QUIEN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE

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Se preguntaría el poeta y dramaturgo Miguel Hernández al verlo por los pasillos de tribunales al juez de Impugnaciones, Juan Marcos Ezequiel Molinati, denunciado dos veces por violencia de género; resultando “suicidada” en circunstancias controversiales su pareja, Paola Mercedes Vega, justamente una de las denunciantes.

Se está por cumplir un mes desde que apareció sin vida la señora Paola Mercedes Vega en una vivienda ubicada en Belgrano al 1700. La versión oficial habla de un suicidio y en el hecho interviene la fiscal penal de la Unidad de Femicidios, Mónica Poma, quien rápidamente a través del Ministerio Público Fiscal, informó que “no se encontraron signos evidentes de criminalidad”. Pero en los pasillos de tribunales revolotean otras versiones, sobre todo parte de sus colegas, quienes “patean” a diario los pasillos de tribunales y coinciden en la confitería del frente de la entrada de Ciudad Judicial.

“Esperemos que este muchacho escarmiente después de esto”, dijo una fuente a MUY CRITICO, al tiempo que varias empleadas del poder judicial relataron que temían hasta llamarlo por teléfono para darle alguna novedad ya que el destrato es sistemático, de forma verbal.

Muerte misteriosa

Febrero arrancó para la prensa salteña con la trágica noticia de que la señora Vega se había colgado cometiendo suicidio, pero los principales portales fueron impiadosos con la novedad: “Muere pareja de juez denunciado por violencia de género”, tituló CUARTO; mientras los colegas de QUE PASA SALTA fueron menos expeditivos y titularon: “Revelaron detalles del hallazgo sin vida de la esposa del juez Molinati”, dejando un halo de suspenso y misterio.

Apañado por el “Sheriff” García Castiella, Molinati en su paso por la fiscalía rápidamente escaló a juez de Impugnaciones, aunque los rumores en los tres pisos de Ciudad Judicial siempre eran los mismos, lo que se tradujo en dos denuncias. Justamente una de ellas de la infortunada señora Paola Vega, pareja del juez.

En tribunales reina un silencio ominoso mientras el expediente duerme una siesta santiagueña en el despacho de la fiscal Poma, encargada de la Unidad De Femicidios.