LUCIANA MARRERO: LA ENFERMERA HEROÍNA QUE SALVÓ A LOS BEBES DEL HOSPITAL PENNA

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Luciana, enfermera del Hospital Penna, fue clave en el rescate de los 15 bebés prematuros durante el temporal de Bahía Blanca. Mientras ella salvaba vidas, su casa quedó bajo el agua. “Mi hija de nueve años se desmayó; me enteré estando en el hospital y no pude hacer nada”, contó.

Luciana Marrero, enfermera del Hospital Penna de Bahía Blanca, se convirtió en una heroína durante el devastador temporal que azotó la ciudad. Su valentía y dedicación quedaron reflejadas en una de las imágenes más conmovedoras de la jornada: el rescate de los 15 bebés prematuros de la Neonatología, quienes se encontraban en riesgo debido a las inundaciones.

Tras la dramática jornada, Luciana compartió su experiencia cargada de emoción y compromiso. “Nosotras no dimensionamos lo que hacemos porque es cotidiano. Como equipo, nos miramos y ya sabemos lo que hay que hacer. Nuestra prioridad siempre son los pacientes, no hay otra opción”, expresó con humildad a La Brújula 24.

Rescate en medio del caos

El temporal, que comenzó a desbordar la ciudad, se intensificó a partir de las 3:40 de la madrugada. Luciana, que estaba de turno nocturno, relató cómo la lluvia comenzó a arremeter con fuerza, obligando a muchas de sus compañeras a enfrentarse a situaciones de pánico. “Salí un poco más tarde porque mis compañeras no podían llegar. Algunas venían llorando y con ataques de pánico. Salimos a tomar el colectivo y Laínez ya era un río”, recordó con tristeza.

Ante la imposibilidad de continuar el camino hacia su hogar, Luciana decidió regresar al hospital, donde junto a otras enfermeras descendieron al subsuelo. A esa altura, el agua ya les llegaba a la cintura. “En Neo el agua nos llegaba a la cintura y las chicas estaban moviendo a los bebés”, describió Luciana con firmeza.

Con un total de aproximadamente 12 recién nacidos, algunos en cunas y otros en situaciones críticas que dependían de oxígeno, las enfermeras no dudaron en actuar. “Subimos a despertar a las mamás que estaban en la residencia para que bajaran a buscar a sus hijos. Los que podían, se quedaron arriba con ellas. Los más complejos, de un kilo o kilo doscientos, los llevamos a Pediatría, al primer piso, donde había algo de agua, pero menos. La bebé más chiquita empezó a perder temperatura, así que la mantuvimos en contacto piel a piel”, relató Luciana.

Durante ese tiempo, los médicos y enfermeras pasaron largas horas sin comida, sin saber si la ayuda llegaría a tiempo. A pesar de las circunstancias extremas, Luciana no dejó de agradecer el apoyo recibido por parte del personal del hospital, quienes hicieron todo lo posible para resguardar a los bebés y su salud.

La tragedia personal de Luciana

El caos también afectó la vida personal de Luciana, quien pudo regresar a su hogar caminando tras finalizar su turno, pero al llegar se encontró con un panorama desolador. “Mi casa está cerca del Canal, y el agua había llegado a un metro y medio. Mis cuatro hijos estaban en casa, mi marido en Ingeniero White, donde no podía salir porque el agua le llegaba al hombro”, detalló. Y rememoró: “Mi hija de nueve años se desmayó; me enteré estando en el hospital y no pude hacer nada”, lamentó.