LA GRAN JOYA CINEMATOGRÁFICA DE SPIKE LEE DONDE SE MEZCLAN FURIAS DEL BRONX Y PIZZAS ITALIANAS

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En el sofocante verano de 1989, Spike Lee irrumpió en la escena del cine independiente con Do the Right Thing, una película que, más de tres décadas después, sigue siendo un referente ineludible del cine social. Ambientada en el barrio neoyorquino de Bedford-Stuyvesant, la cinta retrata con maestría narrativa y estética, la tensa convivencia entre comunidades afroamericanas, italoamericanas y asiáticas, en un microcosmos donde las tradiciones, los prejuicios y los conflictos raciales estallan bajo un sol abrasador. 

Un crisol de culturas en ebullición en una película que despliega un mosaico de personajes cuyas interacciones reflejan las contradicciones de un Estados Unidos multicultural. Por un lado, Sal (Danny Aiello), el dueño de la pizzería italiana, simboliza el sueño inmigrante, pero también la resistencia al cambio.

Su “Wall of Fame”, adornado con fotos de ídolos italianos como Frank Sinatra, desata la ira de Buggin’ Out (Giancarlo Esposito), quien exige representación para la comunidad negra. Mientras, los dueños de una tienda coreana —Sonny y su familia— navegan entre la indiferencia y la supervivencia, destacando cómo los recién llegados son percibidos como intrusos en un barrio históricamente afrodescendiente.

Spike Lee, quien también protagoniza a Mookie —el repartidor de pizzas atrapado entre lealtades—, utiliza recursos visuales audaces para enfatizar estas tensiones. Los planos cerrados en rostros sudorosos, los colores cálidos que saturan la pantalla y el uso de la música (como el himno “Fight the Power” de Public Enemy) convierten el barrio en un personaje más, vibrante y opresivo a la vez.

Un reparto estelar y momentos icónicos

El filme brilla por su elenco, que mezcla leyendas y futuras estrellas. Danny Aiello, nominado al Óscar por su papel de Sal, encarna al patriarca cuya ambivalencia —entre el cariño por sus clientes negros y la defensa de su legado— lo hace tragicómico. John Turturro, como Pino, el hijo racista de Sal, aporta una ferocidad incómoda, mientras que Samuel L. Jackson, en uno de sus primeros roles, da vida a Mister Señor Love Daddy, el DJ cuya voz omnipresente une el barrio con un ritmo contagioso.

Pero es Giancarlo Esposito, como Buggin’ Out, quien roba escenas con su activismo impulsivo, y Rosie Pérez, en su debut actoral, quien inyecta energía cruda con su baile inicial al son de “Fight the Power”. No menos memorable es Radio Raheem (Bill Nunn), cuya muerte a manos de la policía —inspirada en casos reales de brutalidad— desencadena el clímax violento que aún hoy resuena en movimientos como Black Lives Matter.

“La isla de calor urbano”

Do the Right Thing no ofrece respuestas fáciles, con citas contradictorias de Martin Luther King y Malcolm X, invita a la reflexión sobre la violencia como herramienta de protesta. La película fue pionera en retratar el “efecto isla de calor urbano” —metáfora climática que amplifica el malestar social— y en denunciar la negligencia institucional hacia los barrios marginales.

Hoy, en un mundo aún dividido por el racismo y la gentrificación, la obra de Spike Lee sigue siendo un espejo incómodo pero necesario. Como escribió Roger Ebert: “No es una película sobre disturbios, sino sobre cómo se llega a ellos”. Un recordatorio de que, ante la injusticia, hacer “lo correcto” es tan urgente como ambiguo.

¿Dónde verla? Disponible en plataformas de streaming y en ediciones especiales del Criterion Collection, este clásico sigue esperando a nuevos espectadores dispuestos a sudar —y reflexionar— bajo su sol narrativo.