La guerra abierta entre Donald Trump y Elon Musk, luego de la implosión de la alianza entre dos de las personas más poderosas del mundo, amenaza con tener efectos de dimensiones aún impredecibles en Estados Unidos, uno de ellos en la propia interna del gobierno del presidente y en la derecha norteamericana. Foto: Haiyun Jiang para The New York Times
Mientras Trump descartó por ahora un diálogo con su exasesor estrella para aquietar las aguas -“no me interesa”, dijo-, las esquirlas políticas del abrupto final del “bromance” que redefinió al Partido Republicano el año pasado se empezaron a sentir a la velocidad de un rayo.
Un informe de LA NACION consigna que algunos líderes del movimiento MAGA de Trump (la sigla de su mantra Make America Great Again) se abroquelaron en torno al presidente, mientras en el partido que lidera el mandatario ya miran con preocupación el impacto en la votación del megaproyecto de presupuesto y la campaña para las elecciones legislativas de 2026, para las que Musk tenía previsto hacer un fuerte aporte económico.
Musk había prometido donar 100 millones de dólares a grupos controlados por los equipos del presidente antes de las elecciones legislativas de 2026, fondos que aún no fueron entregados y que ahora, a la vista de las fuertes acusaciones públicas, seguramente queden congelados.
“A Trump le quedan tres años y medio como presidente, pero yo estaré aquí más de 40 años”, desafió Musk en uno de sus tantos posteos en X, la plataforma elegida para lanzar sus dardos contra la administración Trump. El mensaje fue visto en Washington como una advertencia del hombre más rico del mundo, que tiene el poderío económico y tecnológico suficientes para influir en las elecciones de manera decisiva.
Por su parte el The New York Times citó al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien calificó de “muy decepcionantes” las críticas de Musk al proyecto de ley de política interior. Dijo a los periodistas en el Capitolio que ambos hablaron el lunes y que Musk “parecía comprender” las virtudes de la legislación.
Las publicaciones de Musk tomaron desprevenidos a la Casa Blanca y al presidente, dijo una persona con conocimiento de la situación, pero aún no está claro si Trump responderá al ataque.
“El presidente ya sabe cuál es la postura de Elon Musk ante esta ley”, dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca. “Eso no cambia la opinión del presidente. Es un proyecto de ley grande y hermoso, y él se mantiene firme en su postura”.
Un representante de Musk no respondió a las peticiones de comentarios.
Trump ha instado a que se apruebe rápidamente la ley —denominada oficialmente One Big, Beautiful Bill Act (Un gran y bello proyecto de ley, en español)—, que recortaría drásticamente los impuestos, proporcionando el mayor ahorro a los ricos, y destinaría más dinero al ejército y a la aplicación de la lucha contra la migración. Tal como está redactada, la ley recortaría programas de salud, nutrición, educación y energía limpia para cubrir parte del costo.
Los funcionarios de la Casa Blanca y Johnson han afirmado que el proyecto de ley reduciría la deuda nacional, aunque la Oficina Presupuestaria del Congreso y varios analistas independientes han estimado que el proyecto de ley aumentaría el déficit federal en más de 1 billón de dólares, incluso al tener en cuenta el crecimiento económico.