Lo dijo el fiscal Patricio Ferrari quien protagonizó el momento más duro de la jornada cuando exhibió una foto del astro fallecido. En ese terrible instante sus hijas Dalma y Gianinna rompieron en llanto. Por su parte Rodolfo Baqué, abogado de uno de los siete imputados, pidió la nulidad de los lineamientos de las defensas porque no tienen la totalidad de pruebas con las que cuentan sus pares de los particulares damnificados.
Dicen que la teatralidad lo es todo en un juicio mediático, pero hay un dicho que termina con todas las especulaciones: “una imagen vale más que mil palabras”. Esa foto de Diego Maradona entubado y con el estómago inflamado a un punto extremo será muy difícil de quitarle de las retinas a toda una generación que lo adoptó como un héroe nacional, cultural y deportivo. Y por supuesto para los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3, Maximiliano Savarino (Presidente), Julieta Makintach (Vicepresidenta), y Verónica Di Tommaso (Vocal).
El juicio por la muerte de Diego Maradona arrancó con frases como “el teatro del horror” y el palazo de Fernando Burlando para Matías Morla. En la sala del primer piso de los Tribunales de San Isidro comenzó este martes la primera audiencia por la muerte del ídolo fallecido a los 60 años el 25 de noviembre de 2020.
En la primera parte de la primera jornada, los representantes del Ministerio Público Fiscal, los abogados de los familiares del Diez y los letrados defensores expusieron ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3.
Dalma (37), Gianinna (35) y Jana (28), las hijas del astro, y por Verónica Ojeda (47), ex pareja del astro y madre de Diego Fernando, su hijo más chico, a quien acompañó su pareja, el abogado Mario Baudry, tuvieron que presenciar esa imagen de Maradona literalmente muriendo y tendrán que escuchar todos y cada uno de los testimonios de testigos y peritos, más las partes que comparecerán a lo largo del debate.
“Imputación sólida y sin fisuras”
Con una alocución contundente, fiel a su estilo, Ferrari calificó de “teatro del horror” al domicilio en donde estuvo internado Maradona desde el 11 de noviembre de 2020 hasta su último día, en el barrio privado San Andrés, de Tigre. “Fue una internación domiciliaria temeraria, deficiente, sin precedentes. Ningún tipo de control hubo en ese domicilio, ningún tipo de protocolo en un teatro del horror que fue esa casa donde murió Diego Armando Maradona, donde nadie hizo lo que tenía que hacer”, dijo el representante del MPF.
Ferrari aseguró que la prueba que reunieron durante la etapa de instrucción junto a los fiscales Laura Capra y Cosme Iribarren derivó a una “imputación sólida y sin fisuras” de los ocho imputados. “Diego Armando Maradona, sus hijos, sus deudos, sus más cercanos y el pueblo argentino merecen justicia”, remarcó antes de describir los tres ejes en los cuales irá la acusación de la fiscalía.
La primera es en base a los más de 200 testimonios que se realizaron durante la etapa de instrucción. La segunda está señalada por los mensajes en los teléfonos celulares de los imputados. La tercera y última es la evidencia médica: “Reconstruimos la historia médica de Diego de los últimos 20 años”, afirmó.
El final de su exposición de lineamientos de inicio, el fiscal Ferrari se dirigió a los siete imputados: “Luego de condenarlo al olvido en esa casa de Tigre, el 25 de noviembre del 2020 cercano al mediodía, deliberadamente y con crueldad, decidieron que muriera”.
El otro fiscal adjunto de San Isidro, Cosme Iribarren, argumentó con detalles cada prueba en contra de los imputados. Hizo hincapié en Leopoldo Luque (44) y Agustina Cosachov (40), neurocirujano y psiquiatra de Maradona, respectivamente, y principales acusados de la su muerte.
“Luque evitó asistir, no garantizó su debido seguimiento para su estado. Ignoró y menospreció los síntomas compatibles con la insuficiencia cardíaca”, dijo sobre el médico.
Sobre Cosachov, que al ingresar fue increpada por Ojeda (le gritó “¡Asesina, da la cara!”), expresó que “en ningún momento aseguró la correcta administración de la medicación que le había indicado” al paciente y que “se desentendió de los efectos adversos eludiendo los estudios apropiados en la evolución”.
“Diego Armando Maradona fue asesinado el 25 de noviembre de 2020”
El abogado Fernando Burlando, quien representa a Dalma y Gianinna, apuntó sin nombrarlo a Matías Morla, abogado y de fuerte presencia en el círculo de Maradona en el último tiempo de vida del astro futbolístico. “Diego Armando Maradona fue asesinado el 25 de noviembre de 2020. Fue asesinado y para esa tarea alguien, que aún se oculta en las sombras, convocó a un equipo de profesionales de la salud para matarlo, de una manera silenciosa pero igualmente cruel”, sostuvo.
“La desidia, el desinterés, la locura, las acciones demenciales, premeditadas, alevosas y a sangre fría estuvieron presentes en este hecho. Un plan inhumano de resultado eficaz”, agregó.
Para el letrado, “todos los imputados participaron de esta ronda de la muerte” e “hicieron todo y más lo posible para que el deterioro de Maradona se agravara”.
Según una crónica de CLARIN, donde consigna que “le cambiaron la medicación como si estuviesen experimentando con un animal y no con un ser humano. Fueron inhumanos e indolentes. Diego Armando Maradona no podía decidir de su salud absolutamente nada. Lo de esta gente es carente de humanidad. Cercaron al paciente. Formaron un entorno diabólico”, expresó
Antes de finalizar, Burlando describió que la muerte de Maradona “fue un compendio del horror de un crimen que pretendía quedar impune y que pretende ser disfrazado de negligencia”.
Por la parte de las defensas de Luque y Cosachov pidieron la absolución de ambos profesionales. Lo mismo hicieron los representantes de los otros imputados: el psicólogo Carlos Ángel Díaz (33); Nancy Edith Forlini (56), coordinadora de la prestadora médica contratada; Mariano Ariel Perroni (44), coordinador de Medidom S.R.L.; Ricardo Omar Almirón (41), enfermero; y el médico clínico designado para la internación domiciliaria, Pedro Pablo Di Spagna (52).