CUADERNOS: COMENZÓ EL JUICIO POR EL MAYOR CASO DE CORRUPCIÓN EN LA HISTORIA ARGENTINA

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Con una Cristina Kirchner escondiéndose de la cámara del Zoom, comenzó el histórico juicio oral de los Cuadernos de las Coimas. El proceso oral se inició con la lectura de la primera parte del requerimiento de elevación a juicio en la cual ya se acusó a la ex presidenta de las primeras 40 de 204 aceptaciones de sobornos. El jueves que viene se seguirá con ese proceso que los K salieron a calificar de “opereta judicial”.

Por primera vez en la historia judicial de nuestro país, 60 empresarios se sentaron en el banquillo de los acusados como partícipes de una estructura de corrupción. A la cabeza de esa organización criminal que la justicia federal calificó como una asociación ilícita, se encuentra Cristina Kirchner. Después de siete años desde que se clausuró la investigación, este jueves y con 86 imputados comenzó el juicio de los Cuadernos de las Coimas.

La primera audiencia expuso problemas técnicos y duró cuatro horas y una resistencia de Cristina Kirchner a aparecer en el Zoom y esconderse detrás de su abogado Carlos Beraldi. Mientras, en X ensayó otra defensa política diciendo que el juicio era una “opereta judicial”, al igual que hizo en el 2019 con el inicio de la causa Vialidad donde terminó condenada a 6 años de prisión.

Un informe de Clarín consigna que se leyeron en el día inaugural del proceso, las primeras 132 páginas del requerimiento de elevación a juicio oral de la causa central. En total son 678 páginas las que conforman este tramo. Resta la lectura de otros cuatro casos conexos. Será el próximo jueves, desde las 9.30 cuando se reanude el debate oral por el caso de los Cuadernos de las Coimas.

El Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7), integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, dio inicio este jueves al caso donde se juzga una asociación ilícita que operó desde las más altas esferas del Poder Ejecutivo Nacional desde 2003 a 2015. Los tres jueces estaban en una modesta oficina del sexto piso del palacio de Tribunales. Rodeados de expedientes. Esa estructura criminal, como describió la justicia federal, se dedicó al cobro de fondos ilegales: es decir, coimas.

Con la intervención de la fiscal general Fabiana León, que definió este expediente como la investigación de hechos de corrupción “más extensa que se ha realizado en la historia judicial argentina y solo comparable a unas pocas a nivel mundial”, se dio inicio al debate oral y público que sólo contará -por cuestiones de agenda del Tribunal- con una audiencia semanal hasta marzo de 2026, cuando se sumará una más.

A las 8.30 comenzaron a conectarse los 86 acusados y más de un centenar de abogados. La acreditación por parte del Tribunal de todos los participantes en el juicio, donde se debe contabilizar a la querella, la Unidad de Información Financiera (UIF) y al Ministerio Público Fiscal, demoró cerca de dos horas.

Las dificultades técnicas quedaron expuestas. Recién una hora más tarde de lo fijado, el TOF 7 dio por iniciada la audiencia donde la secretaria comenzó con la lectura del requerimiento de elevación a juicio oral: este jueves se llegó sólo hasta la página 132.

El Tribunal, a pedido de la fiscalía, destinará cinco audiencias a la lectura de los requerimientos de elevación a juicio, donde consta el detalle de la maniobra, las medidas de prueba que posibilitaron corroborar la misma, la responsabilidad penal de todas las personas que están sentadas en el banquillo de los acusados. Una suerte de mapa de lo que el fallecido juez Claudio Bonadio, calificó como la “mayor maniobra de corrupción de los últimos veinte años”.

A las 10.38, cuando llevaba pocos minutos la audiencia, el presidente del TOF 7 -Enrique Méndez Signori-, pidió a los acusados que se asomen a las respectivas cámaras. Para ese momento a Cristina Kirchner, señalada como jefa de la asociación ilícita y de 204 hechos de cohecho pasivo (haber recibido sobornos), se mostró por unos pocos segundos.

A lo largo de cuatro horas de audiencia en la conexión de San José 1111 donde cumple arresto domiciliario por la condena de corrupción del caso Vialidad, preponderó la imagen de su abogado Carlos Beraldi. Los primeros párrafos de la lectura del requerimiento bajo el título de “Introducción” dieron cuenta de la declaración testimonial del periodista Diego Cabot responsable de la investigación que dio origen a la causa.

La asociación ilícita de los Cuadernos de las Coimas

Después se describieron los hechos hasta el momento en el que la secretaria hizo referencia directa a la expresidenta y a la asociación ilícita que la condujo por segunda vez, a comparecer ante un Tribunal por hechos de corrupción.

Los delitos contra CFK

Acto seguido por Secretaría se dio lectura a las acusaciones que pesan sobre la ex mandataria.

Cuando el fiscal federal Carlos Stornelli firmó el pedido de elevación a juicio oral, especificó los cuatro ejes en los que se centró la investigación y que son la estructura de la acusación que se leerá desde el jueves y durante cuatro audiencias más.

Esos cuatro ejes que sustentan la existencia de una asociación ilícita, son: los cobros a empresarios que el chofer Oscar Centeno asentó en sus cuadernos, las maniobras ilícitas para la adjudicación de contratos de transporte ferroviario y corredores viales, y la cartelización de la obra pública.

En función de esos cuatro aspectos principales, Cristina está señalada como la máxima responsable de lo que se denominó una “organización criminal”. Está acusada como jefa de una asociación ilícita que “funcionó en el seno del Poder Ejecutivo Nacional, entre 2003 y 2015”. Además, se le imputó ser coautora en 204 oportunidades, y partícipe necesaria -en una- del delito de cohecho pasivo.

Las 40 de 204 coimas

En esta primera audiencia se leyeron los 40 hechos de sobornos, los restantes son parte de las causas conexas que se juzgan junto con el expediente central y cuyos requerimientos serán leídos en las próximas audiencias.

El detalle de los hechos de cohecho pasivo contaban con la misma estructura: “Tengo por cierto y demostrado que Cristina Fernández, por entonces Presidente de la República Argentina intervino, en carácter de coautora en la recepción de sumas de dinero -que rondarían los quinientos mil dólares (USD 500.000)-, que Carlos Wagner, presidente del Directorio de la sociedad ESUCO S.A., entregó a Roberto Baratta -con la colaboración de Nelson Lazarte- el día 2 de junio de 2010 en la calle San José N° 151, de esta ciudad, y que éstos entregaron a Héctor Daniel Muñoz ese mismo día en la Quinta de Olivos”.

Otras coimas recibidas sólo modificaban el lugar final de entrega: Uruguay y Juncal. El intermediario siempre era, en el caso de Cristina Kirchner, el exsecretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz.

¿Cuál era la finalidad de esas coimas que provinieron de diversos empresarios? “Que funcionarios que integraran la asociación ilícita hicieran o dejaran de hacer algo atinente a sus funciones en beneficio de dicha empresa.

Los sobornos que le pagaron a la expresidenta incluyeron dos obras emblemáticas en suelo santacruceño.

Se dio lectura a las coimas que recibió de la empresa adjudicataria de la construcción de la Usina de Río Turbio, perteneciente a la empresa minera provincial. La obra lleva 18 años desde su licitación y aún sigue inconclusa. Se determinaron sobreprecios y maniobras de corrupción alrededor de su construcción.

El presidente de aquella constructora de origen española, era Juan Carlos De Goycochea, quien se convirtió en imputado colaborador en el caso de los Cuadernos de las Coimas donde admitió haber sido parte de la estructura criminal investigada. “Encuentro reunida suficiente prueba para tener por probado que Cristina Fernández, por entonces Presidente de la República Argentina, intervino, en carácter de coautora, en la recepción de una suma de dinero –al menos trescientos mil dólares (USD 300.000)-, que Juan Carlos de Goycochea, directivo del GRUPO ISOLUX CORSAN S.A., entregó a Roberto BARATTA el día 7 de abril de 2009 en la calle Maipú N° 741, de esta ciudad, y que éste último entregó a Héctor Daniel MUÑOZ ese mismo día, en el inmueble ubicado en la calle Uruguay N° 1306, de esta ciudad, y con el fin de que los funcionarios que integraran la asociación ilícita hicieran o dejaran de hacer algo atinente a sus funciones en beneficio de dicha empresa”.

Así se leyeron más de cinco momentos bajo la misma metodología: sobornos que se pagaban a Baratta, éste se lo daba a Daniel Muñóz y el dinero terminaba en Uruguay y Juncal. Algo similar ocurrió con Ferreyra, entonces presidente de Electroingeniería que integró la UTE adjudicataria para la construcción de las represas sobre el río Santa Cruz: más de 15 años desde que se licitó y aún con un bajo porcentaje de avance.

Después de cuatro hechos de coimas atribuidos en la “causa madre” atribuidos a Julio De Vido, se dio lectura a los 125 sobornos que cobró Roberto Baratta, un eslabón clave en la asociación ilícita.

En primer lugar, Oscar Centeno era su chofer y fue el responsable de escribir lo que la justicia calificó como una “bitácora de la corrupción”. Pero además, muchas de las coimas que diversos empresarios pagaban, las recibía él directamente y era quien le entregaba el dinero ilícito a Daniel Muñoz.

Así se describió el circuito de los fondos de origen ilícito: “La prueba reunida ha generado suficiente convicción para afirmar que Roberto Baratta, por entonces subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, intervino, en carácter de coautor, en la recepción de una suma de dinero el día 2 de junio de 2010 -cerca de quinientos mil dólares (USD 500.000)-, en la calle San José N° 151, de esta ciudad -con la colaboración de Nelson Lazarte- de manos de Carlos Guillermo Enrique Wagner, presidente del directorio de la sociedad ESUCO S.A., y con el fin de que los funcionarios que integraran la asociación ilícita hicieran o dejaran de hacer algo atinente a sus funciones en beneficio de dicha empresa”.

Al concluir el hecho se explicó que de los hechos descritos, “intervino como destinataria final del dinero Cristina Fernández”.

Después de cuatro horas de audiencia que contó con un cuarto intermedio de quince minutos, el presidente del TOF 7 -Enrique Méndez Signori-, dio por concluida la primera jornada del juicio más relevante en materia de corrupción de la historia judicial de nuestro país.