La casta judicial al parecer tiene algún tipo de resquemor para responder cuanto es el sueldo de un juez de la Corte de Salta. Su presidenta, la Dra. Teresa Ovejero, titubeó ante la pregunta de un periodista y lo mandó a buscar en la página web del Poder Judicial. ¿Merecen ganar los sueldos que perciben estos funcionarios cuando no son capaces de resolver un solo caso de envergadura?
Parece ser que los jueces de la Corte de Salta no tienen el valor civil para blanquear sus haberes ante la prensa local. La presidenta de la Corte de Salta, ante la pregunta del conductor del ciclo POLÍTICAMENTE INCORRECTOS, titubeó al ser cuestionada por su sueldo y el de sus pares.
Ver esta publicación en Instagram
Resulta que en el “básico” solo les figuran casi tres millones de pesos, pero obvio que eso no es lo que se llevan de bolsillo. El total del sueldo es un misterio absoluto, pero de seguro que debe andar cerca o más que el de los senadores y diputados.
En tanto, el contraste con los resultados obtenidos a lo largo de años de impunidad en casos como turistas francesas, Jimena Salas, Lujan Peñalva y tantos otros que tomaron relevancia por el solo hecho de que, la prensa se toma el trabajo de ir hasta zona norte de la ciudad.
Allí se debe sortear la férrea aurea de silencio que envuelve a la casta judicial, incluso sin ni siquiera poder preguntarles a estos señores y señoras, cuando va a ser el día que se sepa la verdad en los casos antes mencionados.
Ni hablar de los que no tomaron ninguna relevancia y que nadie se entera. Como los que tienen víctimas en siniestros viales donde mueren pobres, además de femicidios espantosos que nadie se entera y una interminable lista de perejiles que esperan en la alcaldía.
Obvio que a Teresa Ovejero, sus pares y sus edecanes, hasta que se les ocurra ponerse a trabajar para que la población carcelaria al menos se reduzca para mitigar el hacinamiento, va a pasar un rato bien largo. Sin ser “safaronianos” obvio, mientras estos funcionarios duermen el sueño de los justos.
Ergo, como defensa estos privilegiados van a salir a decir que están tapados bajo toneladas de expedientes que agilizaron a partir del dichoso “Plan Piloto de Oralidad”; que están “digitalizando la justicia” y que trabajan a destajo; pero la realidad es que hay casos que prescriben ni hablar de condenas firmes o casos impunes que quedaron en el olvido.