LO QUE BETTINA NOS DEJÓ

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Aparecieron expedientes de la Municipalidad que dan cuenta de que los ex funcionarios de Obras Públicas María Eugenia Ángulo y Luis Racioppi, reconocen que en más de una docena de proyectos se pagó más de lo que correspondía y pedían la suspensión de pagos a la secretaría de Hacienda a cargo de Daniel Amador. La principal empresa en la mira es Norte Áridos de Augusto Dal Borgo y la grosería desembolsada en los supuestos arreglos y mejoras en la Plaza 9 de julio

Parece que nadie aprende de las durísimas lecciones que dejan las administraciones de funcionarios que pareciera que todo lo hacen mal o bajo un manto de sospechas donde los únicos que salen beneficiados son sus amigos y por supuesto ellos mismos.

Durante los 40 años de romerato una frase se escuchó mucho en los bares en Salta cuando aún se podía entrar al centro sin que un pozo deje desmantelado el tren delantero del auto. “Los Romero hicieron rica a mucha gente pero no con plata de ellos”.

Era la frase que siempre aparecía en las charlas de café. Parece cíclico y generacional. Ahora aparece en la mira de los controles el dinero de la obra pública, quizás la forma más pragmática de desviar fondos públicos que se proyectan en obras que luego de un tiempo nadie puede comprobar que fueron fútiles para la ciudadanía, en este caso el municipio capitalino, el cual tenía otras prioridades que aparecían antes de la Plaza 9 de Julio.

Según un informe de NUEVO DIARIO, aparecieron expedientes en la Municipalidad que dan cuenta de que los ex funcionarios de Obras Públicas María Eugenia Ángulo y Luis Racioppi, reconocen que en más de una docena de proyectos se pagó más de lo que correspondía y pedían la suspensión de pagos a la secretaría de Hacienda a cargo de Daniel Amador. A pesar de ello el contador siguió pagando pese a la grave advertencia. Un verdadero escándalo asoma en el romerismo apenas unos días después de haber terminado la gestión de Bettina Romero frente al gobierno municipal, consigna ese medio.

La principal empresa en la mira es Norte Áridos de Augusto Dal Borgo, una de las empresas más beneficiadas en la gestión de Bettina Romero. Entre las obras encomendadas a la empresa citada se encuentra nada menos que la refacción de la Plaza 9 de julio, cuyo presupuesto se triplicó a pesar de que los trabajos aún no terminaron. Los expedientes mencionados en la denuncia podrían develar serios desmanejos en la ejecución de esa obra.

Obvio que los meses de la recta final de la “administración Bettina” fueron paupérrimos, ya que después de aquel 14 de mayo una vez consumada la derrota electoral del romerismo todo se terminó de descalabrar.

Tras gastar 74 millones en consultoras durante la campaña con costos groseros en cartelerías y medios afines que luego de la paliza en las urnas y la derrota a manos de Durand, comenzaron a quitar las pautas publicitarias por orden de María Valeria Capisano, la coordinadora de Prensa y Comunicaciones que manejó discrecionalmente las pautas.

Era obvio que tras la derrota lo primero que se hizo fue cortarles las pautas a los medios más chicos para luego de unos meses recortar todo el presupuesto, con tal ya habían perdido y es sabido que apenas el barco comienza a hundirse las primeras que saltan son las ratas.

El paso de Bettina por la municipalidad de Salta no solo deja una deuda enorme al municipio, tarifazos en el impuesto municipal que al día de hoy sabemos que solo fueron para engrosar los fondos para Dal Borgo, entre tantos otros, o colocar las inútiles ciclovías, o gastar en una campaña asquerosa, donde el rostro de Bettina aparecía en gigantografías con la paradójica frase: “Haciendo las cosas bien”.