El caso Jimena Salas está lejos de cerrarse, ya que uno de los asesinos esta suelto. Cabe recordar que el otro responsable material del sangriento femicidio se suicidó 12 horas antes de comenzar el juicio. Durante el juicio se conocieron los audios de Whatsapp le envió su novia apenas se hicieron públicas las fotografías de uno de los atacantes sosteniendo su propio caniche toy.
Seguramente a pocos autores de novelas policiales “noir” se les hubiera ocurrido una secuencia tan ominosa y angustiante por la que tuviera que atravesar alguien como la joven, quien fuera pareja del asesino de Jimena Salas y no lo sabía. Esa perrita color gris ceniza había sido su regalo de cumpleaños el 27 de noviembre de 2016. Nada hubiera hecho pensar a la joven que esa mascota en unos meses pasaría a formar parte de las espeluznantes crónicas policiales; y menos aún podría dimensionar la trascendencia que tuvo la presencia de su perrita en lo que es al día de hoy el hecho criminal más enigmático de la historia judicial de Salta.
Ver esta publicación en Instagram
Uno de los autores del horroroso asesinato podría estar leyendo esta crónica en cualquier punto del planeta, mientras el oficial Colque aun continua buscándolo, junto a la unidad especial que dio con el otro asesino: Javier “El Chino” Saavedra. Ese equipo formado por casi 50 policías le puso nombre a los carteles que todas las semanas las amigas de la víctima mostraban en la Plaza 9 de Julio y que preguntaba: “¿Quién mató a Jimena Salas?”.
La primera buena noticia para la unidad fiscal y el equipo de la policía que retomó la hipótesis del robo que terminó mal fue la obtención de la pieza clave de toda la investigación: la foto de “Bonies” o “La Chichita”, el animalito que terminó siendo fatal para la suerte de Javier Saavedra, ya que fue lo que llevó a que con una simple comparación digital la foto fuera a dar a la cuenta de Facebook del asesino. Allí aparecía el animalito en varias imágenes. Fue el inicio de la investigación y el punto de partida para arrestar a Javier Saavedra en Santa Victoria Este.
El día en que la fiscalía pidió la colaboración de los medios para publicar las fotos y los identikit, la suerte del Chino Saavedra estuvo echada. Ese funesto día para el trabajador social y músico aficionado, fue el 6 de diciembre de 2017, cuando su pareja vio en el diario El Tribuno las fotos y quedó paralizada. No todos los días alguien se topa con la foto de su propia mascota en las manos de un perverso asesino, quien junto a otro sujeto le asestaron 45 puñaladas a una mujer indefensa dentro de su casa y delante de sus hijas de 3 años.
“Mira… ay no sé, en el video el perrito, la perrita esa del video tiene como un collar rojo y la correa nunca en mi vida la vi, pero ese collar, ay una foto que te mandé y… que tiene el collar rojo digamos y después o sea, la primera foto que te mandé creo que es antes de la fecha del crimen y ella te mandó una foto en la que todavía tiene ese corte que es después de la fecha del crimen, días después y todavía tiene como las orejitas y yo que sé, y es muy loco me parece, muy loco”.
La contundencia del audio es tan notoria como la angustia que le causó a la joven a quien según los fundamentos de la sentencia conocidos unos días después de la absolución de los otros dos hermanos Saavedra; ella sintió “miedo” y “piel erizada”, según sus propias palabras.
Obvio que al momento que los audios fueron exhibidos durante el juicio y expuestos ante la joven ya en carácter de testigo, lógicamente por consejos de la defensa de la familia Saavedra, la mujer minimizó la importancia de la prueba.
Pero el registro digital muestra una contundencia absoluta, es un hecho que ella reconoce a la perrita, la misma que había sido su regalo de cumpleaños y que unos meses después formaría parte fundamental de la investigación de uno de los crímenes más aterradores de la historia judicial de Salta, y que fue cometido nada más ni nada menos que por la persona a quien ella amaba incondicionalmente, a quien decidió creerle a pesar de la contundencia de una de las pruebas.
Pruebas como su sangre regada por toda la casa de Vaqueros aquel trágico 27 de enero de 2017, cuando decidió que después de varios intentos de abordar a mujeres de la zona, que la pobre Jimena sería la indicada.