En 1989 regresaba a la gran pantalla “Back to the Future” bajo la dirección de Robert Zemeckis debido al éxito mundial de la película de 1985. Considerada una de las trilogías más perfectas jamás concebida, se ha convertido en una pieza de culto por tratarse de una comedia de viajes por el tiempo ajustada al género de ciencia ficción. Pero había sido concebida solo para tener dos partes.
Con la irrupción de Internet surgió un aluvión de secretos y trivias de este auténtico blockbuster, pero lo que pocos sabían es que desde un principio solo se realizarían dos películas y que la tercera surgió de una maniobra ante la falta de planificación del metraje. Resultó que la idea era retomar desde el momento en que Marty McFly (Michael J. Fox) y Jennifer Parker (Elisabeth Shue) son abordados por el doctor Emmett Brown (Christopher Lloyd) con la máquina del tiempo y deben ir al futuro a resolver un problema familiar de Marty.
Cuando planificaron la película los personajes deberían llegar a un distópico 2015, para regresar a 1955, pasando por el 1985 “alterno”. Allí encontrarían de toda clase de dificultades, para terminar en el 1885 del lejano Oeste. Pero al revisar todo el guion en pre-producción cayeron en cuenta de que sería imposible meter todo eso en algo menos de 2 horas y que necesitarían al menos unas 4 horas para que todo encajara; lo que les quedaría muy prolongado para una digna segunda parte de una de las películas más exitosas de la década.
Entonces se les ocurrió la genial e innovadora idea de tomar todo lo del viaje al lejano Oeste y ponerlo en una tercera parte. El resultado: una de las trilogías más perfectas jamás realizadas y un éxito de taquilla arrasador en las tres películas.
Perro Rabioso Tannen: el personaje clave
La película fue considerada uno de los proyectos más innovadores para Industrial Light & Magic. Fue una de las primeras incursiones de la casa de efectos en composición digital, así como el sistema de cámara control de movimiento VistaGlide, que les permitió filmar una de sus secuencias más complejas, en la que Fox interpretó a tres personajes separados (Marty Sr., Marty Jr. y Marlene), los cuales interactuaron entre sí.
Con este logro también se pudo trabajar con el actor Thomas F. Wilson, quien interpreta al Biff del futuro –Griff– y al Biff joven y viejo. Aunque el personaje clave es el antepasado de Biff, “Perro rabioso” Tannen, a quien se ve en un documental que Marty descubre en el 1985 alterno, donde lo presentan como un miembro de la familia Tannen. Esto deja a las claras que ya había al menos un cuarto de la tercera parte filmado y listo para editarlo en el montaje final pero que tuvieron que guardarlo para la tercera.
El otro factor fundamental que deja a las claras que todo se filmó de un solo tirón –o al menos esa era la intención– es el adelanto o tráiler de la tercera, sobre el final de la segunda, después de que el rayo golpeara al Delorean y el Doc desaparece en medio de la noche, en una estela de humo en forma de tirabuzón.
Tras esa secuencia vendría la carta del Doc entregada por un cartero a Marty, solo unos minutos después en medio de la lluvia, llevando la firma de Emmett Brown y dejando a las claras que se trata de unos de los finales con continuación más sensacionales de toda la década.
Las imágenes del Delorean tirado por caballos, Marty y Doc Brown vestidos de cowboys y la aparición de Perro rabioso, no hicieron otra cosa que despertar en el público y sobre todo en los fans más fieles un estado de ansiedad de niveles estratosféricos.
Hubo que esperar un año, hasta 1990. Esto en una época en que no había Internet disponible para el público y menos teléfonos inteligentes, donde se pueda ir viendo tráiler, teasers y adelantos; y menos aún ir leyendo artículos en línea de “cómo va el rodaje” y “para qué fecha sería el estreno”. Solo hubo que conformarse con un cartel en pantalla que decía “Próximamente” para completar una de las trilogías más amadas por generaciones y que al día de hoy sigue sorprendiendo por sus premoniciones y sus aciertos en cuanto a su visión del futuro.