Uno de los casos más enigmáticos en la historia judicial de Salta parece ser que no lo era tanto, sino que debido a la estremecedora tardanza que le llevó a la justicia se habría cometido la torpeza al parecer de no investigar una pista clave, como lo fue la ubicación del celular del camionero y cotejarla con respecto a sus declaraciones. Cabe recordar que el padre de la víctima murió en un siniestro vial mientras viajaba buscando a la joven. ¿Una más de la Justicia salteña?
El 28 de abril de 2014 moría en un trágico siniestro vial, Federico Cash, en la Ruta Nacional 152, en La Pampa. En el vehículo en que viajaba la Policía encontró folletos de su hija, que desapareció sin dejar rastro el 8 de julio de 2011.
Cabe recordar que la familia de la diseñadora contrató los servicios de quien hoy por hoy es el Procurador General de la Provincia, Pedro García Castiella. Esto significa que el actual jefe de los fiscales conoce ese expediente de primera mano y al “aterrizar” en ese cargo podría haberle dado prioridad a un caso tan sensible de connotaciones nacionales; máxime contando con semejante aparato estatal investigativo, el cual tiene al CIF, líder en Sudamérica por su tecnología, más un ejército de fiscales y policías a su disposición.
Unos minutos antes de la publicación de la presente nota, durante una entrevista con RADIO LA RED, a García Castiella le preguntaron porque tardaron 13 años en darse cuenta que el señalado hoy por hoy como el principal acusado de matar a la víctima había caído en evidentes contradicciones.
La detención
Héctor Romero fue detenido este martes 26 de noviembre por la desaparición de María Cash, vista por última vez en Salta el 8 de julio de 2011. Está imputado por homicidio calificado por alevosía.
El arresto se produjo por orden de la jueza Mariela Giménez, del Juzgado Federal N° 2, después de 13 años del inicio del expediente, en el que ya se encontraba incluido desde un comienzo al ser la última persona que vio a la joven con vida.
En un principio Romero solo estaba incorporado en el caso como testigo pero en los últimos días su situación procesal cambió, cuando advirtieron inconsistencias en las distintas declaraciones que dio desde el comienzo de la causa.
Romero quien ahora tiene 71 años estaba al momento de su detención en el barrio Pereyra Rozas, en zona norte de la ciudad de Salta, paradójicamente a un par de kilómetros del despacho de García Castiella. Allí efectivos de Gendarmería Nacional lo trasladaron hasta la sede de la Policía Federal.
Solo resta preguntarse si esta es una más de las torpezas que comete la justicia de Salta cada vez que aparece un caso de envergadura donde son asesinadas mujeres en total condición de vulnerabilidad.