EL CALVARIO DE SANTOS CLEMENTE VERA

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Con la firme convicción de la búsqueda de la verdad real y la tan esperada resolución del peor caso en la historia judicial salteña, es que MUY CRITICO publica la versión definitiva de la entrevista a Santos Clemente Vera en la Unidad Penal de Villa Las Rosas. Cassandre Bouvier y Houria Moumni fueron encontrados violadas y asesinadas el 29 de julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo. Agradecimientos a José Flores, Guillermo Ramos, al personal del Servicio Penitenciario y a su director, Dr. Juan Alberto Daza.

“La libertad no es solo la ausencia de opresión, sino también la capacidad de vivir con dignidad y respeto”.
Nelson Mandela

El 7 de enero de 2019 la nota fue publicada. Tres años después Santos Clemente Vera recuperó su libertad. Lógicamente un jury de enjuiciamiento era lo esperado para los jueces Luciano Martini y Rubén Arias Nallar, quienes revocaran el fallo del tribunal compuesto por Ángel Amadeo Longarte, Bernardo Ruiz y Carlos Héctor Pucheta; y con las mismas pruebas lo condenaran a la pena máxima. Pero la justicia salteña apañó a estos dos magistrados y rechazaron el jury.

En tanto la búsqueda de justicia sigue y de no ser por el esfuerzo de un grupo de personas, entre periodistas, abogados particulares, el equipo de Innocence Project Argentina, más la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Santos recuperó su libertad pero lamentablemente aun no definitiva.

Este es el caso más vergonzoso en la historia judicial de la provincia de Salta, donde todo el sistema se confabuló para “triturar a un hombre inocente”, como bien dijo la Dra. Sonia Escudero, quien luego de criticar el fallo de estos dos jueces fue querellada y tratada como si fuera una “delincuente”, según sus propias palabras.

La realización de la presente nota periodística llevó interminables meses de trámites, producción, edición y finalmente publicación de la misma. Lamentablemente hasta antes de la presente publicación este portal informativo recibió un ataque de hackers en su servidor y la nota se perdió del ciberespacio. Pero gracias al esfuerzo del Analista de Sistemas y especialista en informática, José Flores, miembro fundamental del equipo de MUY CRITICO, se pudo recuperar todo la información.

La entrevista a Santos Clemente Vera desde la cárcel

Desde febrero de 2016 permanece en la Unidad Penal de Villa Las Rosas después de que el fallo que lo absolviera fuera revocado. Recibió la pena máxima a partir de la pericia de datos genéticos en los que tan solo uno de los tres peritos de la causa encontró, lo que se conoce como cromosoma Y, muestras que después desaparecieron misteriosamente. La organización internacional Innocence Project trabaja en su caso, el cual es una aberración para muchos especialistas en Derecho Penal

No son pocos los que creen que Santos Clemente Vera es inocente y que no debería permanecer un solo minuto más en el infernal Penal de Villa La Rosas. Entre los que emitieron su opinión acerca de que ese fallo no tiene la contundencia suficiente como para mantenerlo condenado a 35 años de prisión son el ex juez Carlos Héctor Pucheta, uno de los vocales de aquel tribunal que lo absolviera; el experimentado penalista Marcelo Arancibia, abogado de Daniel Vilte y hasta el mismo Jean Michel Bouvier, padre de una de las chicas, sostienen la inocencia del jardinero.

Un equipo de MUY CRITICO, junto a la colaboración del periodista y productor Guillermo Ramos ingresaron al Penal de Villa las Rosas, donde mantuvieron una entrevista con Santos, uno de los  hombres condenados por el crimen de las turistas francesas.

MUY CRÍTICO –¿Cómo era la vida de Santos Clemente Vera afuera del penal y como es la vida de Santos Clemente Vera dentro del penal?

–Acá es muy difícil. Afuera todo lo contrario, lindo. La libertad, trabajando. Siempre me dediqué a trabajar desde chico. Me he dedicado al campo, somos gente humilde, vivimos en el campo y del campo. Tenemos animales, nos criamos con animales, sembrando…

MUY CRÍTICO –¿Hacías desmontes allá en el campo?

–Si, si. Después trabajé para el ingeniero Vidal, donde tenía un sueldo mensualmente. De eso vivía.

MUY CRÍTICO –¿Eras el casero?

–No, el jardinero, hacía el mantenimiento…

MUY CRÍTICO –¿Trabajabas en la casa del ingeniero Vidal?

–Mantenía el jardín.

MUY CRÍTICO –¿Conocías allí a María Graña?

–Si, ella era la empleada.

MUY CRÍTICO –Ella testificó en el juicio también…

–Si, si.

MUY CRÍTICO –¿El resto de la población carcelaria como te trata, ellos creen en tu inocencia?

–Con el servicio no tengo ningún problema, gracias a Dios bien, las atenciones bien. Hay un reglamento y lo respeto. Con el resto de la población carcelaria por ahí hay problemas, hay problemas. Por lo que saben… bah lo poquito que saben, piensan de otra manera. La mayoría piensa que soy inocente, están de mi lado, me dan fuerzas y que siga.

–Eso sirve, aunque sean dos o tres palabras pero sirven.

MUY CRÍTICO –¿Cuál es tu actividad acá en el Penal?

–De lunes a viernes vamos a trabajar en la huerta orgánica. De mañana y tarde ahí. Como le digo yo viví en el campo así que me cae bien eso. Eso me da satisfacción.

MUY CRÍTICO –¿Podes dormir Santo, de noche, tenés dificultades para dormir?

–Sí. Tranquilo. Gracias a Dios no tengo dificultades.

MUY CRÍTICO –¿Me gustaría que habláramos primero del trabajo de Innocence Project. Enrique Piñeiro se puso en contacto y vino acá junto con tu abogado y ¿de qué hablaron, en qué va a consistir el trabajo de Innocence Project en tu caso?

–A ellos los conocí cuando vinieron a hacerme una entrevista. Vinieron Piñeiro y –Carlos Manuel– Garrido. Acá los conocí personalmente. Me hablaron del caso –Fernando– Carrera y vieron los fallos de mi causa. Eso les interesó mucho y vieron mi inocencia. Me dijeron “vos sos totalmente inocente. Y ahora conociéndote más, más con razón”, me dijeron. Es decir que yo les diga las cosas personalmente, como son.

Ellos nos están patrocinando en Buenos Aires y gracias a Dios bien, tenemos todo el apoyo de ellos y desde aquí está en contacto el doctor Vargas, mi abogado. Y eso es lo que me comentaron del caso Carrera, el caso no lo sé, como, porque, nada…

MUY CRÍTICO –Si, es una persona inocente –Carrera– que resultó condenada y después gracias al trabajo de Piñeiro –El Rati Horror Show– consiguió su libertad.

Vos ¿por qué decí que sos inocente?

–Porque lo soy. Yo no hice nada, no debo nada a nadie. Yo soy inocente porque no hice nada, yo no tengo nada que ver en el caso…

MUY CRÍTICO –Digamos, técnicamente vos ¿que sabes de la causa? ¿por qué vos afirmas que sos inocente?

–Porque no tengo nada que ver. Yo sé lo que hice, yo sé lo que hacía, a que me dedicaba. A mi casa, mi trabajo, mi familia, a trabajar. Nunca anduve robando, nunca hice nada malo a nadie.

MUY CRÍTICO –¿Porque había ese problema con las otras familias? ¿Qué te acordas vos de chico?

–Con la familia Lasi siempre hubo problemas desde que yo era chico, con mis padres y mis hermanos mayores. Ya venían los problemas por animales más que nada.

MUY CRÍTICO –¿Qué animales?

–Vacunos, caballares y cabras también.

MUY CRÍTICO –¿A qué distancia vivías de los Lasi, de Gustavo y Walter Lasi? padre e hijo…

–El problema era con el padre de Gustavo Lasi. O sea el abuelo de Gustavo también, padre, madre y bueno de familia en familia. Ellos vivían antes en Buena vista y tenían animales para el lado de La Loma, en el mismo lugar que teníamos nosotros. Por eso de ahí vienen los problemas años antes y siempre siguió esa cadena con problemas…

MUY CRÍTICO –¿Qué peleas se armaban en esa época que recuerdes… discusiones…?

–Discusiones por animales. Por ahí venían los animales cortados la cola, las orejas con cuchillo, los garrones como se le dice a la parte de la las piernas…

MUY CRÍTICO –¿Mutilaban animales?

–Claro, con cuchillo o los hacían morder con los perros. Nos enterábamos quien era e íbamos y reclamábamos. Sí tenían algo que decir que nos dijeran a nosotros ¿porque con los animales?

Bueno y con esa prepotencia siempre ellos. Por ahí cuando estaban machados ya directamente tiraban la bronca.

MUY CRÍTICO –¿Los dos, padre e hijo?

–Claro, el hermano de Walter, Walter y los hijos también, o sea Gustavo…

MUY CRÍTICO –¿Vos no tuviste un encontronazo o algo con Gustavo –Lasi– como es tu relación con él?

–No, todo mal. Siempre ha sido mala. Con el padre hemos peleado, con su tío también, el hermano de Walter.

Una vez pasaba a caballo, nos encontramos de casualidad y nos tiraron la bronca. Se fueron, después yo volví al mismo lugar, ahí estaba Juan José –Lasi– y pelee con él, porque me invitó a pelear. Me decía “sos maricón”.

Claro que yo nunca quería pelear, no porque le tenía miedo sino para no tener problemas. Era al vicio, encima machado no sirve. Evitaba esas cosas pero esa vez si pelee. Tuve problemas con él, denuncias…

MUY CRÍTICO –¿Denuncias?

–Sí. Denuncias.

MUY CRÍTICO –¿Podría considerarse que eran enemigos?

–Totalmente enemigos, si. Siempre, eso lo sabe todo el pueblo. Siempre se supo de la rivalidad que ha habido.

MUY CRÍTICO –¿Cómo era lo de las denuncias? ¿quién denunció a quien?

–Él me denunció porque yo le había pegado.

MUY CRÍTICO –¿Vos le pegaste?

–Claro, fue a manos limpias

MUY CRÍTICO –¿Te pregunto, le pegaste… cuando fue esto?

–Hace ya como diez años atrás. Había testigos y todo. Fuimos a declarar y ahí estaban los testigos, quienes dijeron que Lasi estaba machado, ya había bronca y siguió peor la bronca. Después hubo otro episodio igual con el tío y tuve que venir a declarar. Así que trataba de evitar eso.

MUY CRÍTICO –Walter Lasi, el padre, un hombre que andaba con armas ¿a vos te consta eso?

–Sí, para el campo sí, siempre se lo vio con armas, siempre se lo ha visto con machetes, puñales, eso es normal de un gaucho andando en el campo. Más en Salta es normal.

MUY CRÍTICO –Claro ¿pero es un hombre que alardeaba el uso de armas?

–Si, si…

MUY CRÍTICO –Te pregunto porque es el arma homicida, es el arma con la que matan a las chicas.

–Él con el arma blanca si siempre anduvo…

MUY CRÍTICO –¿Pero sabias eso no?

–¿De qué?

MUY CRÍTICO –De que las chicas mueren por el uso del arma de él.

El padre de Santos, falleció cuando estaba en prisión. Imperdonable crueldad por parte de Nallar y Martini, quien se llevarán hasta el último día de su vida la perversidad de no haberle permitido despedir sus restos mortales

–Si, si. Pero yo si lo veía con el arma de lejos, y por ahí trataba de desviarme para evitarlo.

MUY CRÍTICO –¿Lo ves acá a Gustavo Lasi? ¿te lo cruzas?

–No, no…

MUY CRÍTICO –¿O sea que no existe la posibilidad de que te lo crucés aquí?

–No, en eso se encarga el Servicio –penal– de que no nos crucemos.

MUY CRÍTICO –¿Cómo fue tu detención?

–La primera detención fue el 1 de agosto, a las tres de la tarde. Sentí que llegó una camioneta y bueno estaba adentro. Bajaron y tocaron las manos. Un sobrino me dijo “te buscan a vos tío, lo buscan al tío Clemente”, dicen y salí. Salí a ver y como yo servía de guía de la Brigada, me imaginé que eran ellos para hacerles de guía. Y salgo al patio…

MUY CRÍTICO –¿Vos eras guía de la Brigada?

–Les serví de guía para ir a La Florinda, para distintos lugares. Después de que aparecieron los cuerpos, a los dos o tres días, me hablaron para que les sirva de guía y bueno lo hice. Ellos no conocían los senderos, los lugares. Decían que tenían miedo de perderse y después querían buscar pistas en los cerros, y bueno los acompañé por los cerros.

MUY CRÍTICO –¿Contáme como fue, desde el momento en que te detienen hasta el momento que te llevan hasta la Brigada. Contáme eso…

–Llegan y preguntan el nombre: “¿Clemente?”, “si” le digo. “Si, él es”, dice.

Pensé que íbamos a conversar algo y bueno me agarran, me reducen, me pasan las manos para atrás. Vinieron otros dos y me agarraron de la nuca y mis sobrinos se asustaron. Estaban todos mirando. Se asustaron y empezaron a gritar y a llorar.

En medio del llorerio de los chicos les digo: “pará un poco, explicáme que pasa”. “No”, me dice, “¿que explicarte? vamos”, me dice. “No me estoy resistiendo a nada”, le digo. “Te estoy acompañando, aflojá un poco”, le digo.

No les importó nada. Me llevaron, me metieron a la camioneta, me taparon con un buzo la cabeza y me empezaron a pegar en todo el cuerpo. Me decían “hacéte cargo, hacéte cargo porque vos sos”… “¿cómo quieren que me haga cargo de algo que no hice?”

MUY CRÍTICO –¿“Hacéte cargo” te dicen apenas te subís a la camioneta?

–“Vos sos” me dicen, “hacéte cargo, así se sale más leve la golpiza. Porque va a ser peor”, me dicen.

MUY CRÍTICO –¿Vos sabias de lo que estaban hablando en ese momento? ¿vos ya sabias que habían aparecido dos chicas muertas?

–Si, lo sabía, lo sabía por la prensa, lo sabía porque ellos mismo me comentaron. Lo sabía por los diarios y las noticias, lo sabía. Otra por que los serví a ellos de guía.

MUY CRÍTICO –A ver… ¿cómo pasas de que te contrate la Brigada de investigaciones como guía a que ellos mismos te detengan? ¿cómo se produce ese pasaje?

–¿Cómo me detienen? ¿a eso se refiere?

MUY CRÍTICO –¿Cómo era tu relación con ellos antes de que te detengan?

–Ninguna relación, o sea que ellos…

MUY CRÍTICO –¿Conocías a alguien de la Brigada?

–No, a ninguno. A nadie. Es como que vengan ustedes sin conocerlo y me dicen: “Mirá Vera, vos conocés éste lugar ¿nos podes acompañar a tal lugar? ¿podés colaborar con nosotros, acompañarnos,  ya que conoces los lugares?”.

“Si, no tengo ningún problema”, les dije. “Pero tengo que pedir permiso en mi trabajo”. “No te hagas problemas, nosotros llamamos”, me dijeron. Nunca se comunicaron con el patrón.

MUY CRÍTICO –¿Cómo fue ese camino? ¿ellos te contrataron para hacer ese trámite y vos los llevaste?

–Si, los guié bien. Ellos iban más de 60 personas para el cerro. Iban muchos, mas perros, bomberos, mucha gente y en cierto lugar ya se cansaron.

MUY CRÍTICO –¿Vos solo los guiabas?

–No. Yo y Darío Ramos, “Pajarito” Ramos. Ya en cierto lugar mermaban la velocidad. No habíamos hecho ni media hora. Entonces paro y les digo: “así no vamos a llegar, tienen que estar preparados con un buen estado físico ¿y quién está en buen estado físico? nadie”, le digo, “¿cuándo vamos a llegar así? no vamos a llegar en cuatro horas”, eran ocho horas.

Cuando pararon porque ya no daban más, hicieron una junta, hablaron acerca de quién estaba preparado y luego se volvieron. Algo de la mitad más o menos, unos treinta y algo. Recién avanzamos un poco más, pero no tanto como pensaba.

Habían dos opciones: llegar a la Quebrada y seguir por el sendero que está marcado siempre hacia La Florinda. Ellos me dicen, “ya han ido un grupo a La Florinda y han vuelto. ¿Hay otro camino alternativo?” me preguntó.

Hay otro camino pero hace mucho que no se lo anda. “¿Pero hay?” me preguntan; “Si. Pero hay que salir por acá arriba, por arriba de los Lasi, dar la vuelta y salir arriba. Antes de llegar a La Florinda salen y se juntan.

“Vamos por ese, pero debe estar feo”, les digo; “¿lo conoces?”, me preguntan a lo que respondo: “si, al camino lo conozco bien”. Por ese lado fuimos.

Después me decían porque los llevé por ese y no por el camino recto. En el juicio decían eso. Lo decían cuando declaraban. Porque no los lleve por el camino recto. Ellos mismos me dijeron que no querían ir por el camino recto porque ya ha ido gente y ha vuelto por el mismo lugar. Querían algo alternativo, algo nuevo, que no sea el mismo, que sea algo que ellos no conocían. Entonces los llevé por ese camino.

MUY CRÍTICO –¿Esos mismos después te detienen y te golpean? ¿vos te los acordás?

–Sí, sí me los acuerdo. Después ese día me meten a la camioneta y me dicen: “hacéte cargo, hacéte cargo”; le digo “¿Cómo me voy a hacer cargo de algo de estas cosas?”. “Entonces –me dice– no sé qué va a pasar con vos.

Nosotros no tenemos ningún problema, para nosotros es fácil, te llevamos a otro lado, te dejamos tirado por ahí”. “¿Dónde lo vamos a ir a tirar a este”, decían. Querían matarme y tirarme a algún lado.

MUY CRÍTICO –¿Alguna vez estuviste detenido?

–No. Solo esa vez cuando pelee con Lasi, nada más. Fui porque me citaron para declarar. Me detuvieron una tarde nada más y debía ir a declarar.

MUY CRÍTICO –¿Amenazaron a tu familia también?

–También, a mi mujer a mi hijo. Me decían: “vos tenés mujer y tenés hijos. Por ellos, hacéte cargo  porque a ellos les va a ir mal”. Me metieron presión de todos lados para que yo me haga cargo. ¿Cómo me voy a hacer cargo? ni de que se pierdan cinco pesos me voy a hacer cargo, menos por semejante causa.

Después me trajeron a la Brigada, decían: “¿dónde lo vamos a meter a este? lo tiremos por aquí, por allá”, me amenazaban. Ellos hablaban y pararon la camioneta y decían: “¿vas a hablar o no? Vos ya sabes –me dijo– y yo me hacía el desentendido: “¿Ya sé qué?”, le pregunto. “Nosotros no tenemos problemas, te vamos a tirar por ahí, te va a ir peor, hacéte cargo”; “cargo no le dije, yo soy inocente”.

Me traían tapada la cabeza hasta la Brigada. Llegué, me bajaron, me taparon. No sé quien dijo “sáquenle el buzo”, me metieron ya sin el buzo adentro. Antes de bajar fue lo de “sáquenle el buzo”, no sé quién estaría ahí, para que no digan que me trajeron así.

Ahí conocí –La Brigada de Investigaciones– al lado de la Coca, cerca del Concejo deliberante. Yo ni sabía que era la Brigada ahí…

MUY CRÍTICO –¿Vos escuchabas varias voces?

–Si, si, varias voces. Una vez adentro me empezaron a pegar, ya destapado. Le dije: “Gracias, yo te llevé al cerro, te cuidé mejor que un hermano, casi te di la mano. Te cuidé de los senderos que no te vayas a resbalar. Te puse el lazo de punta a punta para que te agarrés como baranda y ¿con esto me pagas?  Gracias”, le dije.

Me dice: “No. ¿sabes qué? yo me voy. Vino otro y dijo: “ponéle el buzo, porque éste fue guía”. Me puso el buzo y me dijo: “Vera, yo ya me voy, no puedo hacer nada, declará, hacéte cargo, hacéte cargo que te va a salir más fácil. Él, supuestamente se fue y no se fue, sí era el mismo que me seguía pegando, yo le sentía la voz.

MUY CRÍTICO –¿Te torturaron esa misma noche?

–Si, ese mismo día a la noche, tarde-noche ya empezaron. Me pusieron de rodillas, boca abajo, me pisaban, me escupían, me pateaban, me golpearon re feo.

MUY CRÍTICO –¿Podemos ir al mes de junio de ese año ¿cómo era un día normal antes de todo esto?

–Normal. Salía a trabajar. De lunes a sábados trabajaba en lo del ingeniero Vidal. Entraba a las 8:00 hasta las 12:00 y en verano cuando hacía mucho calor pedía entrar de las 15:00 a las 19:00. Le cumplía las ocho horas. Él me dejaba que yo manejara mis horarios, yo le cumplía las horas. Los fines de semanas me iba al campo, con animales, vacas, caballos. Los domingos con festivales, la doma, concurso de pialada.

MUY CRÍTICO –¿Tenías relación con turistas?

–No. Alquilar caballos y eso, no. Nunca.

MUY CRÍTICO –¿Te voy a hacer una pregunta que le hice a Daniel Vilte: ¿Por qué crees que Gustavo Lasi los señala a vos y a Daniel Vilte?

–Yo siempre… bah, creo, me imagino, no es que tenga certeza, que él me mete a mí y a Vilte… en su tiempo hablé con Vilte y ya estaba preso el 1 de agosto, nosotros caemos el 6 de agosto, Vilte ya estaba.

Yo lo que pienso es que lo hizo para encubrir a alguien o a alguien está cubriendo. Sea a su familia, por ahí pienso en su padre o en su primo, alguien… o sus tíos. Entonces para que ellos luchen o puedan ver, o ayudarlo a él lo mejor era cubrir… o a alguien más. Eso siempre lo tuve claro ¿a quién cubre? ¿por qué a mí, porque a Vilte?

MUY CRÍTICO –¿Vos lo conocías a Daniel Vilte?

–A Daniel Vilte sí. De chico si, se crió en La Loma, al lado de mi  casa…

MUY CRÍTICO –¿Pero eran amigos o eran vecinos?

–Vecinos, a 300 metros vivíamos o mas, 500 metros, de La Loma a la otra Loma…

MUY CRÍTICO –O sea… ¿vos no andabas por ahí con Daniel…?

–No, no, aparte era mucho más chico que yo. Después él estuvo hasta los 14 o 15 años, no recuerdo bien. Después desapareció de San Lorenzo y se fue a la ciudad y quedó el hermano.

MUY CRÍTICO –¿Pudiste hablar con Daniel Vilte? ¿le preguntaste acerca del porque los está señalando esta persona?

–Sí, siempre nos preguntamos porque nosotros y él –Vilte– me decía “a alguien cubre”. Si, lógico que a alguien cubre ¿y a quien está cubriendo? solo él lo sabe.

MUY CRÍTICO –¿Qué le dirías a Lasi, en caso de que el destino los cruzara?

–No me lo imagino, cruzándome, es muy difícil. Pero no sé cómo sería mi reacción. No sé si sacar la bronca o decirle algo, no te lo puedo responder. Le tendría que decir de que diga la verdad. Si él sabe que yo no soy, ni Vilte. Él tiene toda la verdad en su boca.

MUY CRÍTICO –¿Qué le preguntarías?

–Porque nos involucra a nosotros ¿por qué?

MUY CRÍTICO –¿y al padre?

–Al padre una vez lo vi en el colectivo cuando estaba en libertad y no le dije nada. Ni lo mire. Él se subió al colectivo, yo solo lo miré y se sentó adelante, como si no hubiese subido nadie.

MUY CRÍTICO –¿Pero no le dirías nada?

 

–No, no. Porque tenemos mucha bronca, no sé cómo reaccionar. Sí me preguntas de Gustavo Lasi capaz que sea otra mi reacción. De tanta bronca que le tengo capaz que no le pregunte nada, directamente me voy a las manos. Porque por su culpa estoy acá.

MUY CRÍTICO –¿Tu familia cómo está?

–Mi familia está mal… yo los veo mal… están mal por lo que estamos pasando… porque ellos ven el sufrimiento mío. Estamos mal todos… injustamente, sin hacer nada. Es muy duro, es muy duro… yo tengo mi mujer, mis dos hijos y es bastante duro, no es fácil.

Veo a mi papá de 82 años que viene a verme y se me va el lagrimón pero tengo que frenarme y decir, tomar fuerza para que él me vea bien, para que él se vaya contento… igual con mi madre lo mismo… no me puedo desahogar nunca… no puedo…

MUY CRÍTICO –¿Crees en Dios, Santo?

–Yo si, por eso estoy fuerte, en Dios sí. Gracias a Dios estoy de pie.

MUY CRÍTICO –¿Tenés la sensación de que Dios te abandonó?

–No. No… lo pensé y lo pensé una vez sí y después dije no (toma agua) porque cuando volví a caer era como que volvés a caer a un pozo oscuro sin ninguna luz, una oscuridad tremenda y yo pedía una luz.

Le pedí a Dios una luz chiquita para que se vea mí… (Se quiebra) una luz chiquita para que después se vaya agrandando y algún día se pueda iluminar y se pueda ver al verdad.

Siempre le pedí a Dios eso, una luz chiquita que entre por un agujerito en este pozo en el que estoy. Y eso se dio cuando vinieron Piñeiro y Garrido… y ahí le agradecí a Dios de nuevo porque le pedía y dije “gracias Dios, esa luz ya apareció”.

MUY CRÍTICO –¿Crees que te van a sacar de acá?

–Yo sí. Si porque soy inocente.

MUY CRÍTICO –¿Crees en la justicia de los hombres?

–Yo siempre creí en la justicia, siempre pensé que se hacía justicia, siempre creí en la justicia, pero ahora ya no. No, porque lo que me pasó a mi acá en Salta no. No, porque acá en Salta nadie fue capaz de decir “lo veamos al caso, hagamos una junta de jueces, debatamos esto, veamos si es verdad o mentira, que pasó”.

Me condenan por un perfil supuestamente que encuentra –Daniel– Corach y un perfil probablemente entremezclado. Yo le dije a Martin Pérez –Juez de instrucción– cuando me informó de eso: “yo voy a hacer la contraprueba, yo no tengo nada que ver en esto”.

“Si”, me dijo y me señaló con los dedos, “hay cinco muestras”, me dijo y me levantó la mano –hace la seña de los cinco dedos–. “Una hemos dado a Corach, una hemos dado a Francia y quedan tres para vos y por ley te tengo que dar una a vos. Pero ¿para qué? –me pregunta– si va a venir lo mismo”. N de R: Refiriéndose al “mismo” resultado.

“No doctor –le dije– no va a venir lo mismo, yo no tengo nada que ver”. “Bueno veamos –me dijo– pero ¿de dónde vas a sacar plata?”; yo le dije: “gente que me conoce de verdad va a poner plata por mí”.

“Eso era antes –me dice– ahora vos te vas, va el vocero y se entera todo, salta todo, todo. Esto es mundial, se entera todo el mundo de esto de los ADN”, me dice.

“Yo no tengo nada que ver doctor”, le respondo y me dice: “Yo tengo que informar lo que el papel dice”. Entonces le digo: “Está bien, yo respeto lo que dice ahí, pero eso es mentira”. Luego me pregunta:

“¿Y con qué plata vas a hacer la contraprueba?”, le respondo: “No sé doctor, yo si tengo que quitarle el pan de la boca a mis hijos lo voy a hacer ¿sabe porqué? porque yo no tengo nada que ver. “Si tengo que quitarle a mis sobrinos y a mis hermanos todos los sueldos que cobren y que juntemos para la muestra, para la contraprueba, lo vamos a tener que hacer”, le digo.

“Yo soy inocente y la gente que me conoce me va a ayudar”, le dije y me respondió:

“No te va a ayudar nadie”; “Pero la gente que me conoce de verdad si doctor. Esa gente que me conoce desde chico”, le dije.

Después él –Pérez– me dice que quedaban tres muestras, cuando viene Raimondi a sacarme el hisopado y sacarme la sangre para cotejar, entonces pide la muestra y no estaba.

MUY CRÍTICO –Raimondi es el otro perito…

–Claro, si. “Que se perdió la muestra que no está…”. Mi abogado hizo un informe de que se perdió la muestra…

MUY CRÍTICO –¿Qué se perdió la muestra?

–Que la policía la desechó…

MUY CRÍTICO –¿Cuándo te dijeron que se perdió la muestra?

–En ese lapso de que tenía el término de esperar para hacer la contraprueba. Porque te dan un tiempo. Pongámoslo así:

Me decía “el doctor Corach te encontró este perfil y bueno, para nosotros en el juicio vos sos y vos sos”.

Yo decido hacer la contraprueba y le dieron los tiempos. Supongamos que va una semana y el doctor llega la semana que viene en tiempo en forma y pide la muestra. Supuestamente, si él tenía las cinco muestras, dio dos y quedaba una para mí y luego dice “no están, se la desechó, se la tiró”.

Me acuerdo clarito que el doctor Raimondi le dijo: “¿cómo que se tiraron? ¿sabés de lo que estás hablando? es un caso internacional y no tenés las muestras”, le dijo. “No lamentablemente no están las muestras” respondió. ¿Y ahora como hago yo el cotejo para saber?”

MUY CRÍTICO –O sea ¿no llegaste a hacer la contraprueba?

–Con la muestra no. Si ellos me dijeron que no está.

MUY CRÍTICO –Y de las cinco pruebas que te decía el juez de instrucción que existían ¿te dijeron que de ahí se perdieron tres?

–Claro. Él me dijo: una enviamos a Francia, la de Corach, el hisopado. Eso entendí yo, que sacaron de los cuerpos tenían, las cinco. Una fue para Francia, otra para Corach y otra que me tenía que dar para mí. “Por ley te la tengo que dar”, me dijo Pérez.

MUY CRÍTICO -¿Y esa es la que se pierde?

–Quedaban tres y cuando voy a pedir no quedaba ninguna ¿por qué no había ninguna?

MUY CRÍTICO –¿Esto pasó en la etapa de instrucción?

–Claro, con Martin Pérez

MUY CRITICO –¿Que te dijeron que no había ninguna?

–Que se perdieron, que la Policía las desechó, que las tiraron…

MUY CRITICO –¿Que se perdieron…? bueno va a ser trabajo para Innocence Project

–Ojalá puedan descubrir eso…

MUY CRÍTICO –… entre tantas otras cosas

–¿Porque no nos dieron la muestra? ¿Por qué? yo lo que pensé siempre es:

“Este es pobre, nunca va a poder hacer una contraprueba”, siempre lo pensé así. “Ya está, listo, él no va a poder ir a Buenos Aires a hacerse una contraprueba, nunca va a tener plata. Van a tener que pagar abogado, así se les va a ir lo poco que tienen y listo”. Pero gracias a Dios que se pudo, vino el doctor Raimondi, no estaba la muestra. El abogado firme, que siempre ha estado… nunca nos dieron la muestra.

¿Que pensé yo? que no nos querían dar, porque si nos daban iba a saltar la verdad, entonces directamente han ocultado.

Tuvieron que esperar que Francia mande los tubitos a Buenos Aires por la embajada. El doctor Raimondi recién ahí pudo revisar y demostrar mí contraprueba negativa. Después de que se supo que era negativa; desde Francia también se supo que era negativo.

MUY CRÍTICO –Era negativo el de Francia…

–La prueba que ellos han hecho si, fue negativo.

MUY CRITICO –Tenés la cámara, si querés decirle algo a la sociedad salteña, lo que vos quieras…

Yo pienso que lo saben… saben lo que estoy pasando. Me es muy duro… no puedo hablar… espero que luchen, que se pongan firmes, que hagan algo, si podrían aportar algo, si saben de algo, que hagan algo… si alguien sabe la verdad que diga. Porque yo soy inocente y estoy pasando por esto… hoy me tocó a mí… mañana no se a quien… y la justicia está mal acá.

No hicieron justicia conmigo, les pido que si alguien sabe algo que diga la verdad. Agradecerle a mi familia que siempre está firme, a mi abogado, a ustedes también porque están acá. Si están acá es por algo, eso a mí me sirve porque puedo contar mi verdad y esto para mi va sumando.

Lo pienso así, sé que no van a ir al juzgado a hacer papeles ni nada, porque si lo pensaría así, en que me van a ayudar, directamente no voy, no doy la entrevista y listo me quedo tranquilo. Estoy esperando que mi abogado la luche en Buenos Aires y no tendría ni que estar hablando con ustedes pero yo no oculto nada, no tengo ningún problema de hablar con ustedes.

Reconocimiento especial para el Dr. Roberto Reyes, el verdadero artífice de la libertad de Santos Clemente Vera, quien trabajó incansablemente para lograr la libertad de Santos durante el juicio celebrado en 2014.