El Galpón escribió una de esas páginas que quedarán en la memoria de todos. Las calles se llenaron de abrazos, de sonrisas y de orgullo para recibir a Agustina Peñalba Moya, nuestra Princesa Provincial.
“No fue solo el regreso de una representante… fue el encuentro de un pueblo con su juventud, con la certeza de que cuando un sueño se hace realidad, es de todos”, indicaron desde el municipio.
Vecinos, compañeros, familias enteras… nadie quiso quedarse afuera de ese aplauso que aún resuena. Porque en los ojos de Agustina estaba la emoción de una chica, pero en la voz de su gente estaba el latido de un pueblo entero que la acompañó hasta volver a casa.
El Galpón no la recibió… la abrazó. Y en ese abrazo entendimos que cuando un corazón joven sueña, el sueño se vuelve de todos.
