CAPITÁN CRUNCH: UNA LEYENDA DE LA CULTURA HACKER

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Es el primer hacker de la historia. Con un silbato que venía en las cajas de cereales logró un sonido de 2600 Hz, la misma frecuencia que usaba AT&T para indicar que la línea estaba lista para rutear una llamada, así logró hacer llamadas gratis y burlar la red mundial telefónica.

Por Iggy Rey

Por increíble que parezca la historia de los hackers y de las computadoras personales comenzó con un silbato que venía en un paquete de cereales. Si un escritor nerd de los más ‘ochentosos’ se le ocurriera escribir un libro de la “historia de los hackers”, el primer capítulo debería tratar íntegramente del Capitán Crunch.

Se llama John Thomas Draper y nació en 1943, pero pasará a la historia como el Captain Crunch.

Para la mayoría de quienes se criaron en Silicon Valley, el Capitán Crunch es un super héroe, una especie de divinidad del pirateo informático y el iniciador de una nueva era en el mundo de las comunicaciones ilegales.

Junto a un amigo ciego –Denny Teresi– y su ocurrencia, iniciaron una nueva era. En pocas palabras abrieron la caja de pandora para que los hakers informáticos de los 80 y 90 se convirtieran en un peligro para la seguridad nacional americana y sean fichados por el FBI como forajidos informáticos.

Un simple silbato en una caja de cereal

En la época en que hacer una llamada telefónica a larga distancia era un lujo, los manipuladores de teléfonos dieron con la forma de hacerlas gratis. Las redes telefónicas estaban controladas por tonos e introducirse en ellas era fácil si se contaba con el equipo adecuado.

Por increíble que parezca un juguete que venía en una caja de cereal podía emitir un tono que destrababa el “candando comunicacional” de una red telefónica mundial. Puntualmente este juguete era el silbato del capitán Crunch, la marca del cereal.

Al soplar por la tobera y tapar el agujero de arriba este emitía un tono idéntico al 2600 Hz. Inmediatamente el sistema lo reconocía y se podía proceder a hacer la llamada. Esta pequeña anécdota es el comienzo de una nueva era, la era de los hackers y piratas informático.

Las cajas azules

La pregunta es ¿cómo se llega del silbato a las cajas azules y luego a los ordenadores personales? pues esta es la pregunta que da origen a la génesis de esta increíble historia. Pero tenía que entrar en acción otro hacker en este cuento, nada más ni nada menos que Stephen Wozniak, el cofundador de Apple computer que después pasó a llamarse simplemente Apple y se convirtió en la empresa más valiosa del mundo al día de hoy.

A Stephen Wozniak se le ocurrió crear un ordenador en el garaje de la casa de Steve Jobs que pudiera calcular automáticamente las frecuencias que emitían las cajas azules.

Cabe recordar que estas cajas azules fueron una ocurrencia del Capitán Crunch. Consistían en un teclado de teléfono que emitía tonos idénticos a los del silbato de los cereales.

Calcular todas las frecuencias les llevaría 80 horas o más, por lo que el ordenador que inventó Wozniak podía hacer este trabajo automáticamente. Para fabricarlo, los dos Steves habían descubierto un artículo en la revista Esquire, donde se detallaban los niveles de estos tonos.

“Woz” descubrió el articulo de Ron Rosenbaum “Secretos de la pequeña caja azul”, que describe cómo los hackers habían descubierto la manera de hacer llamadas de larga distancia de forma gratuita mediante el uso de tonos de audio para controlar la red de AT & T. Así fue que se coló en la línea del Stanford acelerator de la biblioteca, un domingo por la anoche y encontraron, junto a Steve Jobs el santo grial, el cual eran las frecuencias necesarias que se describían en ese artículo.

Ese ordenador era un proyecto que luego terminó convirtiéndose en la primera computadora personal de la historia. La Apple I en realidad era una extensión de aquel ordenador. Y aquí es donde la historia se vuelve fascinante. Stephen Wozniak casi accidentalmente había creado lo que cambiaría al mundo: la computadora personal.

A pesar de la negativa del Capitán Crunch de que el periodista Ron Rosenbaum publicara el artículo en la Esquire Magazine titulado “Secrets of the Little Blue Box”, fue lo que llevó prácticamente al nacimiento de Apple. Justamente aquí es donde la historia ancló a Steve Wozniak para que cambiara al mundo con su computadora.

Nace Apple

Lo más paradójico resultó ser que Wozniak solo quería inventar una computadora que hiciera lo que él necesitaba. Pero Steve Jobs vio el negocio y le dijo: “¿por qué no la vendemos?”.

Después de la salida de la Apple II, que contaba con una arquitectura de 8 bits basada en el procesador 6502, Steve Jobs y Steve Wozniak se volvieron millonarios. Las ventas de esta máquina superaba los 500 millones por año y la empresa se convirtió en una amenaza incluso para IBM.

Según Steven Levy de Newsweek, en aquella época los sistemas de comunicaciones eran muy complejos y de que alguien pudiera burlarlos era algo importante.

Una vez que lograron hacerse con la llave de entrada a las compañías telefónicas hacían lo que ellos llamaban “ingeniería social”. Era un método que les permitía manipular a los empleados de estas compañías.

Consistían en hacerse pasar por un operador y solicitaban que les permitieran hacer pruebas de transmisión. Por ejemplo decían algo así: “hemos detectado que tienen un error en la línea interurbana, podrían decirme el numero de dicha línea y facilitarme el número de identificación”.

La treta no tardó en caerse y tanto el Capitán Crunch como su amigo Denny Teresi habían sido advertidos por la seguridad de las empresas. Había agentes de esas empresas que comenzaron a presionar y hasta la prensa se hizo eco de esta amenaza.

Ahora el Capitán Crunch  y Denny Teresi eran unos forajidos que pinchaban teléfonos y conocían información confidencial incluso del crimen organizado. Esto puso muy nervioso al FBI y por supuesto a la prensa, sobre todo al periodista Ron Rosenbaum.

El teléfono pasó a ser un foco de intrusión, todo el mundo pensaba que sus teléfonos estaban intervenidos. La paranoia había comenzado.

No solo los fundadores de Apple habían tomado los secretos del Capitán Crunch revelados en el artículo de Rosenbaum, muchos piratas se sumaron a la movida.

Sucedió que cuando apareció el articulo en 1971 el Capitan Crunch le había leído el artículo por teléfono a su amigo ciego y todos lo escucharon. De a poco comenzaron a caer uno tras otro a manos de la Justicia. Y todos esos que cayeron tenían el número del Capitán Crunch, quien no tardó en terminar tras las rejas por cuatro meses. Había sido acusado de fraude federal y la piratería telefónica había muerto.

Pero el Capitán Crunch había servido para la inspiración de una nueva oleada de piratas informáticos, estos tenían como herramienta la computadora personal. La semilla estaba plantada y nada volvería a ser igual.