Anna Mae Bullock más conocida como Tina Turner es una de las figuras que integra el Salón de la Fama del Rock & Roll. Víctima de violencia de genero víctima de su bestial marido, Ike Turner. Foto: Nick Ut/AP
Por María Victoria
Una membresía más que merecida para quien representa más que nadie lo que a mi entender es el significado del rock and roll: fuerza, lucha y energía.
Siempre que escucho sus canciones me imagino un poster de ella con su melena leonina y con una frase cinematográfica que la define a la perfección: “SOY LEYENDA”.
Vivió una infancia muy humilde, de muchas carencias materiales y sobre todo con el abandono de sus padres.
Los inicios de su carrera estuvieron ligados a Ike Turner, quien se casó con ello para solucionar temas legales y no por amor. Tina vivó al lado de su marido un infierno signado por la violencia de género en todas sus formas: económica, psicológica y física. Ella misma hace una definición muy gráfica de lo que era su matrimonio:
“Lo que había sido feo y odioso entre nosotros antes de que comenzara a consumir drogas empeoró con cada esnifada. Una vez me arrojó café caliente a la cara, provocándome quemaduras de tercer grado. Usó mi nariz como saco de boxeo tantas veces que podía saborear la sangre corriendo por mi garganta mientras cantaba. Llegó a romperme la mandíbula y no podía recordar cómo era no tener un ojo morado”. Y continuaba: “Yo quería afecto, amor. Me habría conformado con un poco de respeto y decencia. El sexo con Ike se había convertido en una demostración de hostilidad, una especie de violación, especialmente cuando empezaba o terminaba con una paliza”.
En julio de 1976 ella le pone un punto final a su relación con Ike luego de una violenta discusión:
“Tan pronto como Ike se durmió, cogí unas cosas del tocador, até una bufanda alrededor de mi cabeza, que me daba punzadas de dolor, y me eché una capa sobre los hombros. Luego me marché del infierno que era esa habitación y me alejé de esa vida (…) “Llevaba 36 céntimos y una tarjeta de crédito de Mobil en mi bolsillo, tenía la cara amoratada y la ropa sucia y manchada de sangre, además era negra y estaba en Dallas”.
Encontró un hotel y le explicó al conserje su situación: “Soy Tina Turner. No tengo dinero, pero si me da una habitación le prometo que se la pagaré, aunque sea lo último que haga”. Le dieron alojamiento, ropa y galletas.
Una de las consecuencias directas de la violencia de género es el miedo que tiene la victima a ser encontrada por su agresor sabiendo que su vida corre peligro. Tina no fue la excepción y recurrió a la ayuda de amigos budistas quienes la refugiaron en sus casas. A cambio ella les hacía trabajo de limpieza. Ike Turner era un hombre de temer y por tanto ella iba cambiando de domicilio constantemente.
A pesar de todo ella decidió encauzar su carrera y obtuvo contrataciones en hoteles y casino y por primera vez en su vida empezó a manejar su propio dinero. Gracias a Cher su carrera empezó a tomar vuelo aunque tenía que hacer frente a las demandas por conciertos cancelados, el alquiler de su casa y el cuidado de los niños. Una noche Ike la encontró y envió sicarios a balear su domicilio y en otra ocasión la casa de la novia de su hijo Ronnie. En vistas de esta situación Tina compró un arma y tomo clases para aprender a manejarla.
A los 39 años Tina logró su divorcio obteniendo el uso pleno del apellido y nombre que le habían impuesto y dos Jaguars. Tenía una doble desventaja: era una mujer y negra, todo su éxito anterior estaba vinculado a su marido y por lo tanto debía construir de nuevo su legitimidad musical esta vez con luz propia.
Fue David Bowie quien la definió como su artista favorita en una visita a New York. La discográfica adquirió las entradas en el Ritz y esa noche se convirtió en une espectáculo vip en donde se encontraban John McEnroe, Susan Sarandon y Keith Richards que cantaron hasta el amanecer. Al día siguiente el cachet de Tina se multiplico y obtuvo su primer contrato para grabar su disco como solista.
Esa noche en el Ritz definido su carrera y su talento fue el símbolo mas acabado de una sobreviviente del maltrato y la violencia. Cuando uno se refiere a Tina se trata básicamente de hablar sobre una mujer que tuvo que hacerse a si misma y su testimonio sirvió para que muchas mujeres se animaran dejar a sus parejas y el entorno violento en el que vivían.
La historia de Tina salvó muchas vidas. Nombrarla es dar cuenta de la fuerza, la lucha, la energía no solo de su talento sino de su carácter. Ella y el rock and roll son lo mismo.
El 27 de marzo de 2021 a través de un documental estrenado en HBO Tina nos ha dicho adiós definitivamente. En el mismo ha confesado que sufre un stress post traumático a causa del maltrato sufrido en su primer matrimonio. Además del dolor que siente como madre ante el suicidio de su hijo. La leyenda nos deja, pero a cambio nos queda para la historia su gloriosa voz.
