Insistió en que la realidad le da la razón, afirmando que la sobrecarga de denuncias falsas deja desprotegidas a las víctimas verdaderas. Obviamente le llovieron las críticas.
Echado o “removido” como presidente del Parlasur, a raíz de cuestionamientos a su desempeño, Alfredo Olmedo vive otro de sus momentos de incontinencia verbal injustificada. No se le ocurrió mejor cosa que reavivar el debate caliente de la violencia de género en su propia provincia al afirmar que “es una construcción social de una minoría”, desestimando así la realidad de muchas mujeres que sufren diariamente en Salta. El político y empresario insistió en que la mayoría de las denuncias por violencia son falsas, argumentando que esto dificulta el trabajo policial con las víctimas reales.
Olmedo afirmó con contundencia que la gran mayoría de las denuncias de violencia de género son falsas, lo cual, según él, desvirtúa y minimiza los casos genuinos que requieren atención urgente. Propuso un proyecto de ley para penalizar las denuncias falsas con consecuencias equiparables a las del delito denunciado, independientemente del género del denunciante.
La periodista presente en la entrevista cuestionó estas afirmaciones, destacando la gravedad de la violencia que muchas mujeres enfrentan a diario y cómo la desinformación puede perpetuar el ciclo de violencia. Sin embargo, Olmedo insistió en que la realidad le da la razón, afirmando que la sobrecarga de denuncias falsas deja desprotegidas a las víctimas verdaderas.
Las declaraciones de Alfredo Olmedo han generado fuerte rechazo y críticas por parte de diversos sectores, especialmente de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, quienes destacan la peligrosidad de desacreditar sistemáticamente las denuncias de violencia. La postura del político salteño sigue polarizando el debate sobre cómo abordar efectivamente la violencia de género en la sociedad, subrayando la necesidad urgente de educación y sensibilización para erradicar este grave problema social.
