“ESTA VEZ VAYA NOMAS MONSEÑOR”

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El arzobispo de Salta, Mario Cargnello zafó de un control de la Vial por el beneficio de la portación de rostro. Venía alcoholizado y sin carnét de conducir; y el genuflexo oficial del control lo dejó irse sin ni siquiera darle un apercibimiento.

“No puedo mentir”, dijo. Como si ese pecado “venial” pondría en riesgo su entrada al Paraíso terrenal pero si hacerlo zafar de un control policial. Mario Cargnello no tuvo ni siquiera que molestarse en pedirle nada al agente en cuestión, este lo dejó ir sin más que mas.

La pregunta que surge de inmediato es la de siempre: ¿En Salta hay ciudadanos de primera y  ciudadanos de segunda categoría? sin dudas Cargnello es beneficiario del primer grupo, donde también están actores sociales que escalaron alto en los tres poderes de la república, de donde a su vez se desprenden algunos personajes tales como jueces, funcionarios y políticos. Al que le quepa el sayo que se lo calce.

Los otros son los ciudadanos de a pie, quienes ante idéntica situación deberían estar de patitas en el Tribunal de faltas haciendo el pago voluntario o bien y ante la falta de dinero para costear la multa, tener que dejar que el rodado o vehículo termine en el canchón municipal.

Climent al ataque

Fue el provocador  periodista y ateo confeso, Fernando Primero Climent, quien publicó un video en el que el arzobispo de Salta reconoce en un control de tránsito que no llevaba consigo el carnét de conducir y además había bebido alcohol, a pesar de la ley de tolerancia cero de alcohol en sangre que rige en la provincia.

“El recientemente encontrado culpable de ejercer violencia, monseñor Cargnello, fue encontrado ahora sin carnet y reconociendo haber bebido. Lo llamativo es que el personal que realizaba el control lo dejó retirarse manejando”, escribió el periodista en su perfil de Facebook.