En el año 2004, la ciudad sueca de Linköping fue escenario de un crimen que conmocionó al país: un niño de 8 años y una mujer de 56 fueron brutalmente asesinados en pleno centro de la ciudad. Durante 16 años, el caso permaneció sin resolver, convirtiéndose en un enigma para las autoridades y en una herida abierta para la comunidad. Imagen: Netflix
Lo que parecía un caso imposible de resolver dio un giro inesperado gracias a una técnica innovadora: la genealogía genética forense. Esta herramienta, que permite rastrear el parentesco a través del análisis de ADN, se convirtió en la clave para identificar al asesino, marcando un hito en la historia criminal de Europa.
La historia de este caso fascinante ha sido plasmada en el libro “The Breakthrough: How the genealogist solved the double murder in Linköping”, escrito por la periodista Anna Bodin y el experto en genealogía Peter Sjölund. Este libro no solo narra los detalles del crimen y la investigación, sino que también explora las implicaciones éticas y legales de esta nueva tecnología.
No tardó en llegar la serie basada en la novela, la cual se titula The Breakthrough y es actualmente una de las series más populares de Netflix. En solo unos días, llegó al segundo lugar de la lista de lo más visto en la popular plataforma.
El poder de la genealogía genética
La genealogía genética forense ha revolucionado la forma en que se investigan los crímenes. Al permitir establecer relaciones de parentesco entre el ADN encontrado en la escena del crimen y las bases de datos de ADN disponibles, esta técnica ha abierto nuevas vías para identificar a sospechosos y resolver casos que parecían imposibles.
En el caso de Linköping, la policía utilizó esta herramienta para rastrear a los familiares del asesino y, a partir de allí, llegar hasta el culpable. Este caso no solo demostró el potencial de la genealogía genética forense, sino que también planteó importantes interrogantes sobre la privacidad y el uso de la información genética.
Implicaciones para los homicidios actuales
La genealogía genética forense ha cambiado el panorama de la investigación criminal. Los casos que antes parecían imposibles de resolver ahora pueden tener una solución gracias a esta tecnología. Esto tiene un impacto directo en la forma en que se investigan los homicidios actuales, ya que la policía puede utilizar esta herramienta para identificar a sospechosos y obtener pruebas cruciales.
Sin embargo, también es importante destacar que esta técnica no está exenta de controversia. Existen preocupaciones sobre la privacidad y el uso de la información genética, así como sobre la posibilidad de que esta herramienta sea utilizada de manera discriminatoria.
Un debate abierto
El caso de Linköping y el libro de Anna Bodin y Peter Sjölund invitan a reflexionar sobre el poder de la ciencia y la tecnología en la investigación criminal. Si bien la genealogía genética forense ha demostrado ser una herramienta valiosa para resolver crímenes, es fundamental establecer límites claros y garantizar que su uso se realice de manera ética y legal.