Así lo determinó el tribunal que está juzgando a los dos hermanos Saavedra, tras escuchar las réplicas de las partes y las últimas palabras de los imputados. Los imputados reclamaron por la contraprueba y denunciaron torturas contra Javier Saavedra
Con cruces variados entre fiscalía, querella y defensa; para luego pasar a las manifestaciones de los imputados, el tribunal comunicó que se pasará a un cuarto intermedio hasta horas 16. Cabe recordar que los jueces deberán deliberar y tomar una decisión, la cual será comunicada a las partes y al público en general.
Hubo cruces entre querella y defensa por lo manifestado durante los alegatos, lo que quedó exteriorizado en la jornada de hoy. Pedro Arancibia, el querellante, fustigó sobre las consideraciones de concepto sobre el fallecido Javier Saavedra, a quien lo tildó irónicamente que lo quieren mostrar como “un Jesucristo superstar del siglo XXI”. A lo que agregó enfáticamente que “es una tomada de pelo, una falta de respeto a la memoria de Jimena Salas, al Poder Judicial y a la sociedad salteña”.
Mientras que el defensor Marcelo Arancibia citó jurisprudencias con respecto a la “exclusividad” de elementos probatorios, tales como el caniche toy, collares para perros marca “Patita”, ironizando que hasta él mismo tiene varios de esos collares en su casa y que a Dios gracias no lo acusaron en este crimen.
Los cruces entre las partes elevaron la tensión en la Sala de Grandes juicios hasta el momento en que se les brindó la oportunidad de decir las últimas palabras a los imputados, quienes insistieron en su inocencia y afirmaron que jamás se les dio la oportunidad de realizar una contraprueba de ADN.
Acusaron al oficial Añasgo de torturador y que había ejercido apremios ilegales sobre su fallecido hermano, a quien lo vio doblado del dolor tras las palizas recibidas por parte de los policías y personal del CIF.



