Dirigida por Coralie Fargeat, el film que inconcebiblemente se llevó un galardón en el Festival de Cannes 2024 a mejor guion, llegó a brindarle la oportunidad a Demi Moore de revitalizar su alicaída carrera, la cual durante los años 80 y 90 estuvo signada por personajes que solo estaban en las películas que le tocó intervenir por obra y gracia de su imagen.
A una semana de los Oscar muchos que ni vieron esta aberración reniegan del porque no le dieron al menos un Oscar a la trayectoria a Moore. Simplemente porque no se lo merecía ni de lejos.
Toda su carrera hizo de linda de relleno y jamás en su vida tuvo una interpretación medianamente aceptable. Sin embargo en docenas de oportunidades pudo demostrar sus dotes actorales pero jamás estuvo a la altura ni siquiera de sus colegas de su generación. De hecho ganó 3 veces el Golden Raspberry, que es el premio a la peor interpretación y como si eso fuera poco se llevó 4 de estos “premios”.
En 1996 le dieron dos. Uno por The Juror y otro por Striptease, este último el peor film de ese año y considerada una de las peores películas de todos los tiempos. En 1997, es decir solo un año después por “La teniente O’Neill” le dieron otro de estos Raspberry y en 2003 se llevó indiscutiblemente otro más por “Los ángeles de Charlie: Al límite”.
Con todo esto esta actriz es lo que Martin Palermo es al futbol, el delantero de Boca que marró tres penales en un solo partido con la camiseta de selección argentina, un record único en la historia de ese deporte.
Con este cutre palmares la Moore llega al nuevo milenio tras una década de los 90 para el olvido, donde también la ponían de relleno y arruinaba películas con su pobrísima interpretación. El ejemplo más puntual es en la excelente “A few good men”, una especie de crónica de la muerte del soldado Carrasco pero versión yanqui, donde el personaje de Jack Nicholson obliga a sus subalternos a ejecutar un código rojo y a los militares se les va la mano.
En esa película brilla hasta Tom Cruise, acostumbrado a pataletas y piruetas en la pantalla de acción, pero lo de la Moore allí es nefasto, haciendo de abogada linda de relleno con PPP recurrentes para exaltar su inmaculado cutis y unas pocas líneas nefastas.
La Sustancia (pestilente)
La sensación que da al visionar esta producción es que en la primera mitad viene con buenas intenciones y que en la segunda mitad la directora se fumó un quebracho de importante cuantía, lo que destrozó todas las buenas intenciones que tenía en el planteo de la hipótesis.
En su quincuagésimo cumpleaños, la otrora celebrada pero ahora desvanecida estrella del cine de Hollywood, Elisabeth Sparkle (Moore) es despedida sin contemplaciones del programa de televisión de aeróbicos que presenta desde hace mucho tiempo, y el productor Harvey (Dennis Quaid) cita su “avanzada edad” como la razón. Mientras conduce angustiada hacia su casa, Elisabeth se distrae al ver un cartel de ella misma siendo quitado, lo que resulta en un grave accidente automovilístico. En el hospital, un joven enfermero parece preocupado por su espalda y le da una memoria USB con el nombre La Sustancia. Y hasta ahí ya se podrá adivinar la aberración que se viene.
¿La intención? mostrar la crueldad machista de un Hollywood impiadoso a través de un personaje que come grasadas en primer plano todo el tiempo para mostrarnos que no solo los salteños tenemos a tipos sucios “aprovechadores de pobres mujeres indefensas”. No era necesario seguir la escuelita de Yorgos Lanthimos con sus pestilentes puestas en escena que todos los drogadictos aplauden en festivales de dudosa credibilidad.
Aun con todo eso la aberración de Coralie Fargeat pasada la primera hora aún mantiene la atención y para ser justos, Demi Moore y Margaret Qualley mantienen un entretenido dueto en pantalla. Pero antes que todo se termine de ir por la alcantarilla, llámese: idea, planteo, mensaje, crítica, etc… Usted, estimado espectador se arrepentirá en su cabrona vida de haber perdido 141 minutos de su día en haber visto semejante sinsentido de pésimo gusto y verdadero atentado a la razón, el cual aun así fue una de las nominadas para mejor película del año en los Oscars (!)
Bonus track
…Y en cuanto a la actuación de Demi Moore por la cual se llevó –anque usted no lo pueda creer- tres premios y esta vez no fueron razzies. Se llevó el Globo de Oro a la Mejor Actriz Principal – Comedia o Musical; el Critics’ Choice Movie Award a la Mejor Actriz y el Premio del Sindicato de Actores a la Mejor Actriz de 2025. Nada mal para una de las peores actrices del siglo XX.
Aun con estos tres prestigiosos premios su actuación no deja de pasar de regular a aceptable con los gestos de angustia que le causan los síntomas de “la sustancia” en su cuerpo que la tira al piso y la revuelca de dolor, para luego mutar a las rabietas en forma de comedia cuando su personaje es una mezcla de jorobado de “Notre Dame” con “The Fly”, el film de 1986 donde tapan de kilos de hule y goma a Jeff Goldblum en modo monstruo, lo cual tampoco es ningún mérito el hecho de aguantarse largas horas de maquillaje. Sino habría que hacer una categoría de tolerancia al make-up y darle uno a Eddie Murphy por El profesor chiflado.