El pedido lo realizó la fiscalía ante la Sala V del Tribunal de Juicio del distrito Centro. Para los acusadores de Kalil Ezequiel Chejolan, Julián Bautista Bubrosky y Ricardo Galarza, los tres son coautores del delito de doble homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido criminis causa, por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego en perjuicio de Pablo Jonathan Tolaba y Romina Isabel Zerda.
Tras la incorporación de la prueba y la ronda de alegatos se conoció el pedido de la fiscalía: por las dudas, perpetua para todos. La Unidad Fiscal sostuvo la acusación y solicitó al Tribunal la pena de prisión perpetua para los tres imputados. Chejolán y Bubroski son juzgados además por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización por una causa acumulada.
Se dispuso un cuarto intermedio y se prevé que al reanudar la audiencia, se produzcan los alegatos de las defensas técnicas de los acusados.
El hecho ocurrió en octubre de 2021, cuando se encontró el cuerpo de un hombre y su pareja en el interior de una camioneta con lesiones de arma de fuego en una calle colectora de la autopista de Circunvalación Oeste de la ciudad de Salta.
Por las dudas
Como suele acostumbrar el órgano acusador cuando tiene un crimen con un contexto de ventas de estupefacientes, lo que se hace es acusar a la mayor cantidad de imputados y así lograr varias condenas.
En el caso de Ricardo Galarza, el menos complicado ya que llegó después de sucedido el hecho y no tiene antecedentes de consumo ni tenencia de estupefacientes, aun así los fiscales le endilgaron una pena máxima. Este es el imputado que denuncia torturas en el CIF.
No es la primera vez que sucede esta situación, en el caso Paola Ávila, una mujer que apareció muerta en barrio Puerto Argentino tras un ajuste de cuentas, la fiscal Mónica Poma salió a acusar a todo el barrio. Aquel día uno de los defensores dijo: “No acusaron a más gente porque no había lugar donde sentarse”.