abiertas en las que no se puede encontrar al culpable, ya sea de un homicidio o de otro delito menor. ¿Pero puede esto seguir así indefinidamente? No. El Estado tiene un límite de tiempo para perseguir un hecho delictivo. Pasado este tiempo, el delito prescribe”, platea un informe de LA NACION titulado: “¿Qué pasa cuando prescribe un delito?”.
Según explica Claudio Stampalija, abogado penalista y criminólogo, “la prescripción es un instituto de derecho público, que representa una garantía para el imputado de un delito y que le impone un límite al poder punitivo del Estado”.
“Lo que determina el tiempo en el que prescriben los delitos es la propia norma penal”, explica el abogado y profesor de la UBA Ignacio Tedesco. Y aclara: “El Código Penal establece (en su artículo 62) distintos momentos: quince años para los delitos penados con pena de reclusión perpetua o prisión perpetua; el máximo de la pena de prisión que importe el delito cometido con la salvedad que ese plazo no puede superar los doce años y no bajar de los dos años y dos años para cuando esté reprimido con multa”.
Los siete “convenientes” años en la cárcel de Santos Clemente Vera
Luego de que Impugnación condenara a Vera a prisión perpetua en 2016 con la firma de los jueces Luciano Martini y Rubén Arias Nallar; vendrían más dilaciones cuando no hizo lugar a la queja la Corte de Salta, obviamente; para pasar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde una cantidad monumental de causas le hicieron demorar los años que Santos debió purgar en ese depósito de gente que es la unidad penal de Villa Las Rosas.
Al final no es más que simples Matemáticas: los siete años que la causa pasó de Impugnación, Corte de Salta y Corte Suprema de la Nación; más los cinco años entre el juicio y la paupérrima etapa de Investigación Penal Preparatoria del impiadoso Martin Pérez, devuelve exactamente los 12 años que necesitaban los asesinos para quedar ante una prescripción que los libera de toda culpa y cargo.
Ahora se entiende la grosera demora que tomó todo este lamentable raid judicial que más que martirizar a Vera sirvió para que los asesinos se tomaran el tiempo suficiente para que el largo brazo de la ley no los alcanzara, mediante tecnicismos como los que claramente realizó el Poder Judicial de Salta y que les sirvió para hacer zafar a sus amigos.
Perfil criminal
Lamentablemente la mala noticia es que el crimen quedó impune y aunque la Suprema Corte de la Nación le haya ordenado a la justicia salteña realizar otro juicio no serviría de nada ya que el delito prescribió.
Lo único que queda claro son los elementos empíricos tales como los patrones de ADN masculinos y uno femenino encontrado en una de las víctimas; los disparos con la carabina del padre de Lasi, que sabrá Dios porque Pérez lo absolvió definitivamente; la data de muerte de 15 días que no cierra jamás; y obviamente la connivencia de los asesinos con todos los que colaboraron de una u otra manera para que durante el tiempo que le llevó prescribir los crímenes, hicieran todo lo posible para que los tiempos se dilataran, suspicazmente el límite de 12 años que lleva prescribir.
Entonces será como asegura el periodista Jean-Charles Chatard, autor del libro Francesas, autopsia de un doble asesinato, quien dijo que “los asesinos conocen el funcionamiento de la ley por lo que claramente son abogados”.
Sumarle a ello que los ADN corresponden a dos hombres y una mujer, quienes disponen además de las competencias suficientes para conocer los plazos de la justicia; contar con un poder adquisitivo que les permita viajar a Europa o a cualquier lugar del mundo hasta que el asunto se enfríe y por ultimo, un grado de amistad tal con la casta judicial que les posibilitó no solo zafar de la ley sino de la prensa, que al día de hoy no pudo dar con la verdad de un asunto que de a poco fue perdiendo el interés del público.
Por último y lamentablemente para el “Sheriff” García Castiella, el sueño de salir a cazar perejiles se trunca ante esta realidad en la que sin dudas los mandamases del Poder Judicial han logrado que en Salta se haya cometido el peor crimen de la historia y que haya quedado impune.
Incluso se adelantó en cierta manera al concepto de “femicidio”, donde Salta a pesar de la aparición de la ley que incrementa la pena de prisión a 35 años, más algún que otro atenuante que se le ocurra a la fiscal Poma, quedará en la nada misma.