¿POR QUÉ CREEMOS QUE EL TIEMPO PASA MÁS RÁPIDAMENTE? LA PERCEPCIÓN DE LA ENTROPÍA TEMPORAL

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Una cuestión que ha intrigado a filósofos, psicólogos y científicos a lo largo de la historia es la percepción del tiempo y por qué parece que el tiempo pasa más rápido a medida que envejecemos. Aunque el tiempo es una magnitud física constante, la experiencia subjetiva de su transcurrir puede variar significativamente entre individuos y etapas de la vida. Una posible explicación de este fenómeno se encuentra en el concepto de entropía temporal. Imagen: Shaiith / Getty

En realidad el tiempo es el mismo para todos, pero la forma en qué lo percibimos varía en función de muchos elementos. El profesor de Psicología de la Universidad de Girona, Manuel de Gracia afirma que las emociones pueden ser “poderosas moduladoras de la percepción del tiempo”. Y pone como ejemplo una de las frases que el Nobel de Física Albert Einstein utilizaba para explicar a los profanos que el tiempo era relativo: “Una hora sentada con un chica guapa en un banco del parque pasa como un minuto, pero un minuto sentado sobre una estufa caliente parece una hora”.

“La distinta percepción subjetiva del tiempo varía en función de la implicación del individuo con aquello que realiza: si lo que está haciendo le produce bienestar o placer, el tiempo le pasará más rápido que si lo que hace le molesta, le aburre o le cansa”, explica el profesor de los Estudios de Artes y Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), experto en sociología de las emociones, Francesc Núñez.

La entropía es un concepto central en la termodinámica, que se refiere a la medida del desorden o caos en un sistema físico. En términos simples, la entropía indica la tendencia natural de los sistemas a moverse hacia un estado de mayor desorden. Si aplicamos esta idea al tiempo, podemos considerar que a medida que los eventos se desarrollan y las cosas cambian, la entropía del universo aumenta, lo que lleva a una percepción de que el tiempo avanza constantemente y sin pausa.

En el ámbito de la psicología, hay teorías que sugieren que la percepción subjetiva del tiempo está influenciada por la cantidad de nuevas experiencias y acontecimientos significativos que se producen en nuestras vidas. Cuando somos jóvenes, todo es nuevo y emocionante, lo que crea una mayor sensación de novedad y reduce la sensación de que el tiempo pasa lentamente. Sin embargo, a medida que envejecemos, las rutinas y las experiencias se vuelven más familiares, lo que puede llevar a una sensación de que el tiempo se acelera.

La forma en que estructuramos nuestro tiempo también puede afectar nuestra percepción del mismo. Cuando estamos ocupados y llenos de actividades, el tiempo parece pasar más rápido, ya que nuestra atención se enfoca en tareas y responsabilidades. Por otro lado, cuando estamos aburridos o esperando algo con ansias, el tiempo puede parecerse a un reloj que avanza lentamente.

Además, los avances tecnológicos y la sobrecarga de información en la era digital pueden contribuir a esta percepción acelerada del tiempo. La rapidez con la que consumimos información y experiencias a través de dispositivos electrónicos puede hacer que las horas pasen volando sin apenas darnos cuenta.

Si bien la ciencia y la psicología han proporcionado algunas respuestas sobre por qué creemos que el tiempo pasa más rápidamente, el enigma sigue sin resolverse por completo. La percepción del tiempo es una experiencia subjetiva que varía de persona a persona y está influenciada por una compleja interacción de factores físicos, psicológicos y culturales.

Independientemente de la velocidad percibida del tiempo, la conciencia de su flujo constante nos recuerda la importancia de valorar cada instante y de disfrutar plenamente de las experiencias que la vida nos ofrece.